CAPÍTULO 3- ME FUÍ A LA V3RG4

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Luego de un rato llegamos a casa, ya podía sentir los gritos de mamá al vernos llegar a tal hora.

-Fue un placer conocerte amor- reímos

-Lo mismo digo- besó mi frente y bajamos del auto.

-Espera- puse mi mano en su pecho para que parara

-Qué sucede?

-Entremos por mi ventana

-Bueno- nos agachamos para que no nos vieran, lo cual era inútil porque la casa tenía ventanales gigantes, pero era para darle dramatismo al asunto 

Jasper se fue primero agachado, dejando todo su gran trasero en mi cara.

-Damas primero- le dije para que subiera al árbol.

-Muchas gracias- dijo haciendo una reverencia.

Iba a mitad de camino cuando escuché un grito desde arriba mío.

-Qué te sucede?!- le grite susurrando

-UNA AA-A-RAÑAA!!!- movía sus brazos como dinosaurio rex intentando sacarse la araña, yo ya estaba que explotaba de risa, pero por el bien de la misión decidí no hacerlo

-Ven para acá llorón- le saqué la pequeña araña de la frente y luego le pegué un zape- estamos en una super misión, no debes gritar

-PERO NO VISTE ESA GRAN TARÁNTULA CERCA DE MI BOCAA!- le tapé la boca con la mano y le corregí

-Primero no estaba cerca de tu boca, amor, y segundo no era una tarántula- dije tranquilamente

-Está bien- se cruzó de brazos y lo empujé para que siguiera avanzando.

Llegamos hasta la dicha ventana, entramos y gracias al cielo había dejado la ventana abierta. Al llegar adentro sacamos unas cervezas de la pequeña nevera y prendí la tv.

Y ahí estábamos... esperando el momento exacto para poder salir de la habitación. De pronto la puerta se abrió de repente, haciendo que nos sobresaltáramos.

-Creen que soy estúpida?- dijo mamá, apoyada en el marco de la puerta- sentí el grito de Jasper, y los vi trepando el árbol.

Plan fallido.

-Lo siento, April- Estaba esperando el chanclazo que nunca llegó- sólo queríamos que no te molestaras.

-Bajen luego, hay panqueques- dijo con mirada indiferente, dio media vuelta y cerró la puerta.

En ese momento me tiré a la cama boca abajo... a los segundos la estaba Jasper metiendo las manos bajo mi pantalón y estrujando mis glúteos.

-Por favor, no todo en la vida es sexo- dije susurrándole al oído suavemente de forma traviesa, me paré de la cama y caminé a la puerta perezosamente.

El Tarado Del LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora