Capítulo 4

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Era una locura, de eso estaba segura. ¿En qué estaba pensando? La fue a buscar en un momento de debilidad y por más que le encantará, no sabia si le encantaba a este punto, se daba cuenta de que ellos no tenían un futuro brillante. Por más que quisiera no podía dejar de ser negativa al respecto. Era malo para ella y no podía evitar sentirse atraída.

Blum se destapó y se volvió a tapar, hacía frío. Se volvió a destapar y ahora sí se levantó de la cama. Cuando salió del baño, fue hacia la cocina; Ryan seguía en el sillón, destapado y muy incómodo. Lo tapó y trató de acomodar su cabeza lo mejor posible. Le acarició la mejilla.

Era tan horrible la situación, él quería intentarlo a su manera, ella no quería hacerlo de esa forma pero seguía dándole a el lo que quería, dejándola a ella como la víctima y estaba harta de eso. Una relación es de a dos, dos personas en la misma situación y con la misma capacidad de poder, no ella cediendo constantemente.

Puso agua a calentar y se fue a vestir. Eran seis cuarenta y su primera clase era a las siete, iba a llegar tarde. Cuando fue a la cocina, encontró a Ryan rebuscando entre las alacenas.

- ¿Qué haces? - se puso junto a él, tomó un saquito de té, un vaso térmico y lo miró.

- Pensé que te habías ido.

- Me quedé dormida, estoy saliendo. - comenzó a guardar los libros que habían quedado sobre la mesa la noche anterior.

- ¿Quieres que te lleve? Llegarás más rápido.

- ¿No te desviaras mucho?

- Se te hace tarde, vamos. - tomó un sorbo del té de ella y salió con el vaso en las manos hacia la entrada.

No tuvo más remedio que seguirlo. Las botas de ella hacían ruido sobre las baldosas del pasillo. Llegaron al ascensor y ella miró a Ryan con pánico.

- Nos vemos abajo.

Continuó hacia las escaleras y comenzó a bajar.

- Blum. - se dio vuelta y lo vio como bajaba hacia ella. - ¿Cómo estás?

Era Dan. Por supuesto que era Dan, Ryan no la seguiría... Tal vez recordaba porqué ella no usa los ascensores, sólo tal vez. Dan lucía amistoso y lindo como el otro día, lucía como luminoso.

- Bien. - seguían bajando. - ¿Siempre usas las escaleras?

- Quería preguntar lo mismo. - río. - Si, es mi táctica para conocer chicas. - bromeó.

- ¿Las miras y les dices "yo uso las escaleras"? - se rieron de su comentario. - Deben de caer a tus pies.

- Te conocí a ti, y tu caíste a mis pies. Literalmente. - ella rio de su broma.

- Es cierto. Ademas, eres el único vecino que conozco, - lo miró. - las escaleras funcionan.

- Por supuesto, método comprobado. Estaba pensando en patentarlo.

- Harías buen dinero.

- "Conozca chicas mientras se ejercita", si, podría funcionar. - Blum se rió.

- Bajar cuatro pisos es tu ejercicio del día ¿verdad? - tenía una voz divertida, le caía bien este chico.

- Son ocho teniendo en cuenta que luego los debo subir. El ejercicio no es lo mio.

- Seremos buenos vecinos. - le sonrió. Habían llegado a planta baja.

Ryan la estaba esperando en la puerta, apoyado contra la pared. Al ver a Dan reír con Blum su rostro cambió de repente. Apoyó su brazo en los hombros de ella de manera protectora.

Bajo El Mismo TechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora