Recuérdame por qué te amo (12 Razones Para Amarte)

Capitulo 2 Primer encuentro, primer desacuerdo

Yuri se encontraba recostado en la cama del cuarto de visitas analizando todo lo ocurrido, seguía enojado y estaba indignado.

Se enteró gracias a Cris, el mensaje que llegó a su celular era de felicitación por haber definido una fecha para la boda, ¿fecha?, ¿boda?, algo no andaba bien, aun no había fecha, en realidad había evitado el tema lo más posible, quería aclarar la confusión pero no había encontrado el momento indicado; dio un anillo como amuleto pero Víctor asumió inmediatamente que era de compromiso, tan en serio y emocionado que no tuvo corazón para sacarlo de su error y ahora estaba sufriendo las consecuencias de dejar crecer la bola nieve.

Supuso que el mensaje era un broma de Cris, muy típico de él, mas tarde tomando un café con su amado lo comentó esperando una risa o un comentario burlón. Esto no ocurrió, Víctor se quedó helado y por su cabeza el único pensamiento que tuvo fue 'Mierda. Me atrapó'. No era el haber separado fecha, era que lo hizo a escondidas, aunque sabía que en parte era su culpa por no hablarlo, fue la mezcla de sorpresa, culpa y enojo lo que hizo estallar la gran pelea que su hijo y su yerno interrumpieron justo a tiempo. ¿Qué habría pasado si no los interrumpían? Se le encogía el corazón de solo recordar a su amado tratando de quitarse el anillo, pero más miedo le daba pensar que tal vez él no hubiera hecho nada para detenerlo. Con esto en mente era difícil pensar en las 6 razones que le pidió Yurio.

En la habitación principal Víctor sentado al borde de la cama miraba fijamente su sortija y las fotos de Barcelona, una lagrima logró escapar de su ojo hasta caer en una foto, fue una de las mejores noches de su vida y todo estaba a punto de terminar por culpa de su impulsividad, por supuesto no quería regresarle el anillo, el enojo habló por él, solo quería una reacción de Yuri al compromiso, quería que lo detuviera con un abrazo un beso y un 'te amo'. Últimamente sentía que el único comprometido era él. Desde que llegaron a Rusia su vida se había vuelto una rutina de entrenamiento, le costaba el doble por ser entrenador y competidor, su tiempo con Yuri como pareja se había reducido drásticamente incluyendo los mimos que le hacia este, pues se limitaba a hacerlo cuando estaban a solas, extrañaba mucho a su amado. Solo pedía un poco de atención y cariño fuera de esas 4 paredes, sintiéndose así, para Víctor también le era difícil buscar esas 6 razones.

Después de 3 horas, Yurio y Otabek regresaron con pizza para la cena y cargados de provisiones, algunas saludables y otras no tanto, incluso consiguieron algo de vodka, se necesitaría para tratar a ese par. Ni siquiera se molestaron en tocar, habían dejado abierto y como lo imagino Yurio, ninguno había salido de su encierro.

-¿Cómo estabas tan seguro de que se quedarían encerrados? - dijo Otabek dejando las bolsas sobre la mesa y acercándose a abrazar a su ruso favorito.

-Tienen mucho en que pensar y están demasiado avergonzados para verse a la cara. -decía Yurio con una confianza abrumadora mientras correspondía el abrazo rodeando el cuello de su amado.

- ¿De dónde sacas toda esa información? Y no digas internet que esto va las allá que unos cuantos artículos de wikipedia.- estaba verdaderamente intrigado.

- La escuela, estoy tomando unos cursos de psicología. -explicaba tras soltarse del abrazo para poner la mesa.

-¿Por qué psicología? eso no lo vi venir - tomo nota mental y se prometió conocer más a su amado.

- Es más barato estudiarla que pagar por los traumas que me provocarán mis "padres"- dijo lo ultimo haciendo unas grandes comillas en el aire con sus manos. Riendo los dos ante la burla.

Yuri y Víctor salieron de sus cuevas atraídos por el olor de la pizza, ya hacia hambre y aunque no tenían ganas de verse en ese momento se vieron obligados a actuar como adultos medianamente civilizados y darle un buen ejemplo a su hijo y su yerno.

Durante la cena se olvidaron de los problemas e incluso se sentaron uno al lado del otro, Yuri no perdió tiempo en observar la mano de su ruso, el anillo seguía en su lugar, sin que lo vieran jugó con el suyo y sintió que mientras mantuvieran sus anillos podían resolver lo que sea. Para liberar un poco la tensión del ambiente empezaron a hablar de algo que todo tienen en común: patinaje, técnicas, consejos, ideas y sus planes futuros, y hablando de planes futuros Yurio intentó retomar la "sesión de terapia" pero los mayores para evitarlo entraron en plan paternal y empezaron un pequeño interrogatorio sobre la relación del bebé de la familia, los menores fueron bombardeados con preguntas consecutivas que ni oportunidad había de responderlas, sin olvidar los comentarios bochornosos.