París no queda tan lejos

38 0 0
                                    

Eran las tres de la tarde y tenía que idear un plan para que mis náuseas no tomaran lugar en Honey & coffee porque de ser así debía de dar explicaciones sin mencionar que recibiría el peor regaño por parte de Sarah y Angélica.
Al llegar parecía una catarata debido a mi imparable sudor, al sentarme noto que sólo Angélica se encuentra en la mesa
- Emergencias de nuevo
- Puedo notarlo
- ¿Te hiciste algo diferente?
- ¿De que hablas?
- La piel se te ve brillante y el cabello te ha crecido cómo demonio - y justo cuando creía que el embarazo no tendría ventajas
- Si por hacer algo te refieres a salir apresurada del trabajo para llegar aquí a una hora decente pues sí - A la hora de ordenar no tuve problema ya que no había ingerido cafeína en todo el día y la doctora me recomendó una taza por día, el problema surgió cuando Angélica ordenó un croissant con queso y jamón
- ¿Maggie que tienes? - tuve que tragarme mi futura expulsión pero mi cara me delataba
- ¿¡Podrías llevarte eso lejos de mí!?
- ¿¡Qué rayos pasa contigo!? - Genial, no pude contenerlo ni por una mísera hora
- Angélica yo... Yo no he sido muy honesta contigo que se diga
- Sólo dime que sucede - Sabía que ella no le agrada que las personas se anden con rodeos así que debía de escupirlo
-¡Paul tenemos una relación, tuvimos sexo y estoy embarazada! - La mejor comparación que puedo hacer de mi misma es la del ratón que sale en las caricaturas y corre a cien millas por la autopista, aún así Angélica fue capaz de comprender el mensaje completo y dejenme decirles sin ser rasista, no sabía que una persona con ojos achinados era capaz de abrir los ojos a tal magnitud
- ¿Tu y Paul hicieron qué?
- Se lo que vas a decir...
- ¿Puedo ser la madrina? Dime que puedo
- De acuerdo no sabía lo que ibas a decir... Espera ¿No estás molesta?
- Estoy sorprendida si a eso te refieres no sé porqué debería de molestarme - siempre he agradecido la inocencia de Angélica pero en este momento no creo merecerla
- Para empezar les he ocultado a ti y Sarah que tengo algo con Paul
- Pudiste decirlo, pero también debo entender que tenías tus razones para ocultarlo además estoy feliz de saber que siempre tuve la razón - Desventaja del embarazo hormonas enloquecidas y sensibilidad al máximo
- No me digas que vas a llorar porque tu nunca lloras
- Cállate
- ¡Si vas a llorar! - dijo burlona
- Ya basta - rompí en llanto de la felicidad
- ¿cómo planeas decírselo a Sarah?
- ¿Cuando el bebé nazca? - La coreana sólo alcanzó a ser una mirada de "hasta yo sé que esa idea es estúpida"
- Mira, ya lo resolveré pero por favor no digas nada
- Si tú lo dices, pero se pondrá furiosa contigo
- Ya lo sé - hubo un silencio incómodo entre ambas y siendo honesta la única vez que había ocurrido surgió cuando apenas nos habíamos conocido
- ¿Entonces planeas conservarlo?
- Supongo que sí, de todas maneras ya está hecho
- Ustedes tendrán al hijo más loco, raro y lindo que conoceré ¿Cómo te sientes?
- Quiero vomitar todo el tiempo, me suda el trasero y estoy caliente
- Tal vez por eso te suda el trasero - dijo graciosa
- No, me refiero a que estoy caliente
- Oh.
Al día siguiente Terry me pidió que recogiera unas cámaras para el estudio al otro lado de la ciudad así que tomé el autobús hacia el lugar, mientras hacia la cola para pagar mi tiquete una mujer con una niña en brazos y una panza de probablemente cuatro meses esperaba el acto común y modesto de que alguien fuera gentil y sediera su espacio, cómo de costumbre un señor de avanzada a edad ofreció su asiento y ella lo rechazó hasta que el conductor tuvo que levantarse de su lugar y exigir algo tan olvidado como solidaridad, sin embargo cuando ya me habían entregado el tiquete un asiento ya se encontraba disponible para mí y el conductor no tuvo que reclamarle al joven que me sonreía de oreja a oreja
- Pudiste darle este mismo asiento a la señorita de allá hace unos minutos
- De haberlo hecho no estaría hablando contigo
- ¿Osea que prefieres tú comodidad sobre la de ella que está cargando con dos seres humanos?
- Si lo pones así me haces ver como un idiota - sonreía como si yo estuviera de ánimos para hacer bromas cuando estaba de mal humor, con una interminable comezón y sólo tenía ganas de devorar una deliciosa hamburguesa, para agregar un disgusto más este tipo decidió que era conveniente observar mi busto
- Tengo ojos y no están ahí abajo
- Tranquila preciosa, sólo quiero llamar tu atención
- Es mejor que te detengas, créeme no quieres meterte conmigo
- ¿Por qué? ¿Tú novio es celoso? - otro tipo mucho más alto que el mirón se acercó nervioso, parece que se conocían
- Oye ya déjale el busto en paz, te vas a meter en problemas
- No es mi culpa que la vista esté genial
- Oye hermano, es la chica de Leto, si le haces algo eres hombre muerto - No voy a negar mi molestia, pero al menos estrella de rock me estaba salvando en ese momento
- Además ¿Por qué se habría de fijar en ti teniendo a un tipo como él? - me reí por lo bajo porque no quería llamar la atención ante ese tema, me cuestioné cómo es que aquel hombre sabía de mi existencia hasta que noté el característico símbolo de la banda tatuado en su ante brazo.
Caminé unas cuantas manzanas hasta que llegué al lugar que mi jefe me había indicado
- Hola, vengo por un encargo a nombre de Terry Richardson
- Un segundo - el sujeto desapareció y al instante regresó con un paquete
- firme aquí por favor... ¿Margareth? Lindo nombre
- gracias
- ¿Te nombraron así por Margareth Tatcher? - claramente notó mi acento inglés
- No, por mi bisabuela, pero se qué mi padre admiraba a una poetista llamada Margaret Atwood y le dicaba sus escritos a mi madre, por eso lo decidieron
- Y justo cuando creía que no eras interesante - tendré que conseguir una orden de restricción, me topo con este tipo ¡cada veinte minutos! Tornee los ojos
- También es un placer verte cariño
- ¿habrá algún sólo día que no interpongas en mi vida?
- Lo siento, pero debiste leer la envoltura cuando decía que no vengo con reembolso - el amable joven que me entregó las cámaras, le dió otro paquete a Leto
- ¿que llevas ahí?
- Un encargo de T
- Se ve pesado
- Son sólo cuatro cámaras - no hace falta decir que prácticamente me arrastró hacia su vehículo - ¿Ves? No era tan difícil - hice el mismo gesto que en la tienda - Es aquí donde dices gracias
- diré gracias cuando me baje
- Hoy estás extragruñona Margareth
- ¿Quieres que cambié de humor? Bien llévame a comer una hamburguesa
-¿¡Qué!?
- Ya me oíste, para en algún lugar, pide comida através de un maldito micrófono, yo lo pagaré, sólo llévame a comer una hamburguesa - Al parecer el enojo de embarazada es potente, ya que sin pensarlo dos veces estrella de rock hizo caso a mi exigencia con una cara de pánico que jamás le había visto. Ordenó la comida y sólo dejó el espacio suficiente en la ventana para recoger la bolsa sin ser visto
- Por Dios, no todo el mundo se va alterar porque eres Jared Leto
- No es eso niña, como vegano tengo principios - al abrir la bolsa el delicioso aroma me embriagó y no dudé dos veces para devorar mi antojo
- Creo que me darán náuseas
- No señor, si hay alguien aquí con problemas nauseabundos soy yo así que no te quejes - esta pequeña asesina de arterias era lo mejor que me había pasado en el día y no quería que se acabara. Cuando terminé Leto se puso en marcha
- Ya basta llevas media hora viendo el asiento trasero ¡lo que me está volviendo loca porque deberías ver la carretera!
- Tranquila, no está en mis planes matar a una embarazada es sólo que quería darte un obsequio en el estudio sin que Terry lo notara pero ya que estamos aquí - detuvo el auto, alcanzó una bolsa color verde y me la entregó
- No pierdas el tiempo dándome obsequios
- Ya te había obsequiado una barra de chocolate
- Técnicamente la barra era de Terry no mía
- Igual la disfrutaste y creo que disfrutarás esto también - abrí la pequeña envoltura y encontré un enterizo blanco con con el símbolo de la banda
- No sé si será niño o niña, pero de seguro se le verá genial a ese anticristo que llevas ahí - genial ahora estoy llorando cómo viuda en un entierro
- ¿Margareth estás llorando?
- ¡cállate!
- Arruinaste la ilusión del regalo, se supone que sería divertido
- Estoy embarazada ¿de acuerdo? Tengo hormonas alteradas - limpié mi rostro un poco para no verme como un completo desastre hormonal
- ¿te gustó?
- Claro qué sí descerebrado, no lloré por nada... ¿sabes? eres el amigo más extraño que he tenido, después de Paul claro.
Al llegar a casa Travis inspeccionó la bolsa con el pequeño enterizo con su nariz, llamé a Meursault pero el cachorro no respondía, empecé a alterame cuando noté que el pequeño estaba en brazos de Paul quien dormía en el sofá, no quería despertarlo por lo que sólo revolví su cabello
- ¿Que tienes ahí? - dijo en susurro, mientras acariciaba mi vientre
- Por si no te has enterado, a nuestro hijo - rió ante mi comentario y besó mi frente - es un regalo de señor estrella de rock - Paul, lo tomó y observó pero con un rostro nada feliz
- ¿Qué tienes?
- Actúa cómo si fuera el padre
- Pero no lo és, sino tú y creeme que lo tengo más presente que cualquier otra persona en el mundo — le abracé para hacerle saber que todo estaba en orden, cuando noté que estaba sudado ya que hoy Los Ángeles estaba más caliente de costumbre, se le notaba el cuerpo a través de a camisa, en resumidas cuentas... Le debo una camisa nueva.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 13, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un novio para mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora