*-Juan, Juan.
Maldita sea, Anne nunca se calla la maldita boca, me encanta, la amo, pero lo la soporto, podría sacarle las cuerdas vocales para solo besarla y que se callara.
-¿Qué?
-Oye, tengo que salir y llego hasta mañana a las 5:00 a.m.
-¡Maldición, Anne! ¿Qué mierdas pasa con tu miserable trabajo? ¿Ah? Duras desde la maldita mañana hasta muy tarde o incluso varias veces ni llegas por eso, ¿De qué mierdas trabajas? ¿De puta? o por qué te demoras tanto siempre. Estoy mamado de la misma mierda siempre.
-Siempre es la misma maldita discusión, soy detective o una mierda parecida a eso. Deja de meterte en mi maldita vida, maldición, Púdrete, Juan.
Le di un puño en medio de la cara y ella no mostraba ninguna clase de dolor, era como si fuese insensible y no me consta que lo sea, si no le duele dejar a la persona que extrañamente más la ama por un maldito trabajo.
-Lo siento.
-Ya me acostumbré de esta porquería.
-Bien, al menos antes de que te vayas ¿podemos coger? Hace mucho no lo hacemos porque ese trabajo te consume todo tu tiempo.
-Voy tarde.
-Bien, entonces lárgate, ojalá no te vuelva a ver, perra.
-Me amas, imbécil.
Me besó con ternura.
-No sé como me soportas, Anne.
-Sabes bien que te amo.
Me devolvió el puño que le di, y ella si que tiene una gran maldita fuerza, también la amo, pero les juro, no puedo demostrarle mis sentimientos, soy fuerte, o eso es lo quiero que ella crea, si me ve destrozado o ve que la necesito, la seguridad que le doy se irá. Quería tanto decirle que también la amo, pero no lo hice, soy un idiota.
-Adiós.
No me dijo nada, solo me miró con los ojos llenos de lágrimas, pero sin soltar ninguna, se dio la vuelta y partió. Aún me pregunto por qué soy así con ella, si ella estuviese a punto de morir, yo daría mi vida por ella, pero no puedo demostrarle lo que ella significa para mí, hoy romperé mis hábitos tan asquerosos con ella y le tendré un pollo posiblemente quemado y una botella del mejor licor que exista para que entienda que la amo sin necesidad de que se lo diga, eso estaría perfecto. Pasé todo el día buscando el mejor licor, y lo encontré, claro que era costoso, pero lo valía o al menos eso espero. Son las 23:37, suena el teléfono, eso es algo que sucede una vez en la vida.
-¿Señor Juan Torres?
-Sí, disculpe ¿para qué me necesita?
-Lamentamos informarle que su esposa Anne León, acaba de ser herida gravemente, y está en estado crítico, no sabemos si pueda vivir para que usted la...
Colgué, ni si quiera pregunté dónde estaba, solo salí a correr como un majareta por todas la calles, no sentía fatiga, no me pesaban las piernas, parecía un maldito poseído, si algo le pasa a Anne, no sé que mierda sería mi vida.
-¡ANNE! ¡ANNE! ¡ANNE!*
-Torres, ya tranquilo.
Todo era un sueño, me desperté con los ojos completamente aguados, al parecer estuve gritando el nombre de Anne durante un buen rato y Eleonor trataba de despertarme.
-¿Está bien?
-No pregunté dónde estaba y jamás vi su cuerpo, solo sé que ella ya no está más. Todo es mi maldita culpa.
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Eleonor.
Mystery / ThrillerEleonor, Eleonor, la mujer de mis sueños, la mujer de ojos color turquesa, pero algo obscucro se encuentra en su interior y mi deber es descubrirlo, no debo dejar que mis sentimiento interfieran.