Capítulo 3 - "El nuevo"

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Hay rumores de un nuevo chico que viene a esta escuela, no entiendo porque diablos, sobre todo en esta escuela que parece ser la peor en el pueblo, no, en el condado, no, en el país, aunque yo no sé quien podría ser, no conozco a nadie técnicamente, sé el nombre de algunos pero hasta ahí, y además las caras en la escuela no las reconozco muy bien.

Dentro del salón, todos platican y hacen desorden, normalmente, y obviamente yo estoy sentado perdido en el infinito viendo a través de la ventana esperando a que algo pase, hasta que llega la profesora tarde, como siempre.

-Chicos hoy se ha integrado un nuevo compañero a la clase.

-¿Qué? No esperaba que el nuevo estuviera en mi salón (pienso mientras miro a la maestra solo moviendo los ojos).

-Les presento a Andrew (la profesora voltea a ver hacia la puerta).

Entonces entró un chico un poco más alto que la profesora, y se puso al lado de la profesora mientras veía el salón.

-Andrew ¿quisieras presentarte antes tus nuevos compañeros?

Si, actúe como la maestra buena y profesional ahora para que no le diga a sus padres pero luego verá la drogadicta e indiferente que es en realidad.

-Hola mi nombre ya lo saben, tengo 15 años, me gusta jugar videojuegos, correr y otras cosas haha.

-Bien Andrew, toma asiento por favor.

Oh mierda, el único asiento vacío es el que está frente mío, esto es perfecto y nótese el sarcasmo, ojalá y no me hable para "entablar una conversación" o "hacer una amistad" si lo hace no me hago responsable de lo que piense de mi... hahaha aunque ni siquiera debería importarme, que estupideces estoy diciendo.

-Hola (Andrew ya sentado se había volteado a verme).

-Mierda (pienso mientras le miro con una cara seria pero no molesta). Hola.

-¿Cómo te llamas?

-(Mierda ¿Por qué no te volteas?) Nathan.

-Encantado (pone su mano abierta frente a mí para saludarme de mano).

-Igualmente (obviamente le miento y correspondo el saludo).

Cuando Andrew se voltea yo solo me quedo ahí poniendo atención a la clase, y sentía alivio porque ya me dejaba de hablar, como ya sabrá no soy alguien conversador y no disfruto de hablar con alguien, por eso estoy siempre solo y apartado en el recreo. Hablando de eso, en el recreo él había vuelto. Yo estaba en las escaleras mientras comía las sobras de la cena de ayer y él se acercó a mí.

-Hola ¿Por qué estás tan solitario? (Dijo mientras se sentaba a mi lado no muy cerca obviamente).

-Así me gusta a mí.

-¿Por qué?

-Mmm no lo sé.

El solo vio mi almuerzo mientras sacaba un sándwich de su lonchera y lo mostraba ante mí.

-¿Quieres?

-No, gracias (le dije con algo de vergüenza, no necesito de su lástima y no la quiero).

-Anda, no hay problema (él insistió).

-Bueno, gracias (con la voz temblorosa le acepté el sándwich para que no lo hiciera más, además he de admitir que tenía hambre).

-Hahaha de nada.

Platicamos después de eso, y me di cuenta de que era una persona muy agradable, y reímos porque no paraba de contar chistes, aunque en algunos parecía que se riese de todo, estaba extrañado porque, era la primera vez que disfrutaba hablar con alguien, y a la vez, feliz, porque, parecía que hacía a mi primer amigo en catorce años que llevo de existencia, y de alguna manera, durante esos treinta minutos, me había olvidado de todo lo malo en este mundo.

Dangerous Parte uno: GénesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora