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Tres, en lugar de mandar un mensaje, llámame.






•Joseph•





Había pasado una semana desde que partí de USA, todo ese tiempo estuve arreglando papeles, en juntas directivas. En fin, estuve trabajando duro para lograr que ese contrato fuera firmado.

Y durante todo ese tiempo, solo podía mensajear con Krystal. Y, a veces, respirar.

Exacto, era tanto mi trabajo que a penas podía respirar. Tanto papeles y tanto blah, blah, blah, me hacían sentirme estresado, fastidiado... Y frustrado.

Si, es que... Bueno... Mucho tiempo sin... ¿Cariñitos? Ya saben.

El punto es que ya estaba harto de todo. Así que, como esa tarde estaba libre de todo mal, le dije a Sulli —amiga de la infancia de Krystal y mi compañera de trabajo—, que fuéramos a pasear, pues merecíamos un poco de diversión después de tanto trabajo.

Antes de salir, le mandé un mensaje a mi novia, era algo sencillo. Tan sólo un "Amor, te extraño. ¿Como estas?" era lo que contenía dicho texto.

Espere su respuesta por varios minutos, una respuesta que jamás llegó.

Supuse que, por la diferencia de horarios, tal vez la cogí ocupada y por eso no me respondía.

Lo dejé pasar y fui a la habitación de Sulli, realmente no estaba tan lejos. Era la puerta de enfrente.

—Ya voy, Joseph —Hablo Sulli tras escuchar el sonido de la puerta siendo golpeada.

Espere menos de cinco minutos y salió Sulli. Se veía espectacular.

Y pensar que en un inicio yo deseaba estar con ella. Si aunque no lo crean.

Hace varios años, cuando yo estaba en la Universidad. De hecho, era mi primer año. Conocí a Sulli, ante mis ojos era la mujer más hermosa del mundo. Y es que solo con verla, uno queda hipnotizado. Su cabello castaño, ondulado, sus hermosos ojos, su rostro de Ángel y cuerpo de diosa. Sulli realmente hacia que cualquier chico o chica cayera rendido a sus pies. Y yo fui uno de ellos.

Intenté conquistarla por varios meses, hasta que un día me enfrento. O bueno, decidió dejarme las cosas claras.

Ella no estaba interesada en mi, pues ella ya estaba en una relación con un hombre mayor. Choiza, un importante hombre de negocios, carismático y, debo aceptarlo, guapo. Sulli no quería nada más que una amistad conmigo.

Por mucho tiempo, estuve en desacuerdo en esa relación, tenía varios motivos para hacerlo. Pero las más importantes eran que, ese hombre podría ser su padre y, que yo seguía encaprichado con ella.

Pero al final, termine aceptándolo.

Fue a mediados de nuestro segundo año, que Sulli me invitó a ir a su casa, porque habría una fiesta en honor al cumpleaños de una amiga suya. Ahí conocí a mi Krystal, y quede prendado a ella apenas la vi. Krystal, una chica más baja que Sulli, cabello castaño, piel blanca, un rostro frío pero seductor. Si la elegancia, seducción, clase, sensualidad y belleza fueran una persona, sin duda serían Krystal.

Mi Krystal.

Llegamos al restaurante, por que si, teníamos más hambre que ganas de pasear. Cogimos una mesa y apenas llegó el mesero, ordenamos nuestra comida.

—Entonces, Kryssie decidió castigarte por tonto.

—No, no, Sul. Ella cree que yo no soy capaz de entender lo que una mujer quiere —Intente defenderme pero mi adversa sólo río—, ¿Qué es gracioso? Ella quiere que la entienda como si yo fuera una mujer. Y eso es muy complicado.

[Mini-Fic] Lo que una chica quiere || Kryber || Amber × KrystalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora