Jirou tamborileo los dedos encima de la mesa mientras apoyaba la barbilla en la otra libre. Su amiga le miraba desde el otro lado de la mesa, con una brillante sonrisa y una magnífica propuesta, mientras que el novio de la segunda se encontraba en mitad de la situación, sin decir nada y sin saber bien que hacía ahí.
—Venga, Jirou...
— ¡Nunca! —Frunció el ceño.
— ¡Pero si es un plan perfecto! ¿Qué le ves de malo?
—El plan en si es malo, Yaomomo. Cojea por todos los lados. —La pareja se miró.
—A nosotros no funcionó. —Informó Todoroki por ayudar a su novia.
—Pero hay algo muy diferente entre vuestra situación y la mía.
—Yo no veo la diferencia. —Sonrió de nuevo Yaoyorozu.
Jirou soltó un resoplo y se inclinó sobre la mesa.
—No me gusta Kaminari —dijo lentamente para que la pareja pudiera comprenderlo porque, después de decírselo veinte veces, empezó a pensar que ambos eran lentos de entendederas.
Todoroki miró a su novia, quién seguía encabezonada en conseguir lo imposible. Él no iba a decir nada, pero sentía pena por Jirou y la presión ejercida sobre ella. Yaoyorozu sólo esbozó una sonrisa ladina al dar con el plan perfecto.
— ¿Es porque se ha fijado en todas menos en ti?
— ¿Eh? —Jirou se echó hacia detrás.
—Ya sabes, siempre tiene cosas buenas que decir de todas, mientras que a ti sólo te cuestiona si eres femenina.
La tensión empezó a crecer entre las dos amigas. La de cabellos morados intentaba fingir que eso no le molestaba y la otra sólo metía más el dedo en la llaga, todo por el bien.
—Puede que sea así. —Se encogió de hombros—. No vas a poder conseguir que uno de los más desesperados de la clase se fije en ti. Por desgracia, dice mucho.
—No me interesan estos temas —murmuró levantándose.
—No pasa nada, Jirou, ya encontrarás a alguien, o eso creo...
—No voy a malgastar una semana en intentar algo con un cabeza hueca como él. —Se cruzó de brazos—. Como mínimo se necesitan dos semanas.
— ¿¡Lo vas a intentar!? —Se levantó ilusionada, viendo que aquellas mentiras que le había soltado funcionaba.
—No —bufó girándose.
—Bueno, tienes dos semanas para conseguirlo, Jirou .—Yaoyorozu ignoró lo que la otra había dicho—. Si no me invitas a una cena.
— ¿Qué haces apostando sobre nada? —Negó con la cabeza y se fue escaleras arriba.
La pareja chocó los cinco. Sabían que habían conseguido que su plan comenzara aun teniendo que molestar a Jirou de tales maneras. Ya se lo agradecería más tarde.
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El sonido de un rayo; Kamijirou
FanfictionAl son de una canción, su relación dio frutos. [FINALIZADO] » Los personajes no me pertenecen.