Ya habían pasado 3 meses desde que Jasper y yo quebramos.
Kevin había aceptado de que yo me quedara en casa y que los demás se fueran, pero me visitaban casi todos los fines de semana.
Mi mejor amiga había quedado embarazada de un imbécil y estaba viviendo conmigo.Una tarde de septiembre sentí tocar la puerta y bajé a ver quien era, casi se me cayó el trasero de la sorpresa... mi mejor amigo de la infancia estaba parado justo al lado del gnomo esperando a que yo le abriera. Sin pensarlo dos veces abrí y salté sobre él, rápidamente respondió a el abrazo y me puso como koala.
-¿Me extrañaste, Mocosa?
-Obvio que si- le tomé la cara y le planté un beso en la mejilla- me tenías tan abandonada-¿Donde estabas, Engendro?- le tomé del brazo y lo hice pasar.
-Bueno... fue un tour fantástico por las cataratas del Niagara, luego visité a los alrededores y fui a África como voluntario. Estoy exhausto.
-Te quedarás a dormir- dije decidida- mi cama es grande- no sería algo tan extraño domir juntos, ya que de pequeños lo hacíamos todo el tiempo, prácticamente crecimos en la misma casa- ¿ Quieres comer algo?... tenemos pizza de peperoni, tu favoritaaa.-¿Tenemos? Nunca me contaste de un novio- preguntó sorprendido.
-Nonono, no es un novio. Si lo fuera hubieras sido el segundo en saber.
-¿Como que el segundo?- puso cara de resignado.
-Primero se le cuenta a el mejor amigo que esté más cerca, y esa es Celeste... la chica que vive conmigo y que además es mi mejor amiga.
-¿Y porque nunca me contaste?
-No lo sé.
-Ah.
-No te enojes! Mira... para que se te pase la maña te daré una gran rebanada de pizza- dije con una gran sonrisa en la cara.
-EMMA!-se sintió un grito del segundo piso.
-Jeje... hablando del rey de Roma- le mostré una sonrisa inocente- QUE PASA!
-VEN V..EN-su voz se escuchaba como si hubiera visto un fantasma o una araña gigante.
-SI ES UNA ARAÑA TE INFORMO QUE NO PIENSO IR A MATARLA!
-NO ES UNA ARAÑA!!!
-¿UNA ARAÑOTA?
-¡UN BEBÉ! MALDITA SEA ESTOY DANDO A LUZ- corrí por las escaleras como si me persiguiera un perro con rabia, llegué a su habitación y estaba en una charca de un líquido transparente-AAAAAAAH!-gritamos las dos al unisono mirándonos las caras como idiotas
- ee..e espera, no que el parto es en una semana más?
-Se supone-dijo la sudada Celeste.
-MATTY!!! LLAMA A UNA AMBULANCIA.
-No será necesario... en África tuve que asistir un parto... mmm... traeme unas toallas, una tijera y más toallas- dijo mientras se arremangaba los puños del saco.
Luego de un largo rato, Celeste ya estaba con su pequeño bebé en los brazos.
-Es hermoso- dijo casi en un susurro.
-Cierto... ¿Y como le pondrás?- preguntó Matthew con los ojos pegados en el pequeño bebé de cabello claro.
-Eeh... se llamará... Oliver-una sueve y debil sonrisa se posó en sus labios cansados.
-Que lindo nombre...igual que el de la mamá- ambos sonrieron- emm, no tuve tiempo de presentarme... Soy Matthew el mej..-
-Mejor amigo de Emma- completó la frase- siempre está alardeando que tiene los dos mejores amigos del mundo.
-Bastante razón que tiene... bueno te dejo para que descanses.
-Está bien, muchas gracias por todo... no sé que hubiera pasado si no estuvieras aquí.
-No te preocupes, debía hacerlo- Matt esperó a que ambos se quedaran dormidos y salió cuidadosamente de la habitación.
-¿Se quedaron dormidos?
-Si, Celeste estaba muy exhausta.
-Tú igual debes descansar, anda, mi habitación ya tú sabes donde está.
Matt subió y yo me quedé ahí, estática, apoyada en la islita de la cocina. Algo se me había olvidado de hacer y odio cuando pasa eso, así que intentaba hacer un recuento de lo que había hecho antes para poder acordarme... ahí está, tenía que hacer un informe. Subí las escaleras, entré a mi habitación y Matt estaba roncando a pata suelta, saqué la laptop y al abrirla llegó un mensaje de un desconocido.
~No mires por la ventana.
Salté de la cama y miré lentamente atrevez de los visillos. Nada. No había nada.
Volví a la cama y llegó otro mensaje.~Ahora no habras tu armario.
Me sentía aterrada ¿Será que hay un asesino en mi casa? Me levanté y caminé tambaleante hasta el armario. Lo abrí y adentro estaba él... él.
-QUE HACES EN MI CASA!-grité a todo pulmón.
-Sólo te quería ver mi amor.
-YA NO SOY TU AMOR, TU Y YO YA NO SOMOS NADA!
-¿QUE HACE AQUÍ ÉSE MALDITO?-dijo apuntando a Matt.
-ESO NO TE INCUMBE, AHORA ÁNDATE DE MI CASA-le di un fuerte golpe en la caja torácica y cayó sobre la alfombra-AHORA!
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Matthew en multimedia señores 7u7
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El Tarado Del Lado
RomanceEmma Harrison Simth, una adolescente de 17 años, con una vida común y corriente, con un padre que obliga a su lejana familia a mudarse a California por razones desconocidas. Se niega a viajar y comienza a vivir con sus dos mejores amigos. Un día con...