La Vida

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Luego de lo sucedido en la escuela con Moa fuimos a mi casa y le tuve que decir lo que había hecho en el tiempo que no hablamos...

–¿De verdad te irás? –Preguntó sorprendida.

–Sí... lamento decírtelo tan cerca de la fecha...

–Está bien, en parte es mi culpa –Musitó.

–No comiences de nuevo.

–Bien... y... ¿cuándo te vas?

–El día después de la graduación.

–¡¿Qué?! ¿Tan pronto?

–Sí, debo terminar unos papeleos allí.

–Ya veo... –Parecía desanimada por el tono que usó–. No puedo creer que de verdad te irás...

–Ni yo... –Susurré. La verdad era que no quería hacerlo, sólo actué en un momento de enojo e hice algo de lo que ahora me arrepentía, pero ya no había vuelta atrás.

–Entonces hay que aprovechar al máximo estos días que estaremos juntas.

–Sí... los días pasan volando, así que debemos hacerlo.

–Voy a extrañarte demasiado –Comentó de repente.

–Y yo a ti, Moa –Dije abrazándola.


*~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *

Estamos en el último día de clases. Todos están tristes por esto; muchos de nosotros probablemente nunca nos volvamos a ver.
Excepto por Moa, a mí no me interesaba ninguno de mis compañeros, pero me sentía triste por saber que esa tarde nos graduábamos y que al próximo día me iría de Japón.

–Nuestro último día juntas, ¿eh? –Dijo suavemente– No puedo creerlo...

–Mmm, sí lo es...

–¿Hoy pasaremos la noche juntas verdad?

–Claro, si tú quieres.

–¡Claro que quiero! Mañana te irás, no quiero que te vayas sin antes dormir y estar una última vez contigo a solas.

–Ni yo... pero, ¿qué hay de tus padres? Estoy segura que querrán celebrar tu graduación también.

–No te preocupes, ya hablé con ellos acerca de eso y dijeron que no había problema con que pase contigo la noche; debido a que mañana te vas celebraremos otro día.

–Ya veo... me alegra oír eso –Respondí dándole una sonrisa.

–Por cierto... Luego de la graduación puedes adelantarte en ir a tu casa si quieres.

–¿Por qué? ¿No vamos a regresar juntas?

–Es que... –Murmuró insegura– Yoshida quiere hablar conmigo cuando termine la ceremonia.

–¿Yoshida? ¿De qué quiere hablar? –Pregunté nerviosa.

–No lo sé, sólo me pidió de hablar y acepté.

–Mmm, ya veo... –Dije un tanto decepcionada.

–Lo siento por eso, Su... es que yo también tengo algo que decirle.

–¿Algo que decirle?

–Sí...

–¿Qué cosa? –Interrogué. Ella me miró unos segundos y suspiró mientras agachó la mirada.

–Lo lamento, no puedo decirte... es mejor que no lo sepas... –Musitó aquello último.

–¿Estás hablando en serio? ¿No vas a decírmelo?

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