Capítulo 4: Citlalli

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No podía dormir, simplemente las pesadillas no me dejaban, una voz tenebrosa siempre estaba ahí, nunca pensé que las pesadillas me atacaran tan repentinamente.

Oí a Renée hablar con alguien en la puerta, simplemente un chico por la gruesa que era su voz, me levanté un poco cuando el sonido de la voz se detuvo.

No quise hablar con el, cuando cerro la puerta, quise dormir más pero no podía, me afectaban las pesadillas más que alguien más.

Gruñí al ver la luz de el sol por la ventana. Clara y Renée todavía no despertaban, así que fui a el baño junto con mi muda de ropa.

Cuando salí apenas iban despertando, me maquillé para disimular mi noche pesada, Clara me vio sonriendo y Renée igual, así que les devolví la sonrisa.

-Vamos, es hora del desayuno.-dije sonriendo.

Asintieron, a los minutos ambas ya estaban listas, salimos de la cabaña y las tres caminamos hacia el Pabellón.

Cuando llegamos a la mesa tres, ví a la mesa de Thanatos, donde se encontraba Juan, mi novio.

Al verme sonrió y yo a el, pero su hermano se burló y siguieron hablando.

-¿Como dormiste?.-Dijo Clara hacia mi.

-Bien.-mentí.

-Bueno, ¿Vamos a ir a practicar?.-Me miro Renée.

-Lo siento, pero es día que pasó con Juan, será para mañana, lo juro.-dije sonriendo.

-Tranquila, Renée y yo iremos a practicar, tu ve por tu galán.-me dió varios codazos, Clara.

Me sonroje y mire a otro lado.

-Nos vemos más tarde.-Dije levantandome y camine hacia la mesa de Thanatos.

-Pero si es mi cuñada querida.-dijo sonriendo, Carlos.

-Hola, Carlos.-dije sonriendo.

Juan me sonrió, y Carlos dijo.

-Nos vemos, soy Forever Alone aquí.-Dijo Carlos llendo se

-Termino con su novia hace unas horas.-dijo Juan parándose de su lugar.

-¿Otra vez?...Bueno no importa, tengo que contarte algo.-dije sería.

El me miro sin entender, lo tome de la mano y lo lleve a el claro de bosque donde me pidió ser su novia.

-¿Que pasa?.-Dijo serio.

-Las pesadillas, atacaron otra vez.-dije

El me abrazo y se sentó en el pasto donde me llevo con el, me senté en su regazo y el me acarició el cabello.

-¿Quieres contarme?.-Dijo en un susurró, Juan.

Asentí.

-Siempre es la misma pesadilla, estaba con varios chicos rodeados de oscuridad, no podía ver sus caras solo la luz que reflejaba cada arma que llevaban...Pronto sentí un frío que parecía tan real, y una voz tenebrosa que decía que íbamos a morir, cada uno de nosotros.-dije ocultándo me en su pecho.

-No vas a Morir, ninguno lo hará.-dijo abrazándome más fuerte.

-No puedes asegurar una vida.-dije viéndolo.

-No pero puedo cuidarla, solo la tuya.-me miro serio.

-Si poner mi vida a salvó hace perder la tuya...Prefiero que no te metas.-dije sería.

-Citlalli...-Me miro triste.

-Solo confía en mí, como aquella vez.-dije sonriendo.

El sonrió triste, cuando me mandaron por el para traerlo, el no me creía y se puso en peligro, solo le dije "confía en mí" para ponerlo a salvó y lo hizo.

El Despertar de los SemidiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora