Egia

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"La verdad duele, pero es necesaria"

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"La verdad duele, pero es necesaria"

Egia sabía, desde hace años, que su vida no era normal. Desde que había nacido, fruto de un matrimonio problemático, descubrió que no tenía los típicos poderes. Ella oía voces en su cabeza y eso había causado grandes estragos en ella.

Al principio, la pequeña niña de cinco años no sabía que estaba sucediendo. Se despertaba en medio de las noches, llorando o gritando. A veces sus sueños eran más raros; las personas estaban desnudas, en camas o en diferentes partes de una casa y eso le perturbaba, estremecía su inocente corazón, resultaba desagradable y molesto, asqueroso incluso.

Con el paso del tiempo, Egia empezó a saber cuándo una persona le mentía. No porque su comportamiento cambiara, puesto que las hadas son realmente buenas a la hora de leer el cuerpo de alguien y sabían controlar muy bien sus reacciones, sino porque era capaz de ver que iban a decir antes incluso de que sucediera.

En la pubertad eso trajo grandes complicaciones a su vida, ya que Egia, con las hormonas revolucionadas, se molestaba mucho cuando alguien decía algo que no era cierto. Años más tarde, eso siguió causándole problemas, sin embargo había decidido olvidar las voces y las había apartado de su vida.

En el año 1845, cuando Egia vivía en Paris, siendo una gran escritora, una señora mayor, con canas en el pelo, se cruzó en su camino cuando iba andando con rapidez. Al principio eso había molestado al hada, ella tenía muchas prisas y, cuando tuvo que pararse para pedirle a la señora que se apartara de su lado oyó una voz en su mente:

"La verdad duele, pero es necesaria"

Para Egia fue realmente impactante descubrir que todavía podía escuchar a las personas, hacía años que no lo lograba, sin embargo, fue aún más espeluznante descubrir que la señora que  había desaparecido por arte de magia.

Ella no tuvo tiempo para decidir qué hacer, sin embargo, cuando horas más tarde volvió a escuchar esa voz, diciendo la misa frase; "la verdad duele, pero es necesaria" y, al girarse descubrió que la misma señora estaba detrás suyo decidió que era hora de intervenir.

—¿Por qué me está haciendo esto? —Había preguntado, llena de dudas y de molestia, a punto a echarse a llorar.

—Egia, durante años te has estado camuflando, has estado apartada del mundo, viviendo una vida que no es tuya, temiendo a las voces, a lo raro... pero, haciendo eso, has logrado que muchas personas que están desamparadas estén solas en el mundo. Egia, eres especial y tu poder es esencial, ves la vida de una forma diferente a todo el mundo, ves la verdad y la esperanza a pesar de estar rodeada de oscuridad. No temas a lo raro, lucha por tus derechos y por tu trabajo, sé fuerte y, a pesar de los golpes que te dé la vida sigue luchando. Eres especial Egia y la gente te necesita. Recuerda que tus palabras pueden cambiar el mundo y al igual que tus acciones. Ten valor y abre tu mente, cuida tus acciones pues estas guiarán al mundo. Sé sincera y amable, y conseguirás el amor de las personas. 

Pensamientos fragmentadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora