En efecto, había funcionado a la perfección, menudo chollo me había buscado yo con eso de los microchips, por lo menos mis padres no me iban a tocar las narices mandándome recados y tonterías de ellos, estaría todo el tiempo haciendo lo que me diera la gana.
Y así hice, estuve entrando y saliendo de casa cuando quería y mandando a mis padres a hacerlo todo por mi, sabiendo que no me pondrían ninguna pega.
Pero llegó un momento que era hasta aburrido tener a tus padres dominados, entonces me puse a pensar en otras utilidades para los chips y pensando durante un buen rato caí en el trabajo, en como podía hacerme servicio, no sabía con quién utilizarlo y empecé por lo más bajo, o sea que fue el encargado.
Así que repetí la misma operación que hice con mis padres, comprar el chip, instalarlo en la araña y clavarle el chip al encargado.
Cuando me aseguré de que lo tenía bien puesto fui a trabajar, entonces cuando vi al encargado quise probar el chip y le pedí que se bajara los pantalones en modo de prueba, pero mi sorpresa y la de mis compañeros que estaban conmigo fue que se los bajó sin rechistar (cosa rara porque protestaba por todo).
Entonces supe que había funcionado, tenía ya carta blanca para hacer lo que quisiera sin represalias, al menos del encargado.
Desde ese día era el puto amo en la empresa, algunos compañeros que llevaban más tiempo que yo empezaron a sospechar algo porque yo llevando menos tiempo hacia lo que quería con el encargado, cosa que ellos no podían, entonces tuve que comprar microchips para todos y instalarlos en cada uno de ellos para tenerlos en mi poder, de esa manera ya no se quejarían más.
