Just stay. » Jade y Liam. [Editando]

CAPÍTULO 32:

Pasaron los días, concretamente cinco y bueno, faltaba un día para que Liam se fuera. Había quedado con Sam para hablar sobre lo del otro día. Fui hacia el parque donde allí estaba el sentado en un banco.

— Hola Jade. — Me saludó el levantandose.

— Hola Sam. — Le dije. — Quería hablar contigo.

— Vamos mejor a un sitio mas privado.

Andamos hacia una cafetería y allí nos sentamos en una mesa.

— Te pedí perdón una vez por pelearme con Liam, pero dos no te lo voy a pedir. — Dijo el con un tono bastante desagradable.

— Sam, yo ahora estoy con Liam y lo quiero, pero me gustaría que tu y yo seamos amigos. — Le dije con sinceridad.

— Jade, lo último que quiero es hacerte daño, pero creo que con Liam no estas bien. El está de gira que si de un lado hacia otro y no es de fiar.

— Y me lo dices tu que me dejastes por irte con otra. Confio en Liam mas que en nadie y no voy a dejar que ni tu ni nadie nos separe. — Le dije con un tono agresivo. — Y aquí termina nuestra conversación.

Andé hacia la puerta de la cafetería y me detuve para aclararle una cosa a Sam.

— Retiro lo dicho, no quiero que seamos amigos ni nada. Hagamos una cosa, olvidemonos de todo lo que ha pasado, yo iré por mi camino y tú por el tuyo.

Acabé de decirle eso y volví a casa, pero justamente cuando estaba a punto de llegar me encontré con Jesy.

— Hola Poopey. — Me dió uno de esos abrazos tan amorosos que ella siempre me daba.

— Hola Jesy. — Le abracé yo también.

— Voy a ver a Leigh, ¿Vienes?

— Vale, no tengo otra cosa que hacer.

Andamos hacia la casa de Perrie pero justo cuando llegamos a la casa vimos que salía de su casa.

— Hola chicas. — Nos saludó Perrie con un amable abrazo.

— ¿Vamos a tomar algo? — Pregunté yo señalando una pequeña cafetería.

Decidimos ir las tres y llamar a Leigh-Anne por teléfono. Cuando vino estuvimos hablando sobre Sam y Liam. Ellas me daban la razón en todo.

— Mañana otra vez. Otra vez Liam se va. — Dije dandole vueltas a mi taza de café.

— No me puedo creer que las dos semanas hayan pasado tan rápido y se vuelvan a ir. — Dijo Perrie con tristeza.

Volví a casa y me encontré a Liam en la puerta de mi casa.

— Hola Liam, ¿Qué haces aquí? — Le besé mientras le saludaba.

— Venía a por ti, para que dieramos un paseo. — Me dijo el con una sonrisa que era capaz de derretir a todas y cada una de las personas de la Tierra.

— Te tengo que contar muchas cosas, así que vamos a dar el paseo.

Andamos por el centro de Londres, la gente nos pedía fotos y autógrafos y los paparazzis nos fotografiaban. Pasábamos a las tiendas hasta que llegamos a un bar que había cerca del río Tamessis. Nos sentamos y le conté de lo que había hablado con Sam, que había discutido con el y que no quería hablarle mas.

— Por fín nos dejará en paz. — Dijo Liam con descanso.

Hubo un pequeño silencio y me puse un poco seria, el sabía bien por que era.

— Jade, en un mes volveré. Ya no es como esta vez pasada que estuve cuatro meses sin verte, esta vez volveré en 30 días. — Dijo el acariciandome la mejilla.

— Lo se Liam, pero se me va a hacer muy largo este tiempo. — Le dije yo cojiendole de la mano.

— Ya sabes que te llamaré todos lo días para contarte lo que hago y saber como estas.

Nos tomamos nuestras bebidas y volvimos a casa, concretamente a casa de Liam.

— Quédate a comer, he encargado una pizza. — Me decía el.

— No, no me quedo con gente tonta a comer. — Bromeé.

— ¿Estas segura de que no? Porque este tonto va a hacer que te de un ataque de risa haciendo cosquillas.

— ¿Si? Pues píllame si quieres.

Salí corriendo por toda la casa evitando que Liam me alcanzara porque me iba a hacer cosquillas y eso es una de mis debilidades. El iba corriendo detras mia y no conseguía alcanzarme, hasta que me cojió por detras y puso mi cuerpo sobre su hombro.

— ¡Sueltame! — Le gritaba yo pataleando como una niña pequeña.

Me tiró contra el sofá y comenzó a hacerme cosquillas rápidamente por todo el cuerpo. Veía como el se reía y bueno, yo no podía parar de reir.

— ¿Te vas a quedar ahora a comer con este tonto? — Me decía el sin parar de hacerme cosquillas.

— Está bien está bien, me quedo. — Le dije mientras conseguí sentarme.

Vino la pizzera con nuestra pizza que ámbos comenzamos a comer, en apenas un cuarto de hora no quedaba nada en el cartón que envolvía la pizza.

— Estoy llena. — Le dije yo acariciandome la tripa.

— ¿Sabes que? Echaré de menos estos momentos contigo. — Dijo el con una sonrisa triste.

En escasos segundos sonreí con tristeza, esas palabras que me había dicho me hizo que pensara en lo mucho que iba a hechar de menos a Liam otra vez cuando se marchara de gira.

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