Just stay. » Jade y Liam. [Editando]

CAPÍTULO 31:

Al día siguiente era viernes, y bueno, ya que no me apetecía salir a ningun sitio ni podía porque tenía que cuidar a Karl y estar en reposo decidí quedarme en casa todo el día. Estube toda la mañana jugando con Karl ya que no tenía otra cosa que hacer. Tambien estube un rato hablando con las chicas. Llegó la tarde, aburrida como la mañana pero llegó.

— Jade, me tengo que ir a trabajar, ten cuidado con Karl, vendré sobre la madrugada. — Me dijo mi madre saliendo por la puerta.

— Vale mamá, suerte. — Le grité desde la sala de estar.

Empezó a llover bastante, el cielo estaba oscurecido y ya no se veía a nadie por la calle. Tocaron a la puerta y fui a abrir.

— Karl esperate aquí. — Le dije sentandolo en el sillón.

Abrí y allí estaba Liam, todo mojado por la lluvia con una sonrisa como siempre.

— Estas empapado Liam. — Dije mientras le abrazaba.

— He venido a verte, para estar contigo. — Me dijo plantando un beso en mis labios.

Entramos hacia la sala de estar y Karl, bueno Karl solo jugaba con sus juguetes.

— Está mi sobrino. — Le dije señalandolo.

Liam se sentó al lado de Karl y los dos comenzaron a jugar, parecían llevarse bien. Yo sonreía como una tonta, ese momento era tan perfecto, verles a los dos jugar hacía que no pudiera quitar la sonrisa.

— He traido películas, por si te apetecía verlas. — Me dijo sosteniendo con cada mano una película.

— Mejor esta. — Le dije rebuscando entre un cajón.

Saqué una película que el conocía perfectamente, 'this is us'.

— ¿Qué te parece esta? — Le dije mostrandosela.

— ¿De verdad quieres ver al tal Liam ese? — Dijo con sarcasmo. — Veamos esa.

Puse la película en el reproductor de DVD's y comenzamos a verla, Karl estaba viendo la película con nosotros. Yo estaba rodeada por los brazos de Liam y Karl estaba a mi lado.

— Me gusta ver una película en la que sales tanto. — Dije dandole pequeños mordiscos en el cuello.

El no contestaba, solo le oía como sonreía. Karl se quedó durmiendo y lo metí en su pequeña cama.

— Quedate a dormir, que mi madre está trabajando. — Insistía mientras le besaba.

— ¿Seguro que dormir? — Bromeó el.

— Bueno, eso depende.

Lo tumbé en el sofá y comencé a besarle, nuestra respiración iba cada vez mas acelerada. Oímos como tocaban a la puerta.

— No abras Jade. — Me decía el sin parar de besarme.

— Tengo que abrir. — Dije juntando sus labios con los míos.

Cojí las muletas y andé hacia la puerta. Abrí la puerta y estaba justamente la persona que menos esperaba, Sam.

— ¿Qué haces aquí? — Le pregunté extrañada.

— Necesitaba hablar contigo. — Dijo el.

Antes de que Sam terminara la frase Liam se acercó a ver quien era.

— ¿Qué mierdas haces tu aquí? — Dijo Liam acercandose a Sam.

— Lo primero es que no te acerques y lo segundo no te importa. — Contestó el dandole un pequeño empujón.

— Tranquilizaros por favor, no peleeis ahora. — Dije yo separandolos.

— Sam, ahora está conmigo. — Le dijo Liam.

Liam empezó a sonreir pero de una manera un poco malvada, rápidamente golpeó a Liam y ambos comenzaron a pelear. Les ordenaba parar pero ellos no se detenían. Estaban en la calle peleandose y con gente alrededor no conseguían parar. Justamente Harry y Zayn pasaron por ahí cuando estaba la pelea.

— ¡Parar! — Gritó Harry cojiendo a Sam.

Esta vez no había sido culpa de Liam, el que había empezado era Sam. No podía dejar de llorar al ver sangrar tanto a Liam.

— Liam tranquilizate. — Le decía Zayn mientras agarraba a Liam.

Harry cojió a Sam y Zayn a Liam, pero aún así no conseguían calmarles.

— ¡Déjame Zayn, déjame! — Gritaba Liam enfadado.

Harry soltó a Sam y el se marchó. Liam tambien lo hizo de Zayn pero bruscamente.

— Voy a llamar a Perrie. — Dijo Zayn sacando su móvil.

— Será mejor que pasemos a dentro, hay muchos fotógrafos. — Dijo Harry mirandonos.

Entramos y rápidamente llegó Perrie. Liam estaba serio sentado en el sillón sin hablar.

— Liam, tienes la cara aún peor que la otra vez. — Dijo Perrie mirandolo.

— Será mejor que le cures. — Dijo Zayn. — Nos vamos ya, os dejamos solos.

Se fueron hacia sus casas y me quedé a solas con Liam en mi casa sin hablar. Yo le desinfectaba las heridas pero el no me dirigía la palabra.

— Tienes mucha sangre Liam. — Le dije yo. — ¿Puedes contestarme a algo de lo que digo?

— ¿Qué quieres que te diga? Que nunca nos dejará en paz. — Dijo el.

— Esta vez no ha sido culpa tuya Liam. Olvidate de lo que ha pasado, hablaré luego con el.

— No, déjalo, el siempre intentará volver contigo y no nos dejará en paz.

Me sorprendía como Liam se desmoralizaba, llevaba razón, Sam no nos iba a dejar en paz pero necesito hablar con el para pedirle explicaciones.

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