Al segundo día hábil, Steve fue por Julianne al colegio. Cualquiera podía ver que ambos se hallaban radiantes desde aquel fin de semana. Ella se dirigió a él sin titubeos y Steve la aguardaba con una sonrisa; una vez juntos él le dio un cariñoso beso en los labios a modo de saludo y ella pareció conforme ante aquel hecho inusual en público.
–¿Cómo estás? –quiso saber él.
–Bien. ¿Y tú?
–Mejor que nunca –habló abrazándola–. Te extrañé, por eso preferí citarte personalmente en vez de por teléfono.
–Me parece bien. ¿Vienes hasta mi casa?
–¡Claro! Sube al auto –dijo abriéndole la puerta para seguidamente ponerse en marcha–. Ahora, dime; ¿qué te parece bien, que haya venido a hablarte o que te extrañé?
–Pues... ambas.
–¿Me echaste de menos?
–¿Te refieres a si pensé en ti y quería volver a verte?
–Sí, exactamente. –Sonrió.
–Sí –reconoció apocada mirando al frente y él volvió a sonreír.
Ya a la entrada de la casa, Julianne lo invitó a quedarse a almorzar; él se excusó explicando que si fuera por él aceptaba, pero, que tenía ciertos asuntos de urgencia que atender para así, poder salir otro día junto a ella sin que nada se fuera a presentar de imprevisto.
–¿Negocios?
–Más o menos. A veces, mi padre me hace atender algunas de sus finanzas. Y si bien ese tipo de cosas no me agradan mucho, soy su único hijo y su heredero. Es mi deber. –Suspiró.
–Y vistes de traje y corbata, supongo.
–Así es.
–¡Qué interesante! No creo haberte visto nunca con traje.
–Bueno, si gustas puedo desfilar para ti –chasqueó. Justo, en ese instante, el autobús escolar dejó a Jimmy, el cual bajó corriendo hasta donde se encontraba la pareja.
–¡Julianne, Steve! –gritó feliz para abrazarlos a ambos.
–¿Cómo te fue? –preguntó su hermana.
–Bien. Aunque, tengo bastante tarea.
–¿Por qué, te portaste mal?
–¡No, Steve! Es que otro chico hizo lío y, al final, la maestra se enojó con todos.
–Bueno. ¿Qué tal si te ayudo después del almuerzo? –Julianne se ofreció.
–¡Sí! –dijo el pequeño y, luego, pareció estudiarlos–. ¿Ustedes ya son novios, no?
–¡¿Qué?!
–Sí, somos novios –Steve aclaró con calma.
–¡Qué bueno! –comentó metiéndose a la casa–. Voy a ver mi programa, adiós.
–Hasta luego. –Steve rió.
–Jimmy está copiando ciertas actitudes de Bryan. ¡Lo que me faltaba! Como si soportar a uno no fuera suficiente.
–Sólo es un niño. Los pequeños acostumbran a hacer ese tipo de preguntas tan directas.
–Es verdad. –Sonrió ella suspirando–. Después de todo, ese es su encanto.
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Wishmoon
RomanceJulianne es una muchacha soñadora que ha sufrido el abandono de su padre cuando niña y se ha refugiado en las historias que escribe y con las cuales divierte a su hermanito. Ahora, en su último año de preparatoria, ha sido inspirada por la luna...