Estreno

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Después de varias semanas de entrenamiento Irene tiene su primera pelea contra otra luchadora ante el público de una localidad cercana…

***

-         ¿Qué haces aun estudiando? -preguntó Xana, que apareció por la espalda de Irene para posar sus manos sobre los pechos de la joven, que se sobresaltó un poco pero después se dejó tocar.

-         Tengo que estudiar -dijo la chica, quien a pesar de que se encontraban en un hotel de Gerona para participar en esa ciudad en su primera lucha, Irene había decidido llevarse sus libros para poder estudiar durante el tiempo que tuviese libre.

-         Te he llamado por el móvil pero me ponía que lo tenías apagado -dijo la asiática, que iba vestida con una falda corta y una blusa semiabierta.

-         Sí -respondió Irene, cerrando el libro porque sabía que no iba a poder seguir estudiando con Xana allí-, lo tenía apagado para que mis compañeras no me molestasen. Normalmente antes de un examen solemos estudiar juntas y como esta vez no puedo por motivos “laborales” están un poco pesadas.

-         Diles que te has ido con tu novia a pasar el fin de semana -dijo Xana, mordiendo el cuello de Irene-, te puedo dejar marquitas por tu cuerpo para que no tengan dudas de que estuviste ocupada.

Irene rio mientras se dejaba hacer por Xana. Realmente le gustaba que aquella atractiva y atlética asiática se sintiese tan atraída por ella, pero aún con los esfuerzos de Xana Irene no podía olvidar para que había ido a aquella ciudad.

Pese a que la novata luchadora había insistido a Xana sobre la gran cantidad de cosas que debía estudiar aquel fin de semana, la asiática había logrado imponer su opinión ofreciendo a su alumna viajar a la ciudad un día anterior para relajarse, hacer turismo, comer en sitios diferentes… todo pagado por Xana. Cuando Irene escuchó que su entrenadora estaba dispuesta a pagarla todo aquello para que ella estuviese más relajada, la joven se emocionó un poco y no dudó en aceptar la oferta de buen grado, habiéndola dado las gracias la noche anterior como era debido, con una noche de sexo excepcionalmente larga y placentera.

Irene notaba perfectamente que Xana cada vez estaba más prendada de ella y, aunque ella también poco a poco se estaba sintiendo atraída por Xana, era evidente que los sentimientos de la asiática era mucho más fuertes que los suyos.

La joven no intentó engatusar a Xana para que la permitiese vivir con ella, pese a su precaria situación económica, incrementada por no haber obtenido aún ingresos al no haber combatido todavía. La chica tenía miedo a fastidiar la relación que estaban comenzando a forjar al poder hacer pensar a Xana que solo era cariñosa con ella por su solvencia económica.

-         Bueno bonita, ve cogiendo tu bolsa de ropa que tenemos que ir para el polideportivo -dijo Xana, quitándose de encima de Irene.

-         ¿No podemos acabar antes lo que has empezado? -preguntó Irene, que estaba totalmente excitada.

-         No, así durante la pelea estarás excitada y ansiosa de acabar -dijo la mujer, mientras se peinaba un poco su melena de pelo negro y liso-. En cuanto ganes a tu rival te haré acabar, pero solo si ganas -le avisó.

Irene hinchó sus carrillos como si fuera una niña pequeña, pero acabó sonriendo. No porque tuviera el convencimiento de que fuese a ganar fácilmente, sino porque sabía que Xana no podría mantener su palabra, y estaba segura de que aunque perdiese esta le daría una buena noche de sexo lésbico.

Aunque el local en el que se iba a celebrar la pelea no estaba demasiado lejos de su hotel, Xana decidió sacar su vehículo del garaje para ir hacia allí. Durante el trayecto el corazón de la joven luchadora comenzó a latir de forma más intensa, debido a los nervios que le producía aquella nueva situación, para la que se había estado preparando durante semanas, pero para la que al parecer toda preparación era poca.Tan solo cinco minutos después de montar en el coche, las dos chicas tuvieron que bajar, ya que el lugar donde se celebraría la pelea estaba ante ellas. Al igual que la lucha a la que habían asistido hacía una semana, el lugar donde se iba a celebrar era un pequeño polideportivo de la ciudad.

Irene la luchadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora