Sueños

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En mi vida he tenido sueños, muchos a decir verdad. De pequeño soñaba con ser un súper héroe. Lo sé, muchos me dirán que es algo que sueñan todos los niños influenciados por programas, películas, cómics o de donde sea que hayan visto a un personaje de acción. Es verdad, es algo muy común, pero también es común que sea nuestro primer sueño roto, ya que en la vida real no existen los poderes como volar, lanzar rayos láser por los ojos, super velocidad, entre otros tantos.

Yo solía jugar de pequeño en mi patio. Era un súper héroe con poderes y todo, no me cansaba de imaginar historias, escenarios, 20 metros cuadrados podían ser más grandes que el decierto del Sahara, pero tarde o temprano tenía que terminar. Maduré. Ya no era lo mismo, mis padres me decían que lo dejara, que ya era grande para estas cosas y me terminé cansando.
Soñé con ser un jugador profesional de football, me veía en un estadio repleto de gente, pero, mientras asistía a los entrenamientos, me dí cuenta de que no tenía habilidad para este deporte. Mis profesores, mis compañeros, me lo decían siempre, y por eso es que tambien me cansé y lo dejé.
Soñé con ser actor, quería ir a una escuela de teatro, pero mi situación económica nunca fue tan buena como para permitirme una.
En primaria soñaba con ser arquitecto porque me gustaba dibujar, pero mi sueño se vio frustrado al no entrar en el colegio técnico que quería debido a mis malas notas.
Y así tuve varios sueños más, como verán, mis sueños tenían un final debido a que alguien siempre me impedía conseguirlo, había obstáculos, barreras. Pero eso nunca me impidió seguir soñando.

La sociedad está acostumbrada a que se vive de lo seguro, es decir, un hombre o una mujer, debe estudiar, recibirse, conseguir un empleo, casarse y formar una familia. Por eso es normal que los adultos traten de romper tus sueños siendo realistas, a veces no apoyándote o quizás denigrandote. Porque a ellos no les permitieron soñar, ellos ya vivieron, y se basan en la estructura de su educación, para que nosotros los adolescentes, no nos salgamos del camino que ellos llaman "correcto".

A pesar de todo esto, sigo soñando, porque no me quedé estancado cuando no era posible lo que quería. De las cenizas surgieron otros sueños. Por ejemplo; dejé el Football, pero me interesé en el Basketball y me hace mucha ilusión seguir adelante con este deporte y esforzarme cada día mas. Dejé atrás el sueño de ser arquitecto por uno mejor que es el arte. Y así sigo proponiendome cosas porque al fin y al cabo, ¿Quién puede vivir sin ilusión?

Así que por favor, no se detengan porque las cosas hayan salido mal, permitanse soñar. Hay un mundo de posibilidades y nadie puede quitarles eso.

ReflexionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora