Las paredes de mi Diario

Te amo.

Te amo...

Yo creo que te amo pues vuelvo más veces de las que me voy.
Sé te amo porque he hecho por ti cosas que por nadie.
Te amo porque has cambiado por mi.
Eres ese vértigo inminente luego del primer «te amo».
A veces te amo para ensimismarme.
Como cuando no te entiendo y por eso te amo.
Te amo aun con mis ataques de pánico y ansiedad.
Te amo; no sé si me explico.
Te amo con los ojos de cielo y me dejas los ojos llenos de mar.
Eres ese te amo que espero que me diga lo que quiero escuchar.
Será que me amo en ti, será que por eso te amo.
Te amo; tranquilo, esto también pasará.
Te amo, disculpa la expresión.
No era cosa de perderme o encontrarme. Yo te amo pues contigo estoy a salvo de mí.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas, yo te amo; y mi alegria muerde por tu boca de Pablo Neruda.
Te amo, eres ese poquito de amor que tanto necesito entre tanta soledad.
Te amo pero no es lo que estás pensando.
Te amo porque al imaginarte como padre sé eres excepcional.
No es para tanto, solo es que te amo.
Ser el te amo de conversación.
Tal vez sea el mundo entero girando a mi favor o simplemente que te amo.
No quiero que te quedes, solo quiero que no dejes de llegar, te amo.
Y tú ¿En qué te amo me mentiste?
Siempre te digo que te amo, pero los siempres son muy poquito, TE AMO.
Ser siempre la que te pinta bigotes y ojos bizcos en las fotos, te amo.
Eres mi forma de decir te amo, sin plagiar a los demás.
Eres ese te quiero que a los cuantos no sé cuando se convirtió en te amo.
Eres ese te amo que no quiero me deje jamás.
Te amo.