Capítulo 8

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(Punto de vista de Riley)

Habían pasado varios días desde el cumpleaños de Maya y Riley seguía con aquel roce grabado en los labios, algo había despertado en ella y no tenía ni idea de qué era. Su mejor amiga, por el contrario, parecía haberlo olvidado, se comportaba con naturalidad y no había dicho nada del beso.

Por otro lado estaba Lucas, que desde el cumpleaños de Maya estaba decidido a pasar más tiempo con su novia, pero Riley se sorprendió a sí misma ignorándole. No es que no sintiera nada por él, Lucas era muy importante para ella, pero esa chispa que habían sentido en el metro cuando se conocieron por primera vez parecía haberse apagado. Riley tenía que obligarse a contestarle los mensajes, a querer verle, a caminar de su mano... simplemente ya no era natural y se sentía tan confusa que no era capaz de hablarlo con Maya siquiera.

Finalmente, decidió que necesitaba ayuda y acudió a los mayores expertos en el amor que conocía: sus padres, Cory y Topanga.

- Mamá, papá - los llamó cuando apareció en el salón - ¿Tenéis un momento?

- Claro, cariño - contestó Cory - ¿Qué ocurre?

- Necesito consejo.

- Lo que necesites - intervino Topanga - para eso estamos aquí.

- ¿Qué es lo que se siente cuando se está enamorado?

Cory y Topanga se miraron incrédulos, no se esperaban para nada aquella pregunta y se cuestionaban sobre qué la habría provocado.

- Bueno, pues... estar enamorado es locura - dijo su padre.

- ¡Cory! - le regañó su mujer al ver la mirada desconcertada de su hija.

- ¿Qué? - el hombre levantó las manos como si no fuera su culpa - ambos sabemos que tengo razón.

- Podrías explicarlo mejor - Topanga le fulminó con la mirada - Riley, estar enamorado es querer estar con la otra persona, es conocerse mejor que a uno mismo, es ser mejor por estar a su lado, es ser capaz de hacer cualquier cosa por esa otra persona, por hacerla feliz - enumeró su madre pasando la mirada de su hija a su marido - por eso dice tu padre que es locura, porque el amor te lleva a hacer cosas que creías imposibles, te hace ver las cosas de otra manera, te hace cuestionarte todo.

- No sé si es bueno o malo - dijo Riley.

- Cariño - su padre le cogió de la mano y se la apretó con cariño - por supuesto que es bueno, en el momento en el que nos enamoramos es porque hemos encontrado una persona que nos quiere tal y como somos, es como una pieza de puzzle que faltaba para completarnos.

- Entonces - empezó Riley - estáis diciéndome que si encuentro alguien con quien siempre quiero estar, que quiero hacer feliz a toda costa, que no imagino fuera de mi vida, que me salga todo natural a su lado... ¿Es amor?

- Sí, cariño - dijo su padre con una sonrisa.

- Pero hay distintos tipos de amor - intervino su madre viendo que su hija aun parecía no estar segura de aquello - nosotros por ejemplo te queremos y queremos todo eso que has dicho ¿Qué nos diferencia del amor romántico? - Riley se encogió de hombros - esto - y su madre señaló su pecho, justo a la altura del corazón - si se te acelera el corazón cuando ves a esa persona o cuando estás a su lado, estás enamorada.

Riley lo comprendió entonces, Lucas no aceleraba su corazón, por lo menos ya no, o quizás nunca lo había hecho, no estaba segura, pero de lo que sí estaba segura es que tenía que ser sincera con el chico porque le importaba y lo consideraba un buen amigo.


(Punto de vista de Cory y Topanga)

Riley volvió a su habitación sumida en sus pensamientos, sin decir nada más y sus padres se miraron preocupados.

- ¿Crees que está bien? - preguntó Topanga a Cory.

- Sí, es normal que se haga preguntas, si le pasase algo sabe que puede contar con nosotros o con Maya - contestó su marido.

- ¿Y si lo que le pasa es con Maya?

- ¿Insinúas que por fin se está dando cuenta de lo que pasa entre ellas? - Cory empezó a emocionarse.

- ¿Qué otra cosa podría ser? ¿Lucas?

- Lucas - repitió el hombre preocupado.

Ambos se miraron sin necesidad de decir nada más, muchas veces un silencio dice más que mil palabras y ellos tenían la capacidad de comunicarse sólo con mirarse. Esperaban que su hija tomase la decisión acertada pero, pasara lo que pasase, ellos estarían ahí para apoyarla.


(Punto de vista de Maya)

Desde que había besado a Riley seguía comportándose como si hubiera hecho lo más normal del mundo, pero pronto empezó a dar cuenta de que quitarle importancia a lo que había hecho no servía de nada. Cuando la veía con Lucas algo se revelaba en su pecho, algo que había querido ignorar y que amenazaba con destruir lo más perfecto que había tenido en su vida: su amistad con Riley. 

- Farkle, necesito hablar con alguien y no puede ser Riley - dijo Maya dejándose caer al lado de su mejor amigo en la cafetería.

- Está bien, te escucho - contestó el muchacho.

- Llevo días fingiendo que lo que hice en mi cumpleaños no pasó - empezó la rubia - y sé que sabes de lo que estoy hablando.

- Lo sé - confirmó el chico con una sonrisa - ¿Pero qué es lo que necesitas?

- ¿Necesitar? - la imagen de cierta morena sonriente se formó en su mente y sacudió la cabeza.

- Sí, de mí - siguió Farkle hablando - ¿Cómo te puedo ayudar?

- No tengo ni idea de qué hacer, intento quitarle importancia a lo que hice, pero no puedo seguir... - Maya enmudeció.

- ¿No puedes seguir negando lo que sientes? - terminó su amigo mirándola significativamente.

- Tú... ¿Cómo...?

- Soy un genio ¿recuerdas? - la cortó el chico riendo - Maya sientes algo por Riley ¿Verdad?

- Sí - dijo por fin - pero no sé si estoy confundida solamente, es decir, es mi mejor amiga, por supuesto que la quiero más que a nadie pero...

- Pero cada vez que la ves con Lucas algo se remueve en tu interior y dudas de tus verdaderos sentimientos ¿no? - terminó de nuevo Farkle.

- Tú... ¿Cómo...? - el chico estaba a punto de contestar de nuevo pero Maya lo calló - sí, ya sé, eres un genio - y ambos rieron - es asombroso que me conozcas mejor que yo misma.

- Eres una de mis mejores amigas, Maya, siempre os presto atención y siempre os escucho.

Ambos se quedaron un minuto en silencio mirándose sin saber muy bien qué decir, hasta que Maya rompió el contacto visual bajando la cabeza mientras decía.

- ¿Qué hago, Farkle? No quiero perderla.

- No vas a perderla - garantizó el chico - conozco bien a Riley y sé que no existe nada capaz de interponerse entre vosotras.

- Pero esto es muy grande, estamos hablando de sentimientos más profundos.

- Sois Riley y Maya, Maya y Riley, da igual lo que sea, os enfrentareis a ello juntas y todo saldrá bien - apretó con cariño una de las manos de la rubia.

- ¿Crees que debería decírselo?

- Creo que habéis sido sinceras la una con la otra desde que os conocisteis y que deseas con todas tus fuerzas decírselo, así que ¿a qué estás esperando?

- Farkle, en serio, sal de mi cabeza - dijo la chica provocando que su amigo estallara en carcajadas - pero gracias, tienes razón y debo hablar con ella.

Dicho esto, abrazó a Farkle y salió corriendo del local cubriendo la distancia a casa de Riley en tiempo récord. Había llegado el momento, después de tanto tiempo dudando, negando de sus sentimientos, por fin los había aceptado e iba a compartirlos con su mejor amiga. Sólo esperaba no perderla en el proceso y que Farkle hubiera tenido razón al decir que nada podía interponerse entre ellas.

El equilibrio perfecto (Girl Meets World - Rilaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora