Una promesa arriesgada

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Mayo 23

Son las dos de la mañana y estoy escribiendo en mi libreta, si las dos de la mañana. Lo se suena trillado y seguramente pensaran que esa frase ya se ha visto en otros relatos, pero me justificaré, hasta ahora he podido encontrar algo de tiempo y comodidad para escribir, hasta me siento como un artista con un broche de inspiración y tiene que dejarlo salir antes de que se arrepienta o se le olvide. Justo esta era mi situación, me he visto ajetreada todo el día por lo que ni siquiera debería de haberme tomado el tiempo para escribir estas páginas, pero necesitaba desahogarme así que, aquí estamos.

Hace unas semanas decidí mudarme de casa de mis abuelos y probar suerte con mi mejor amiga Sarah; hoy di el empujón final y después de unos largos llantos de mi abuela, como diez mil consejos de mi abuelo y horas de empacar y desempacar lo logré. Naturalmente la mudanza ha ocupado una gran parte de mi tiempo que últimamente he estado tan ocupada; apenas he tenido tiempo de comer y respirar, además de ducharme y procurarme que mi perro y plantas no mueran de hambre ni por falta de atenciones; así que Sarah me regaló esta libreta para que anotara lo que me quitaba la tranquilidad o simplemente algo que valiera la pena ser escrito. Para ser honesta me mostré escéptica al principio y pensé que era una tontería, pero hoy no pude resistirlo más.

El estrés de no tener empleo me está matando, sé que pronto tendré una entrevista y como dice mi abuela "el vaso siempre va medio lleno Amelia"; pero no puedo dejar de pensar en la posibilidad de que quede otros tres meses sobreviviendo a punta de lo que llamamos "chambas duras" por pagas horribles, el horrible acto de pedir dinero a mis abuelos (quienes apenas se mantienen) y la fea sensación de deberle mi parte de la renta a Sarah.

No debo dejar que ese pensamiento me domine, sino la peor de las depresiones me va atacar y ese es un lugar al que no pienso a entrar. Pensemos en cosas buenas, por fin le di el espacio a mis abuelos y ahora mi abuelito Miguel puede cantar en ocasiones por gusto y no porque tenga que mantener la casa, Sarah me consiguió unos turnos de dos veces a la semana ayudando en un centro de cuidados paliativos, mis turnos son nocturnos y temporales, lo que me deja ratos libres, el lugar es muy pacífico y además quien no adora escuchar las historias de los ya vividos; y no nos olvidemos de mi entrevista... Sí, definitivamente ese pensamiento es mejor.

Mayo 25

Me decidí a escribir los sucesos día por medio para poder dedicar tiempo a mi mascota, familia y deberes que requieren bueno, de mi existencia y tiempo. Por supuesto que los sucesos del día anterior fueron relevantes, pero fueron tan importantes que ni siquiera tuve tiempo de procesarlo, tampoco pretendo hacerme una constante a esto de la escritura, así que lo contaré ahora que estoy ociosa.

Ayer Sarah y yo estábamos hartas de ver cajas y cajas de cosas que decidimos mandar todo a la mierda (escribí esta línea con la esperanza de que mi sobrinito nunca encuentre esta libreta) e ir por un café ¡Ni eso habíamos podido hacer! entre, la mudanza, mis medios turnos de noche y las prácticas de Sarah en el hospital apenas si nos veíamos el rostro. Todo iba bien... Hasta que Sarah abrió la boca.

– Oye descubrí una banda genial de tu país, deberías escucharla es...

- ¡Voy a morir sola! — No miento, esas fueron sus palabras exactas. Es mi libreta y siento la necesidad de entrar en contexto ¡malditas ganas de respetar los sucesos lineales! Supongo que esto empezó después del idiota maldito... en resumen, Sarah conoció hasta este tipo obviamente se enamoraron, hasta vivieron juntos ¡carajo hasta pensé que se iban a casar!

No hubo cuento de hadas, obviamente y estoy segura que nunca lo quiso, pero tampoco puedo juzgarla por querer encontrar estabilidad en alguien, yo lo intenté y mis resultados no fueron los mejores

Un novio para mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora