X.

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Me encontraba en un lugar completamente brillante, tanto así que no podía ver nada a mi alrededor, tampoco podía abrir bien mis ojos, solo pensé en caminar a ver que sucedía. Luego de un rato comencé a ver flores, era un campo, un campo lleno de flores y oía la voz de mi madre pero, por más que la buscaba no estaba, escuchaba su voz clara llamándome por mi nombre o como "hija", me estaba desesperando y de la nada todo se desvaneció.

-¡Está despertando!

Esa, sin dudas, era la voz de mamá, pero más cerca, el sonido retumbó en mi cabeza, tanto así que llegué a sentir un leve mareo, veía borroso, luego de unos segundos pude apreciar bien la cara de ella, miré a los lados, paredes blancas, observé mejor y pude recién ver que estaba conectada a varias máquinas, respiraba con ayuda de oxígeno artificial, ¿un hospital?

-Mamá... -logré decir casi en un susurro, mi garganta dolía.

-Tranquila deja llamar a un doctor -dijo y desapareció.

Intentaba recordar algo pero me daban unas horribles punzadas en la cabeza.

-Will... -susurré.

Claro, William, lo recuerdo, yo estaba con él, luego, solo...

-Ay...dios...-me quejé, creo que intentar recordar algo no es una buena idea ahora, es doloroso.

Justamente apareció mamá con un doctor a su lado, me sonrió y se acercó para revisarme.

-Me alegro un montón, es increíble que hayas despertado jovencita.-comenzó a inspeccionar los aparatos y luego volvió a mirarme- Sabes, no, espera, antes de decirte lo afortunada que eres te daré agua y luego hablaremos.

Tomó un vaso de agua y ayudó a que bebiera, hice un intento de poder moverme pero fue imposible, la reacción de mi cuerpo fue casi nula.

-No desesperes, estuviste una cantidad de tiempo considerable en cama así que tu cuerpo no reaccionará de inmediato, pero espera unos minutos y ya verás como de a poco podrás hacer movimientos normales.

-Espere, ¿qué quiere decir que estuve una cantidad de tiempo "considerable" en cama? 

-Yo hablaré con ella doctor -se apresuró a decir mi madre- gracias por la ayuda.

-Muy bien, buena suerte -nos sonrió a ambas y se fue.

-Ve directo al grano por favor, estoy extremadamente confundida y no quiero confundirme aún más con charlas innecesarias -dije ahora con la voz firme.

Suspiró.

-Bueno, mi conocimiento era que tú estabas en casa de Will, desperté bien temprano para prepararme y así estar lista en caso de que llegaras muy temprano o algo así, cosas de madre...luego de unas cuantas horas ya no recuerdo la hora exacta, recibí una llamada de Will, estaba como loco hablándome y yo no le entendía nada, cuando logró articular bien sus palabras me dijo que habías tenido un accidente, que estaba en el hospital contigo, no dije nada, solo colgué y vine lo más rápido que pude, lo encontré ahí sentado agarrándose la cabeza con las manos, cuando me vio, fui de inmediato hacia él, le pregunté que pasó y todo eso, creo que está demás decirlo, me abrazó y estuvo un buen rato llorando, se sentía bastante culpable y no entendía el por qué, después de todo solo fue un accidente, hija, es algo difícil decir esto -su expresión cambió- estuviste 2 semanas en un coma inducido...no entiendo bien de eso, así que para que pienses bien las cosas iré a buscar al doctor de nuevo ¿está bien? 

Solo asentí. No me sentía yo, no sentía que estaba ahí realmente, empecé a sentir un dolor de cabeza realmente fuerte, vi como 2 gotas de sangre cayeron en las sábanas, las quedé mirando y al instante me levanté, casi caigo, mi cuerpo aún no estaba bien para movimientos rápidos, me saqué todos las cosas que tenía incluyendo el oxigeno, mi respiración comenzó a fallar y aún así caminé hasta el pasillo, quería salir afuera, caminaba lo más rápido que podía, sentí que me agarraron del brazo y ahí pude reaccionar, miré y me sorprendió ver quién era.


-Tía Tamara...

-¿Por qué te escapas justo cuando vengo a verte? Y mira, ¡ni siquiera estás presentable para visitas! Estás llena de sangre, ¿cómo no te percataste de que tu nariz sangraba? Ven, vamos a lavarte, tu mamá estaba realmente preocupada Melissa, no pensé que fueras así de revoltosa.

Solo la miraba mientras ella me llevaba al baño, y sonreí, todo en mi se calmó, le dio un poco de humor a las cosas, a ese agobiante momento por el que estaba pasando.

-A ver, déjame ponerte más decente -su celular sonó- oh espera, daré las buenas noticias. Tranquila Janeth encontré a tu hija. Si estamos en el baño, de inmediato la llevo, está hecha un desastre. Bien los veo ahí. Si si que está bien por dios. Voy enseguida.

-¿Estaba muy histérica?

-Pues lo normal, yo también me asustaría si mi hija que acaba de despertar desapareciera así como si nada pasara, menos mal que no te encontró ella se habría vuelto loca al verte llena de sangre.

-Si...la situación me superó y solo...no supe qué hacer.

-Tranquila querida, ya hablaremos después -terminó de limpiarme- veremos si de camino a tu habitación anda alguna enfermera para pedirle ropa limpia.

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La situación se calmó, estaba Tío Robert también, el doctor aún no hablaba conmigo, esperaba a que me cambiara ropa y que me relajara un rato. Cuando dejó de hablar con mi mamá, puso una silla al lado de mi camilla y me miró.

-Eres bastante afortunada ¿lo sabías?

MelissaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora