5- Feelings.

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Desperté tarde para el maldito trabajo, si sigo así pronto me echarán, no me importa, pero aún así siento que es mi deber estar ahí, Anne estaría orgullosa, siempre me insistió trabajar en algo similar a su empleo, pero estaba siempre tan ocupado mirándome en el maldito espejo siendo un completo narcisista, nunca vi más allá de mi nariz y la engañé, la golpeé algunas veces por mi estupidez, y finalmente no pude hacer nada para evitar que muriera, aún así, fue la única mujer que amaba, para ser más sensato, el sexo no me importaba, solo me gustaba sentirla cerca, saber que ella estaría conmigo cada vez que la necesitara. Cuando estaba caído, su sonrisa, escuchar su voz, su caricia en mi nuca, sentir su respiración, no necesitaba nada más que a ella.

Estoy de vuelta en la oficina, no puedo concentrarme en nada, Eleonor aún no llega, sin ella no pienso avanzar. Voy por un café. Está la señorita verruga, me siento a conversar con ella.

-Torres.

-Hola, Elizabeth.

-Te noto algo extraño.

-Solo he estado pensando.

-¿En qué o en quién?

-¿Sabía usted que yo estuve casado?

-No.

-Bien, estuve pensando en ella, en mi ex esposa, está muerta y nunca la hice feliz, ¿Es tarde para arrepentirme?

-No lo creo.

Vi a Eleonor, estaba sentada detrás de Elizabeth, posiblemente escuchó lo que dije, le digo que me tengo que ir, ella acepta tranquilamente, es la primera vez que no trata de seducirme, o solo no lo noté. Eleonor estaba llorando, o bueno, sus mejillas tenían una linea recta húmeda, una en cada mejilla. Me siento en frente de ella.

-¿Está bien?

-No, sí, es solo que... No importa.

-Puede que usted crea que soy desinteresado, pero no lo soy, solo no quiero joderle la vida.

-¿Sabe? Ya me la jodió, me la jodió y mucho.

-¿A qué se refiere?

-Vamos a trabajar.

Estuvimos toda la tarde trabajando ese caso, no me habló, estuvo como ausente, ni si quiera oí una blasfemia ni un insulto, no sé si fue el sexo o le pasó algo, pero ella me dijo que era solitaria mientras que estaba ebria, ¿sería la soledad quien la afectaba a tal punto de deprimirla?. Ya era hora de irnos, le propuse acompañarla a casa, pero ella no accedió, sinceramente no podía hacer nada para hacerla cambiar de opinión. Antes de que se fuera, la abracé, ella no respondió, parecía estar viva por inercia, le quité los lentes y la miré a los ojos.

-Eres muy hermosa, nos vemos.

-Torres...

-¿Sabes, Eleonor?, me recuerdas a mi ex esposa, por eso me interesas.

No respondió, de nuevo, ella solo apretó su mandila y puños, dio la vuelta y se fue, tengo que investigar sobre ella, pero no tenía momento para hacerlo, Eleonor siempre está a mi lado y su mente es tan perfecta es como un robot diseñado para leer mis pensamientos, para conectarme, para enamorarme, esperen ¿Enamorarme? Estoy hablando de amor, prometí por el alma de Anne no enamorarme de nadie, a menos que en ella encontrara lo que Anne fue, pero veo tanto en Eleonor que puedo enamorarme, pero tengo que cerciorarme de que ella realmente es la indicada, no puedo defraudar a Anne, no de nuevo.

Llego a mi casa y veo que hay un papel, está arrugado.

Te amo, no me dañes más.

Anne.

¿Quién tenía esto y por qué me lo dan a estas alturas?, han pasado 2 años desde su partida y he logrado mantener mi mente estable a punta del alcohol y las investigaciones, ver la letra de ella, la delicadeza con la que usaba los plumones, lo directa que era, lo que oculta cada pequeña frase, guardé la nota en un cajón en el que guardaba todo lo que ella me dio alguna vez, todo bajo llave, siempre ponía sobre todo una foto nuestra. Los sentimientos volvieron y los ojos se me innundaron, guardé todo con perfecto cuidado de no dañar nada, le puse la llave y de inmediato salí a beber a un bar cercano y poco costoso, pero no sentía que la bebida me llenara, me sentía vacío, sentía la falta de Anne, quería estar totalmente perdido en el alcohol para que ella me levantara del suelo, me besara y me dijera que todo estaría bien, verle sus ojos oscuros y con un poco de arrugas por el estrés que yo le causaba, verle su sonrisa casi perfecta, sus pómulos, su cabello castaño y siempre despeinado, pero entre todo ello, yo veía a Anne perfecta, ella era la mujer que estaba destinada a ser para mi. Cuando pienso en ella es cuando más bebo, no puedo evitarlo, necesito el alcohol, pero a su vez me hace tanto daño, me recuerda que esa era mi manera de acercarla, porque no era capaz de decirle a los ojos que la necesitaba, que quería verla, sentirla, abrazarla, nunca fui capaz porque era un completo imbécil, por ello, la mujer que elija finalmente amar tiene que ser como era ella conmigo, porque con ella haría lo que no hice con Anne.

Cago fuera del hoyo y me salgo del bar, no puedo ni mantenerme en pie y me caigo a la salida del bar, no sé cuanto tiempo pasa luego de ello y siento las manos de Anne, pero no es ella, es Eleonor.

-¿Elnro?

-Sí, soy yo, no se preocupe, yo lo llevo a su casa, ¿quiere que le haga algo?

-Quédese conmigo siem... sempre.

-No puede ni hablar, vamos.

Cosas así son las que me hacen querer a Eleonor, pero no la conozco bien y sé que ella tiene algo oculto, y es notorio, ella lo admite más sé muy bien que ella no me contaría qué es lo que pasa por su mente ni qué le pasó en su vida, si la investigo violaría su privacidad y ella me podría odiar y no puedo arruinar la única oportunidad que tengo con la mujer con la que he soñado por tanto tiempo, Anne. Aún me pregunto si pudiese ser posible clonarla, aún quedan cabellos de ella en su ropa, la tengo toda guardada justo donde ella la dejo esa última mañana, maldición, todo fue tan repentino, mis sentimientos se fueron con ella, pero les juro, siento que están volviendo con Eleonor, ¿será posible?

-No se levante, solo descanse, si no puede ir mañana, yo lo cubro diciendo que está muy enfermo por x motivo, algo me inventaré y vendré a su casa para decirle sobre x enfermedad que usted se supone debe tener, cuídese, Torres.

Me besó la frente, les juro no sé que mierdas pasa, pero ella me gusta y hasta podría quererla, maldita sea.

Eleonor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora