El día jueves de esa misma semana, Julianne regresaba de llevar a Jimmy a casa de un amiguito donde quedaría toda la tarde; pues, Helen sería la encargada de pasarlo a buscar al salir del trabajo, en el cual ya había quedado efectiva. La casa de aquel chiquillo quedaba bastante lejos y todavía le faltaban unas veinte cuadras. Por fin, llegó a la plaza y dio la casualidad que se cruzó con Steve; ya que este vivía enfrente.
–¡Buenas tardes, señorita! –la saludó sonriente.
–Buenas tardes, Steve. ¿Esperas a alguien?
–Sí; a ti. ¿No ves?
–¡Steve! –lo reprendió entre risas–. Siempre haces esas bromas. –Él la miró con placer.
–¿De dónde vienes? ¿Me andas engañando? –dijo divertido.
–Bien sabes que no. Fui a llevar a Jimmy a casa de su compañero –explicó sentándose en un banco; pues, sinceramente entre aquella caminata y aquel calor sofocante necesitaba descansar un poco para poder seguir camino.
–Parece que tuviste mucho que andar –comentó tomando asiento a su lado.
–Bastante.
–¿Qué tal te vendría un refresco?
–Caído como del cielo.
–Bueno; allí, hay un puesto. ¿Puedo dejarte sin que te acosen los muchachos?
–Sí; no te preocupes.
–Siendo así, en seguida regreso –expresó poniéndose de pie y tocándole la punta de la nariz con el dedo índice antes de irse. Volvió pronto y le entregó una lata con un sorbete–. ¿Adiviné, no? ¿Naranja?
–Sí. ¿Cómo sabes?
–¡Ah...!
–¡Ya sé, el día que me llevaron a cenar con Bryan, Robert y el resto! ¿Cierto?
–¡Me atrapaste!
–Eres muy observador.
–Sólo lo necesario.
Luego de un largo instante, Julianne le hizo saber que debía irse, pues, al trabajar su madre ella debía hacerse cargo de algunas cosas con respecto a la casa.
–¿No quieres que te acompañe?
–No está bien. –Se puso de pie.
–¿O que cuando tengas que ir por Jimmy te lleve y traiga en mi auto?
–Te lo agradezco, pero, mi madre pasará por él.
–Bueno, entonces, no me queda otra que dejarte marchar. Pero, antes de que te vayas, me gustaría hacerte una propuesta.
–¿Sí, cuál?
–Pues, estaba pensando que sería agradable salir este sábado.
–¿Salir? ¿Tú quieres decir... salir, como salir de noche?
–Sí; creo que eso he dicho.
–Es que... verás...
–Prometo portarme bien, como hasta ahora.
–No; no es eso. Es que el lunes tengo un examen muy difícil y quiero prepararme bien. Además, hay cosas que aún me cuestan aprender.
–¡Ah, entiendo! Está bien. Otra vez será. ¿De qué es el examen?
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Wishmoon
RomanceJulianne es una muchacha soñadora que ha sufrido el abandono de su padre cuando niña y se ha refugiado en las historias que escribe y con las cuales divierte a su hermanito. Ahora, en su último año de preparatoria, ha sido inspirada por la luna...