– ¡Sin intención de ofender!–. Sin intención pero con ánimo–. Hoy he visto a dos de esos raritos, no eran una multitud por suerte, pero de todos modos apestaron el lugar.
Ya se había olvidado de ser políticamente correcto, de respetar al abrir la boca, de todo ese tema de "amar al prójimo" que alguna vez predicó; no le importa, pues su prioridad era acabar rápido con la plaga de dementes que el gobierno ahora permitía salieran a la calle. Le repugnaba verlos tomados de las manos, como si el lugar les perteneciera, como si no vieran el pecado que cometían, esos desgraciados que ignoraban cuando se les quería hacer entrar en razón.
– Yo estaba tranquilo en el local, viendo el partido como me es de costumbre–. Con una lata de cerveza en cada mano «como recetó el doctor», y sin vergüenza en su rostro–. Y me costó no vomitar al verlos, insufribles, ¡en un espacio público, más encima! Fui el único que decidió hacer algo al respecto, y más encima me echaron la foca a mí, están todos mal y no se dan cuenta.
El viejo no quería admitir que nombraran una ley al igual que fue nombrado un joven mártir, pues a él le parecía que se merecía la golpiza por sucio.
A este punto, los demás ya habían dejado de escucharlo por completo, aún si sólo iban a visitarlo una vez al mes, era demasiado desagradable siquiera fingir que prestaban atención, ya se habían cansado de decirle que mantuviera la mente abierta y aceptara los cambios. Pero no, los jóvenes están mal por supuesto, en sus tiempos a esos locos se los tenían que llevar presos por indecencia pública.La verdad yo tampoco quise seguir escuchando al viejo, se ponía aburrido todo su mal hablar, y a estas alturas era obvio que se quejaba porque no tenía nada más que hacer con su vida. Como si cada día fuese más ignorante; y mientras más ignorante, hablaba... No, ladraba con más pasión. Era como hablar con un niño demasiado tonto, ya no sé si eso me causa gracia o pena.
ESTÁS LEYENDO
Historias de Maricas
NouvellesCuentos largos, cuentos cortos, y microcuentos. Algunos capítulos de mi vida personal, y muchos otros de las experiencias vividas por mis amigos más cercanos.