Los días pasaron y con esto las vacaciones. Las clases comenzaban de nuevo y así nuestro último año en la escuela.
Los profesores nos recordaban que pronto iban a entregarnos los típicos formularios donde escribes lo que aspiras hacer en tu futuro y, que mientras tanto, terminemos de ordenar nuestras ideas.
Yo todavía seguía sin saber qué hacer. No tenía ganas de separarme de Moa, pero estudiar en el extranjero sin gasto alguno, más que el de la comida diaria, era una oportunidad que sólo unos pocos tienen, así que debía pensar muy bien respecto a eso. Lo único que tenía en claro, es que al igual que a mi amiga me había interesado en la medicina, sólo que a ella le gustaba la parte de pediatría y a mí la neurocirugía. Sin embargo, me llevé una sorpresa cuando me dijo que al final había decidido estudiar la carrera de veterinaria. En parte sentía algo de pena por su padre, quien por mucho tiempo intentó convencerla de que estudiara medicina y así podría ocuparse de su consultorio en el futuro. Pero también estaba feliz porque eso implicaba que Moa no estaría en la misma universidad que Yoshida.—Así que veterinaria, ¿eh?
—Sí... La verdad es que amo más a los animales que a los niños —dijo riendo.
—Pues bien... No importa lo que quieras, sólo esfuérzate. Sabes que para ese entonces tal vez no esté aquí para decirte que estudies en lugar de dormir, así que comienza a acostumbrarte ahora a hacerlo sin que te lo pida.
—Intentaré... —respondió—. ¿Entonces vas te irás? —preguntó suavemente.
—No lo sé aún, pero es una oportunidad que a muy pocos se les da. Sé que debo aprovecharla, pero no siento muchos deseos de irme. No quiero alejarme de mi familia, ni de ti...
—Debes pensar bien. Si te vas voy a extrañarte demasiado... pero voy a estar apoyándote desde aquí. Sabes que podemos hablar por teléfono o por video llamadas, así que no te sentirás tan sola. No será lo mismo, pero en cierta forma nos seguiremos viendo. Además, vendrás para las fiestas, así que no seas tan dramática.
—Lo sé...
—¿Mmm? ¿Estás triste? —indagó alzando sus cejas.
—Un poco. Todavía no me hago la idea de que este es el último año en que podamos estar así como estamos ahora.
—No será el último, sólo serán por unos cuantos años, no seas pesimista.
—Lo sé...
—Bueno... Ya dejemos eso de lado, hablemos de otra cosa.
—Bien, ¿de qué quieres hablar? —interrogué mirándola.
—Mmm... ¡Oh, ya sé! —exclamó antes de sonreír con malicia—. ¿Quién era el chico que se acercó a hablarte mientras yo fui a comprar el almuerzo? —dijo dándome pequeños golpes con su codo mientras movía sus cejas.
—¿Hideo? Ah, él es un compañero del club de ciencias.
—Oh, ya veo... ¿Y qué quería?
—Estamos haciendo un proyecto y vino a preguntarme algunas cosas respecto a éste, ¿por qué?
—Mmm, por un momento pensé que iba a pedirte que te quedaras a la salida de la escuela para confesarse.
—¿De qué estás hablando? No digas tonterías.
—¿Por qué tonterías? Es un lindo chico, parece amable.
—Lo es, pero el que estuviera hablando conmigo no significa que se fuera a confesar o algo así. Últimamente estás pensando demasiado en ese tipos de cosas —acoté.
—Tal vez... Sigo pensando que harían linda pareja.
—Eso mismo dijiste de Masahiro-san.
—Bueno, puede ser...
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La vida
FanfictionAlguna vez han sentido que su vida no tiene sentido? Que no sabes qué rumbo tomar y que por mucho que lo intentas no encuentras salida de donde estas?.. Tras mudarse a Tokyo cuando era una niña, Suzuka cuenta un poco de cómo fue su vida de ahí en ad...