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Salí de la ducha con una toalla atada a la cintura y con la bolsa de baño cargada en el hombro. Esta vez me di prisa en salir de allí porque había comenzado a agobiarme tanto olor a testosterona. Por suerte no me encontré a los imbéciles de turno y tras ser golpeado por el frío aire del pasillo, conseguí llegar a mi habitación. Un par de gotas se deslizan por mi azulado cabello cayendo al suelo sin cesar.

-Joder, que hambre. ¿Qué hora será? Arg, aun tengo que hacer el trabajo de tecnología.

Eché un vistazo a mi habitación decidiendo que iba siendo hora de recogerla y de encontrar al pájaro. Pero antes debía ponerme algo, me estaba pasmando. Saqué una muda limpia y las ropas que usaba como pijama. Unos pantalones de chandal grises y transpirables y una camiseta negra con dibujos y letras llamativas en las que ponía "el rey de las ardillas" en inglés . Encontré la prenda en un mercadillo y me pareció muy original así que la compré. Me quité la toalla dejándola caer y me vestí sintiéndome mucho más cómodo y relajado.

-Aaaah~ Mucho mejor.

Recogí la toalla y la colgué en el pomo de la puerta. Miré mi escritorio donde se escontraba mi portatil y fui a encenderlo.

-Voy a llamar a Felix. Y debo secarme el pelo también. A todo esto, ¿y el pájaro?

Giré sobre mí mismo para poder buscar a la pequeña bolita de color verde con plumas y me la encontré semi escondida en un montón de ropa. Me levanté y lo cogí. Tenía los ojos cerrados, pero al tocarle se notaba que aún respiraba. Decidí prepararle alguna cama improvisada para no tenerle por ahí tirado y así evitar pisarle por accidente.

Al fin mi cuarto estaba recogido y mi skype estaba abierto a la espera de noticias de Félix. Ya había hecho la cama al pájaro con una caja de zapatos, un par de prendas y útiles. El trabajo de tecnología estaba casi acabado y yo estaba hambriento y exhausto.

-Pues voy a pedir una pizza.

Hice mi pedido y terminé mi trabajo de tecnología. Por fin Félix dio señales de vida y le llamé escuchando por fin su acento escocés.

-How it's going bros? My name is Pewdiepieeee!!!

-¡Hey Félix! ¿Otra vez grabando?

-¿Tú que crees?

El rubio hizo una mueca a lo que yo me reí.

-¿Tienes que hacer eso cada vez que nos vemos?

-¡Si! Hago eso siempre que estoy delante de una cámara.

-Maldito Pewds.

-Jajajaja. En fin, ¿qué tal estas?

-La verdad es que, bien bien. Todo lo bien que le puede ir a un tonto como yo.

-Aun no me creo que la nota te diera para ingenieria. Tan tonto no eres Mark-
dijo con una sonrisa pícara en su labios.

-Ñeh. No quiero hablar de mi futuro trabajo. ¿Qué tal te va a ti, bro?

-Bueno pues, ¡conseguí novia! Increíble, ¿verdad?

-¿Tú? ¿Con novia? No me hagas reir.

-Que si, que si. Se llama Marzia y la conocí por internet.

-¿En serio? ¿Y le ves futuro?

-Que si tio. Oye, estás muy serio. ¿Ha pasado algo?

Dudé. Normalmente le cuento todo a Félix. Él es mi mejor amigo y bueno, la verdad es que él no sabe los ataques que recibo de esos homófobos de mierda. Me hace sentir inútil. Me hace sentir mal no poder defenderme por mi cuenta. Pero tampoco quiero implicarle, y más cuando él está tan feliz; con ganas de contarme sobre su nueva novia.

-¿Eh? No, que va, que va. Solo ando algo distraído. ¿Sabes qué tengo un amiguito nuevo?

-¡¿Conseguiste hacer amigos?!

-Bueno algo así. He rescatado a un pájaro de la calle. Y dios, es tan lindo. Con sus pequeñas plumitas y...

Felix Pov

Pude ver un brillito en los ojos de Mark y la emoción reflejada en su voz cuando comenzó a hablar sobre el pájaro que había acogido. Yo pensaba que hablaba de alguien más...humano. Estoy preocupado por él, sé que en su universidad no tiene amigos aunque él me lo intente ocultar. Como mejor amigo suyo que soy, realmente quiero que tenga nuevos amigos. Pero es un chico solitario aunque muy bueno. A pesar de que su nuevo compañero de cuarto no sea precisamente una persona, es la primera vez que le veo sonreír de forma natural en mucho tiempo. Y eso me alegra. Quizá yo también debería poner de mi parte y ahora que está de buen humor, intentar que se realicione con personas cercanas con las que poder hablar y quedar. Sé que no puedo obligarle tampoco, y que probablemente le cueste mucho, pero no pierdo nada por intentarlo, ¿no?

-Mark, ¿has conseguido hablar con alguien nuevo últimamente?

-¿A qué te refieres?

- Bueno, ya sabes, algún amigo o amiga.

-No, la verdad es que no.

Dice esto volviendo a su expresión seria y tensando los músculos. Sus ojos castaños se fijan en mí y puedo ver cómo me está ocultando algo nuevamente.

-¿Por qué no intentas conocer a más gente, Mark? Quiero decir, seguro que hay gente que valga la pena. ¿Por qué no lo intentas?

-Yo, bueno...

Se rasca la nuca mirando hacia los lados. Primera señal de que le hace sentir incómodo hablar de sus capacidades para socializar.

-No soy muy bueno haciendo... bueno ya sabes...con las relaciones humanas.

-Lo sé, lo sé. Pero, ¿por qué no lo intentas? Seguro que lo consigues. Yo creo en ti. Te hiciste mi amigo por algo.

Dije con una sonrisa sincera.

-Bueno es que...la verdad, tengo miedo Félix.

-Lo sé Mark, pero igual que te abriste conmigo puedes intentar abrirte a los demás.

-Pero, ¿y si me hacen daño Félix?

Bajó la mirada y pude notar como estaba jugando con sus dedos. Otra señal de incomodidad e inseguridad.
Fijé toda mi atención en el pequeño recuadro en el que se veía reflejado el chico peliazul. A continuación pegué un grito para que me mirase y dejara su actitud de corderito.

-¡Creo en ti! ¡Creo que eres capaz de grandes cosas! Y perdona por ponerme serio, pero joder tío, tienes que dejar la puta timidez. ¡Tienes que ser fuerte! Prométeme que al menos intentarás conocer nueva gente. Dales una oportunidad, por favor.

Él levantó la cabeza y me miró. Ojos claros conectados a unos ojos chocolate. Hubo unos momentos de silencio y tensión entre él y yo. Tragué saliva esperando su respuesta. No podía dejarme tirado así, ¿verdad?
Él solo miró hacia un lado y volvió su mirada hacia mí.

-...Te-te lo prometo...

Aunque esas palabras salieron muy dudosas de sus labios, sabía que aquel era un gran paso.

-Está bien, gracias. Ahora, después de toda esta mierda, te voy a machacar al Overwatch.

Su expresión cambió a una de incredulidad. Levantando las cejas y frunciendo el ceño. Se echó el pelo para atrás y dijo:

-¡Pero que me vas a machacar tú, pedazo de manco!

-¡Mira te callas, tontopolla!

Y así fue como empezamos a jugar, aunque en el fondo sabía que le iba a costar mucho cumplir su promesa.

~Plumas esmeraldas (Septiplier: Mark x Jack)~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora