El Arbol de las manzanas ~Harry Styles~

Capitulo 1O: De verdad, Principessa

Capitulo 1O: De verdad, Principessa.

- ¿La has convencido?- pregunta Emily levantando una ceja, no sabe si creerle o no a su lindo novio.
- Pero quiere un helado de tres sabores- asiente Harry. Ella frunce el ceño, ¿como es que ____ le ha echo caso a Harry? apuesta a que si hubiera ido ella le hubiera tirado lo primero a su alcance por el rostro. No puede creer que Harry tenga más poder sobre su hermana que ella misma....
Quizás algo está tramando esa pequeña, Sabe que no se rendirá fácil, hará todo lo posible para que vuelvan a italia.
Ve a su hermana bajar por las escaleras con unos jeans rasgados por todas partes, y una polera de color rosado que nunca pensó que la vería usar. Tiene el cabello amarrado en una cola de caballo y Harry la mira con una enorme sonrisa, Emily frunce el ceño, No le agrada que esos dos establezcan una amistad. Prefiere que se odien de echo.
Ella le toma inmediatamente la mano a Harry provocando en la otra muchacha una fruncida de ceño y sale por la puerta mientras esta los sigue. Una vez que llegan al auto, oyen como se aclara la garganta y ambos se dan la vuelta a mirarla.
- ¿a donde iremos? Saben, me está doliendo el estomago.. - comenzó a decir mientras se agarraba con ambas manos.
- Patrañas- toce Emily - Sube al auto, iremos a comprar un regalo a mamá, ya sabes, por dejarnos quedar aquí durante todo el mes..
- ¿el mes?- pregunta ella abriendo los ojos. Dios mío, ¿un mes aguantar a esa pareja que parece sacada de los locos Adams? Si hasta parece escuchar esa música horrible con el chasquido de dedos cada vez que los ve.
- Si, el mes.
- Me duele el estomago- contesta ella cortante mientras se da la vuelta y camina hacia el interior de la casa. Puedo oir atrás los gritos de su hermana pero no piensa voltearse.
Ésta se las ha agarrado con Harry y comienza a gritarle a él como si este fuera el respondable de cada berrinche de la chica.
- ¡dile algo, ya que son tan amigos!
- Joder Emily, le duele el estomago, ¿no puedes comportarte como una adulta solamente un día para cuidar a tu hermana?
- Ve a cuidarla tú, si es que tanto te importa que tenga un jodido dolor de estomago- dice ella mientras se sube al auto y se marcha dejando a Harry atrás. Éste lanza un par de maldiciones al cielo y se tapa los ojos con las manos deseando poder estar en Italia en ese momento, cuando ____ se comporta de esa manera es divertido, pero cuando su novia lo hace termina por fastidiarse realmente mal.
Camina al interior de la casa y tras variados toques de timbre logra que su cuñada atienda la puerta con un rostro de desagrado. Tiene en la mano una bolsa de patatas fritas que indican que quizás, después de todo no está tan enferma del estomago.
- Eso no es medicina- le advierte él. Ella ríe divertida.
- Él día en el que me preocupe de eso, me hablas, por ahora espera pacientemente, si quieres también toma un número, pero te advierto, la fila es larga- le guiña un ojo. El resopla seguidas veces y cierra la puerta de la casa. Toma asiento en el sillón y se apodera del control. Ella abre los ojos, como si aquella fuera la locura más grande del mundo.
- Yo estoy viendo tele- le farfulla mientras le arrebata el control de las manos y vuelve a poner el canal de caricaturas.
- Perdón, no me di cuenta- dice este. Ella lo mira. Hace tiempo que en su casa alguien pedía perdón por algo. Esa casa es la dueña del orgullo.
- Se nota que no- resopla ella.
- Viziati..- murmura Harry.
- Deja de decir palabras en italiano antes de que te las calle de un golpe en la boca- dice ella frunciendo el ceño- ¿Porque no has ido con Emily? Venga, sabía que mi felicidad no podía durar tanto. Tan solo unos pocos segundos hasta que comenzaste a tocar la puerta.
- ¿Porque me odias? Estoy tratando de caerte bien, pensé que éramos amigos ahora, te estaba por comprar un helado de tres sabores, ¿recuerdas?
- No, tengo memoria de corto plazo, como el pez de buscando a nemo..
- Esa película es buena
- No te pregunté- dice ella finalmente. Ve el rostro de Harry ponerse de pie y pensando que se va se recuesta en el sillón estirando los pies a los lados, pero éste simplemente toma una taza y se prepara un delicioso cafe luego vuelve al sillón, sin embargo no puede invadir la propiedad de la chica, después de todo, él es el extraño allí que invade y ella es la invadida.
- Albert Einstein decía que las visitas son como los pescados, después de tres días comienzan a dar problemas..
- Ustedes no llevan aquí ni tres días y ya me llenan de problemas
- Emily está afectada..
- Emily, hablemos de ella- propone la chica mientras se sienta en el sillón- ¿realmente te gusta? Porque se la pasan peleando, ¿en serio creen que son el uno para el otro? Lo único que hacen es gritarse, y mamá se ha dado cuenta de eso tanto como yo, apuesto a que ni siquiera pueden establecer una conversación sin que uno le diga algo que ofenda al otro, ¿estoy equivocada?
- Probablemente- se encoge de hombros- Pero.. Bueno, yo si quiero que nos llevemos bien, deja de lado a Emily, en serio, me agradas.
- ¿te aplaudo?
- ¿que hago para que seas mi amiga?
- desaparecer... O comprarme un helado de tres sabores.
- Vamos entonces.
- ¿donde?
- Tu helado, vamos a comprarlo..
- ¿de verdad?
- De verdad, principessa- contesta él. Frunce el ceño, hace tiempo no le dice así a una chica. Solía decirle así a Emily cuando la conoció. Sin embargo,___ no asocia las palabras italianas con las españolas.
- Habla claro, hombre- le pide ella mientras se pone de pie.
- De verdad, princesa.