capitulo 1: sueños humedos.

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Corría como todos los días, huyendo de su pequeña acosadora. Solo que ahí se encontraba un pequeño cambio, no huía por miedo, si no por el deseo.

Aun con sus amigos viendo la escena divertidos, no la detuvieron. ¿acaso no veían que la estaba salvando de una posible violación?.

Estaba cansado y ya no quedaba espacio por recorrer, estaban separados en un pequeño picnic a las afueras de su casa, aunque ahora se encontraba, después de comer, huyendo de la pequeña muda morena con sus ya atributos más detallados e irresistibles.

Miro hacia atrás unos segundos, encontrándose con la sonrisa más bella y un vestido revoloteando. Aun más asustado que antes corrió hacia el bosque de bambú adentrándose en este.

Un lugar en donde nadie podría escuchar los gemidos de placer que le causaría.

Fue un mal plan, ahora se encontraba tirado en el suelo con la hermosa Pucca sobre el. Había tomado la oportunidad y la chica se tiro sobre el para poder atraparlo.

Y ahora besándolo, sentada sobre su hombría, sin darse cuenta de la gran excitación que le provocaba, inconsciente de lo que hacia, beso dulcemente sus labios mientras que con sus brazos a cada lado de sus costados se sostenía

Soltó un severo gruñido cuando la morena dio un movimiento brusco sobre su hombría al querer optar una posición más cómoda.

-¿acaso esta tratando de provocarme?.- pensó el ninja  al sentir otro movimiento aun más brusco que el anterior. Claramente sin intención.

Estaba perdiendo el control de la situación cuando Pucca se alejo de el y le dio una sonrisa sincera, mientras que el no pudo evitar mirar los pechos que se encontraban a centímetros de su cara. Nuevamente lo había vuelto a besar aun no satisfecha y el esta vez no se contuvo al igual que ella, no lo había hecho.

Su mano comenzó a recorrer  el pequeño tramo de la pierna desnuda de su acompañante, para después comenzar a subirla en dirección al inicio del vestido, yendo más aya de lo permitido.

Su otra mano algo celosa comenzó a recorrer el costado del pecho derecho. Mientras que su mano  izquierda ahora se introducía en el rojo vestido tocando su suave y firme trasero.

La doncella algo incomoda por este repentino toque rompió el dulce beso y miro al ninja con confusión, arqueo una de sus cejas mientras ladeaba su cabeza, viendo los hermosos ojos negros llenos de lujuria y deseo de poder recorrer y mirar más de su pequeño cuerpo.

Asustada por esto trato de levantarse, no contando con que el ninja fuera a impedírselo tomando su cintura y recostando su cuerpo completo sobre el ahora hundiendo su rostro en su cuello olfateando su aroma mientras sus mano comenzaban a viajar.

Trato de separarse ahora más bruscamente, forcejeando en un intento desesperado por huir del ahora peligroso moreno quien solo pedía más y más de aquel cuerpo.

Levanto el vestido por completo enseñando las hermosas bragas negras que poseía, sin poder evitarlo golpeo con dulzura el trasero derecho provocando un gran sonrojo en la morena. Que ahora más asustada que antes por el repentino cambio de actitud trato de forcejear aun más.

Sin embargo el ninja ya no podía contenerse, esta era su oportunidad y no dudaba en aprovecharla. Su mano viajo aun mas abajo y tocó sobre la delgada tela su delicada, estremecedora y virginal entrada, a la cual no pudo resistirse por mucho tiempo y aparto la tela adentrando sus dos dedos sin ningún preámbulo, provocando un severo gemido de dolor por parte de Pucca, quien pedía con silenciosa lágrimas que se detuviera.

Aun más excitado decidió adentrarse aun más, pensando algo maravillado en como seria remplazar su mano con su pene. Mordió ligeramente su hombro sintiendo como la morena se contraía y gritaba un agudo gemido que sin duda logró excitarlo a tal grado de que su pantalón podría explotar.

Comenzó con movimientos ligeros, pequeños círculos con un dedo y con el otro rascaba delicadamente el interior. Más gemidos repetitivos resonaban en su oído y un suave apretón en su pecho fue suficiente para sacarlo de la poca cordura que le quedaba.

¡a la mierda con la cordura!, la haría suya una y otra vez hasta que ya no pudiera ni siquiera moverse.

Con movimientos más rápido
La atrapó debajo de el. Comenzando ahora besando su cuello bruscamente y sin delicadeza.

¡pero dios mío!, Sabia tan exquisitamente bien que no logro evitar morder aún más fuerte su blanquecino cuello hasta dejar una huella de sus dientes con un claro rojo y saliva que solo hacia resplandecer la mordida con las endiduras de sus dientes. Y madre santa, cuando el hermoso grito de dolor salió de los carnosos labio de pucca no aguanto más.

Se deshizo del broche de su pantalón liberandose por fin de esa molesta prenda que juraba podría romperse con su hombría al límite de excitación.

Y sin reparo alguno, entro de un jalón, haciendo gritar a pucca de dolor, provocando que Garu gruñera de placer mientras sentía la estreches tan grande de ahora su mujer.

Era tan exquisito sentir como su pequeña vagina se contraia con su miembro, como lo atrapaba con cada movimiento, como incluso lo ponía aún más duro que antes con esos fuertes movimiento y estocadas.
Se sentía tan bien, hasta que despertó.

Agitado, sudoroso, con su blusa pegada a su espalda por el sudor, el gran bulto de su cobija, su mano apretando su miembro inconscientemente mientras dormía y una gran mancha humedad que provocaba ahora un odio insufrible en todo su ser.

Ahora mismo quería estar frente a su morena favorita y hacerle el amor hasta que las otras aldeas se aprendieran su nombre.

Mierda, quería sexo por primera vez en su vida, y no con cualquiera, con su acosadora, !Pucca!.

Y ahora, después de sus ya comunes sueños húmedos desde que tenía quince años, y ahora con la edad de diecisiete años más comunes al no atender su cuerpo como es debido. Masturbándose.

Así que despues de limpiar sus sábanas iría a darse una buena oleada de placer mientras estaba bajo las calientes aguas de la ducha. Sip, un día normal después de una noche con glamurosos sueños húmedos.

Que sin saberlo pronto se harían realidad.

pucca. (garuxpucca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora