26/04/2017
Hacía una semana que estaba en esta casa, era extraño porque a pesar de todos estos años ni el agua ni la luz habían sido cortados por la falta de pago, me daba más esperanzas de que mi padre estaba aquí, q tal vez se había ido de vacaciones o a casa de un amigo... En mi mente inventaba historias que solo parecían razonables cuando no las decía en voz alta.
Matt venía siempre para hacerme compañía y hablarme de como iban las cosas con ellos y de que Adam estaba arrepentido a pesar de que me seguía viendo como una amenaza. Matt era el único con el que podía hablar sin que la voz me fallara, él había estado conmigo todo este tiempo preocupándose por mí y fue, después de todo, el que me salvo cuando no era más que una niña.
Llegué a la puerta del instituto, me tocaba educación física por lo que llevaba puesta una sudadera gris, leggings negros y zapatillas deportivas blancas, me había recogido el pelo en una coleta alta e iba cargada con la mochila y la bolsa para cambiarme.
Al irme acercando a la zona deportiva vi a Matt entrando al edificio para dar su clase, me miró y con un movimiento de mano se despidió de mí y susurró en mi cabeza.
"Nos vemos luego"
Yo asentí y me posicioné en la zona donde estaban los de mi clase con ropa deportiva.
- ¡Dos vueltas al campo para calentar! - gritó el profesor, todos se quejaron y comenzaron a correr. Connor se puso a mi lado.
Connor : Ves despacio - no lo había pensado, ahora todas mis cualidades atléticas se habían amplificado y nadie lo pasaría por alto si no podía controlarlo.
Connor avanzó y puedo decir que a comparación de la rapidez a la que él podía llegar, esto no era nada. No podía olvidarme de correr "normal" después de 17 años haciéndolo. Empecé a correr, en verdad no era tan difícil como había supuesto.
Podía escuchar el corazón de cada compañero latiendo cada vez más rápido y mi respiración se volvió agitada, aceleré y Connor me tomó de la mano dándome a entender que iba demasiado rápido, me estaba descontrolando.
- Muerde a uno, nadie tiene porque darse cuenta.
Por extraño que parezca, solo estaba atenta a la voz de mi cabeza, sabía que Connor me sostenía para que no hiciera nada a nadie y acabamos la primera vuelta a duras penas.
- ¡Blake! - me gritó el profesor enfadado - no sé que te crees que haces.
- ¿Permites que te hable así? Acaba con él - me negaba a hacerlo y a la vez me iba acercando al profesor luchando con los brazos de Connor para que me soltara.
Los demás solo habían dejado de correr y nos miraban perplejos o se reían o susurraban tonterías sobre mí.
- Sería tan fácil volver a intentar persuadirlo, deja de resistirte a mí y haré que te suelte - obviamente se refería a Connor y me sentía rara porque a la vez que sabía que esta no era yo, yo controlaba mis movimientos, no como la otra vez, que me veía atrapada en el cuerpo de otra persona que solo se parecía a mí físicamente.
Connor cargó conmigo antes de que pudiera aceptar la idea de mi mente, intenté soltarme de su agarre. Pero él corrió alejándose de todos, para aumentar su velocidad cuando ya nadie podía verle.
Por el camino seguí retorciéndome intentando encontrar el método para soltarme.
Me dejó en los vestuarios de chicas con el cerrojo puesto para que nadie entrara.
Connor : Matt vendrá dentro de poco - habló nervioso, evitando el contacto visual.
- ¿Te he dicho lo adorable que me pareces? Intentas evitar lo inevitable - me acerqué a él y su expresión pasó a una confundida, cogí su rostro con una mano e hice que me mirara fijamente a los ojos. - me encantas - me mordí el labio y me acerqué para besarlo.
Connor : Vanessa... no sé qué te pasa - intentó alejar mi mano, a pesar de que seguía en contacto con mis ojos.
- No, por favor... no me llames Vanessa - los colmillos reaparecieron - somos completamente opuestas - dije pegándome más a él.
❤silent_heart_ ❤
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Protegiéndola: INMORTAL ©
VampireProtegiéndola I Inmortal : Los cambios cuestan, pero se acaban asumiendo y la manera de enfrentarse a ellos dice quien eres en verdad. Es un sentimiento tan extenso ... Nunca nadie me explicó que era la felicidad, nunca la sentí ni estuvo cerca de m...