Tres narradores

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- De acuerdo, si insisten...

Joey
Algunos días atrás

Tomé el teléfono de Maggie para charlar con Sarah
- Maggie más vale que sea rápido porque no pienso...
- ¿Esa es manera de tratar a tus amigas? No entiendo como Maggie te sigue hablando
- ¿Quién demonios habla? - Si es así todo el tiempo mejor cancelo mi plan
- Primero habla en un tono más educado y segundo es Joey
- ¿Qué rayos quieres?
- Tenía una propuesta para ti pero ¿sabes qué? Mejor olvídalo - claro que no iba a colgarle sólo quería que se disculpara para hacerla enojar
- ¡Espera!
- ¿Qué quieres?
- Dime de qué se trata
- Primero discúlpate - Se escuchó irritada lo que era una victoria para mí - Adiós Sarah
- ¡Aggh! Lo siento
- ¿Lo ves? No fue tan difícil - Le conté acerca de mi reunión con mi franquicia y de mi irritable además de loca tía, ella me dijo más de cien veces que desea una cita fingida y yo cien malditas veces le dije que no lo sería, iba a colgarme hasta que me harté
- Deberías dejar de ser tan egoísta y hacer esto por Maggie
- ¿¡A qué te refieres!?
- ¡A que esa chica hace todo lo posible por conseguirte un novio y tu no haces nada más que quejarte, te sugiero una cita descente y no haces más que rechazarla! - El silencio del otro lado de la línea me comprobó que ella se sentía mal
- De acuerdo iré
- Como sea.
Por la mañana me desperté temprano y asalté el armario de mi hermano para la reunión de esta noche, debido a la tormenta me tuve que quedar
- Joe por última vez no tengo tu camisa de Metálica
- No es eso, estoy buscando ropa descente para mi "cita" con Sarah - hizo un gesto de burla
- Buena suerte encontrando un atuendo así allí adentro - la colección de mi hermano se basaba en camisas de tirantes o de colores hippie, sweaters de lana olgados, pantuflas a montón y tennis desgastadas, tenía ciertos pares de zapatos elegantes y ropa formal pero no de mi agrado, no es que sea vanidoso ya que también suelo vestir casual, pero sé que tengo mejores prendas que Paul. Encontré una camisa manga larga negra al igual que un pantalón y zapatillas recién lustradas
- ¡Eh! ¡Eh! Ni lo pienses
- Pareces una chica
- Es para mi cita con Margaret
- ¿¡Tu qué!?
- No es lo que crees - Al final tuve que optar por una camisa roja y otro par de pantalones negros.
Un cuarto para las ocho mi querido hermano salió a recoger a Margaret y yo iría por Sarah pero fui tan idiota que no pregunté su dirección así que llamé a Maggie
- ¿Hola?
- Pulga necesito tu ayuda
- Joe ahora no tu hermano me secuestró para una cita
- Sólo necesito la dirección de Sarah
- Oh, es calle Jacobo apartamentos Schifter tercer piso puerta 20 - Llegué justo a la dirección que Maggie me dijo, avancé por el pasillo hasta que encontré el número 20, toque dos veces y unos ladridos me recibieron
- Fang, Hedwig ¡basta! - la puerta se abrió y Sarah salió, no miento lucía linda, hasta me podría agradar. En el auto el silencio era más que evidente hasta que ella tomó la iniciativa
- Me sorprende que no vayas de negro y con tus típicos pantalones de chándal - Esta chica si que no tiene pelos en la lengua, ni un botón para ponerla en mudo
- Dale gracias a Paul esta era la única disponible en su armario
- ¿Le robas ropa a tu hermano?
- ¡Es prestada! - esa pequeña conversación me avisó que será una noche larga
- Antes de que lleguemos habrán ciertas reglas - prefería cuando nadie decía nada
- No me vas abrazar, besar, tomar de la mano no quiero que me llames linda o preciosa ni nada por el estilo, no vamos a bailar ni nada que se te ocurra - Me tragué mi orgullo de decirle exactamente lo que pensaba pero cuando murmuró algo acerca de la posible peor noche de su vida no lo soporté
- ¿¡Quisieras dejar tu rol de mujer ruda por un maldito segundo!? ¡Primero reclamas porque no tienes una cita y ahora que la tienes te quejas! Además las cosas que no quieres que pasen son exactamente lo que sucede en una cita, pero descuida no haré ninguna de esas cosas - llegamos y varios me recibieron con un apretón de manos, habían clientes, empleados y proveedores por todos lados, tenía que charlar con todos pero para no ser un completo idiota incluía a Sarah, mi loca tía apareció después de media hora y supe que mi infierno se hacía mas grande
- Tú local está mal decorado Joseph, me dan ganas de vomitar
- Buenas noches para ti también tía Collete - ella era francesa y además de siempre haber detestado mi franquicia me reprendia porque yo no aprendí hablar francés como Paul y ella insistía en que debíamos hablar únicamente francés cuando estuviera cerca
- A mí me parece que está bien -El comentario de Sarah me sorprendió, después de lo que dijimos en el auto y de lo frío que hemos sido uno con el otro toda la noche no creí que dijera eso
- ¿Y tu eres?
- Tía ella es Sarah Murray es amiga de Maggie - Sarah le extendió el brazo pero como de costumbre, mi tía la vió con desprecio
- ¿Y quién rayos es "Maggie"?
- Tú recuerdas a Margaret, la mejor amiga de Paul de la infancia, la hija de los ingleses ¿su compañera de casa?
- ¿¡Su qué!? - Mi odiosa tía ha tenido más afecto por Paul que por mí, pero nunca me ha interesado puesto que el también la odia, además si lo viera con su pelo largo y su barba le da un ataque cardíaco
- ¿Cómo es que Paul tiene a una inquilina en SU casa?
- No es una inquilina realmente comparten la casa
- ¿Y cómo es que tu madre aprueba esto?
- Paul ya tiene veinticinco años y mamá adora a Maggie - Como si esos dos llegaran a tocarse un pelo
- Como sea después lo discutiré con ella; no puedo creer que dediques a este tipo de cosas, pudiste hacer mucho más y eso de que seas fotógrafo es nefasto - No conoces a Terry
- Pues yo pienso que es brillante lo que hace y su cara es nefasta - Tía Collete se quedó con la boca abierta al igual que yo, esta chica empieza a agradarme
- ¿Que dijiste jovencita?
- No debería tratar así a su sobrino, hace lo que le gusta y eso lo vuelve exitoso he interesante - Me llevé a Sarah a una mesa para evitar que mi tía llamara a la policía o algo dramático - L-lo siento Joe no quise...
- Eso... Fue... ¡Genial!
- ¿¡Qué!?
- Fue estupendo, tienes que enseñarme hacer eso - los dos reímos, debieron ver la cara de la arrugada
- ¿Por qué lo hiciste?
- Porque no es justo que te trate así sólo porque haces algo que te apasiona tu trabajo me impresiona, está mal que te hable de esa manera, lo que me lleva a disculparme por lo que te he dicho
- Espera ¿Te estás disculpando? - ella asintió con la cabeza
- Yo tampoco fui muy amable que digamos - hubo un silencio incómodo, la llevé a la barra donde estaba Ian, el barista - Hora de degustar café - probamos varios, uno con rosas al estilo medio oriente, otro con nuez moscada, había uno delicioso con vainilla y almendras por último probamos licor de café pero antes de que le trajera un vaso de agua lo tomó de inmediato y toció
- Se supone que lo tomes con agua porque es muy fuerte - le dije entre risas
- Ya lo noté - tomó un sorbo del agua que le traje.
Estábamos en el auto de vuelta, antes de que bajara del auto dijo - No la pasé tan mal cómo creí - ahí va de nuevo - lo que quise decir es... Gracias por lo de hoy, me divertí, en serio
- Yo igual - me frote la cabeza - me gustó que insultaras a mi tía y salvarte de ser ahogada por licor de café
- Adiós Joe
- Adiós Sarah

Un novio para mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora