29/03/2017
Participante del concurso “Relato corto para Jóvenes Talentos" CocaCola
Miré hacia arriba con asombro ¿Qué le hacía pensar que iba a hacerlo?
Damon : ¿No confías en mí? - se percató de mi mirada.
Vanessa : No - contesté segura y tajante
Damon : Aún así has venido, ya no hay marcha atrás. - me cogió de la cintura - Si quieres te ayudo.
Vanessa : Como me sueltes...
Damon : Sube un pie aquí - coloqué la suela de la zapatilla en un peldaño natural del tronco que sobresalía. - impúlsate e intenta escalar lo más rápido que puedas - movía las manos rápido, pero parecían no poder sincronizarse con las piernas que trepaban a mayor velocidad.
Damon me tenía cogida con una mano en la cintura , ayudándome a estar pegada al robusto árbol y aún sin una mano se le daba mucho mejor que a mí.
El tronco no parecía sentir nuestro peso, ninguna de sus láminas de madera cedía, íbamos tan rápido que nuestros pasos no dejaban pista alguna de que alguna vez habíamos estado ahí, mi dedo resbaló al intentar engancharse en una pequeña rama, temblé y mi pulso se aceleró pensando que caería, pero la mano en mi costado se afirmó.
– No mires abajo - su voz sonó en mi cabeza al darse cuenta de mis intenciones, habíamos parado y unas ramas crujieron, me impulsó para continuar el recorrido y se detuvo en las últimas extremidades del pino.
Me soltó y miró hacia abajo, no quería mirar pero a la vez una voz dentro de mí me pedía a gritos que me asegurara de que no corría peligro alguno, desobedeciendo a sus palabras de antes incliné la cabeza aún agarrada.
Vanessa : ¡Bájame! - se estaba riendo de mí, presa del pánico intente acercarme a él para obligarle a bajarme, decir que estábamos a siete metros del suelo era poco. - ¡Damon! - grité en cuanto lo vi bajando y sentándose en las raíces, me había dejado sola.
Damon : ¡Baja tú! - su voz tenía un tono divertido que me advertía que podía pasarme las próximas tres horas en la copa del pino. - Yo te he ayudado a subir.
Coloqué un pie a tientas sosteniéndome con fuerza en las manos, si bajaba rápidamente como lo había hecho él, iba a caer y a hacerme daño fijo.
A pesar de ello mis piernas no parecían comprender que por ahora quería mantenerme de una sola pieza, bajaba con acelerones y frenazos alternados que me quitaban el poco aliento que tenía, Damon reía desde abajo y las ganas de pegarle no se iban de mi cabeza.
Llegué al tramo final colocando por fin los pies sobre la hierba mojada por la humedad. Miré mis manos, los pequeños cortes se estaban cerrando, dejando en el olvido aquel líquido negruzco.
Damon : ¿A qué no era tan difícil? - sus ojos azules tenían un brillo de diversión, le pegué con el codo en la costilla y continué con mi camino a casa. - Ya entiendo porque esa chica te hizo caer tan rápido, no tienes fuerza, eres muy débil - repitió las mismas palabras que Matt había pronunciado, empecé a arder por dentro.
– Ignórale - me repetía continuamente.
– ¡Demuéstrale que no eres débil! - dos voces me hablaban a la vez, el típico ángel en un hombro y diablo en el otro se proyectó en mi cabeza.
– No vale la pena.
– Por eso todos piensan que no vales para nada. - gruñí, las dos voces me sacaban de quicio, ¿no podía tener una sola conciencia como todo el mundo?
Llegué a la entrada de casa, seguía hecha una furia por dentro, no sabía que me pasaba, yo no me enfadaba con facilidad, yo no era así.
Entreabrí la puerta, la voz de Adam diciendo mi nombre hizo que me quedará escuchando.
Adam : Si no sabemos lo que puede hacer no puede estar aquí.
Alaska : ¿Te crees que ella lo sabe? Nada de esto lo ha pedido ella.
Adam : Ayer fue a Ámber y mañana será a ti. - un vacío se creó en mi pecho al escuchar eso y me alejé de la puerta con pasos torpes, no sabía distinguir bien mis sentimientos, ya que eran escasos, pero podría decir que en ese momento era algo similar a la ... tristeza.
❤silent_heart_❤
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Protegiéndola: INMORTAL ©
VampireProtegiéndola I Inmortal : Los cambios cuestan, pero se acaban asumiendo y la manera de enfrentarse a ellos dice quien eres en verdad. Es un sentimiento tan extenso ... Nunca nadie me explicó que era la felicidad, nunca la sentí ni estuvo cerca de m...