Al llegar a la nueva casa los muebles ya estaban colocados y los electrodomésticos instalados y lo que quedaba era la ropa.
Cuando mi madre me informó que el lunes iba a empezar a ir a clases me ilusioné y enseguida me puse a trazar planes de como será mi primer día:
Llegaría estudiaría las caras más populares, su vestimenta, sus conductas, sus gestos y frases más repetitivas.....Y de esta manera podré encajar perfectamente sin ningún problema. Pero lo único que me preocupaba era el tiempo que de suponia que debía tardar: No Mas de 3 Días !!!!
Cada vez que pensaba en eso me ponía nerviosa e impaciente, ansiosa para empezar un nuevo curso con muchos amigos pero a la vez no me dejaba de preguntar ¿y si no encajaría? ¿ y si se burlan de mi? ¿y si me quedo sola como me ha pasado durante toda mi infancia? ¿y si no voy a ser capaz de.... Enseguida mi madre interrumpe mis pensamientos.
MADRE: hija la cena ya está.
Y sin pensarlo mucho baje a comer, la verdad es que no tenía mucho apetito, sólo la idea de empezar una nueva vida en la que puede que importe algo más que un garbanzo me inquieta y me quita las ganas de comer.
El domingo me dormí temprano, prepare mis zapatillas a juego con mi pañuelo unos jeans y mi blusa favorita azul turquesa.
A la mañana siguiente me tire más de una hora en el baño, decidiendo si soltar o recogerme el pelo en una coleta, al final decidí soltarlo porque tenía mucho frio y por si me entra vergüenza podría cubrirme un poco la cara.
Repasé por última vez mis planes mientras mi madre preparaba el desayuno...al final decidí leer mi libro favorito otra vez y no me di cuenta hasta que mi madre me llamó para desyunar. Desayune y antes de acabar mi padre me interrumpió con la excusa de que llegamos tarde y en ese instante una tormenta de nervios me inundó y me quedé paralizada no sabía que hacer pero dos segundos después reaccioné y me levanté con las manos temblorosas y pisando firme para no perder el equilibrio. En cuanto llegue tocó el timbre y me dirigí a dirección, que es donde se suponía que tenía que ir, para que me den mi horario y las clases a donde me tengo que dirigir. Llegué diez minutos después , me perdí, y me daba vergüenza preguntar dónde se encontraba dirección. Me ofrecieron un horario y gracias a Dios un mapa del Instituto con el nombre de las clases.
Me había perdido biología y ahora me tocaba matemáticas. Me había metido en un curso avanzado porque los otros me resultaban aburridos de un cierto modo. Y como es de esperar todos son empollones y algunos se daban la vuelta para mirarme, me recordaban a mi...en fin, antes de que acabe el curso me prometo que no me voy a parecer a ellos en nada.
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Facetas.
Teen FictionSara es una chica tímida e inteligente que sufría acoso escolar, un día sus padres tomaron la decisión de mudarse ha otra ciudad, en la cual acabará su curso escolar. En cuanto se enteró de la mudanza se alegró y empezó a trazar planes sobre como co...