Era jueves, cuando estaba un ruso rubio moviendo rítmicamente su pie demostrando su enfado e impaciencia, mientras esperaba en el elevador a llegar al séptimo piso. Cuando las puertas se abrieron Yuri Plisetsky salió a toda velocidad hacia el departamento F olvidando a su acompañante Otabek, quien no demoró en seguirlo.
¿Cuál era el motivo de su enojo? Que cierta parejita había olvidado acompañarlo al aeropuerto, quería presentarles a su pareja a sus autodenominados padres, tanta insistencia por parte de ellos y le hacían semejante desaire. Necesitaba saber de inmediato que había ocurrido y gritarles unas cuantas verdades.
Se detuvo frente a la puerta y tocó. Nadie atendió. Otabek estaba dispuesto a todo para remediar el enojo de su novio, cuanto más rápido descargara su coraje, más rápido podrían disfrutar de un tiempo a solas. Sin importarle ser grosero o no, abrió la puerta, estaba sin seguro, se miraron un momento preguntando con la mirada al otro si era prudente entrar. Yurio abrió de golpe importandole poco que le pudieran decir, sin embargo, nada lo preparó para la escena que estaba por presenciar.
En la sala del lujoso departamento, se encontraban Víctor y Yuri uno a cada extremo gritando, agitando los brazos y lanzando los carísimos cojines color turquesa por los que anteriormente tuvieron una pelea de 3 días. Los intrusos no lograban comprender la situación, sus caras llenas de confusión cambiaron a horror al presenciar lo impensable.
—¡Por qué te enojas de esa manera? —Gritó Víctor a su prometido.
—¡Víctor, elegiste la fecha de la boda y separaste la iglesia sin siquiera consultarme!, ¿Cómo no esperas que esté enojado? —Yuri estaba muy alterado.
—Tuve que hacerlo, cada que intento hablar contigo sobre el tema te sordeas.
—Ya te dije que esperemos, estamos entrenando para el cuatro continentes, la boda puede esperar.
—A mi me parece que TÚ no quieres casarte, si es así, te regreso esto —Mientras pronunciaba esas palabras intentaba quitarse aquel anillo que recibió en Barcelona meses atrás.
Los ojos de Yuri se abrieron con sorpresa, no podía creer que Víctor siquiera contemplara la idea de regresarle el anillo. Otabek y Yurio seguían pasando desapercibidos, hasta que el rubio le lanzó un cojín directo a la cabeza de cada uno evitando así que Víctor se sacara el anillo. La pareja se quedo viendo a los intrusos preguntandose mentalmente ¿En qué momento llegaron que ni cuenta nos dimos?
—Se supone que me iban a acompañar al aeropuerto —Exclamó Yurio enfadado— ¡En lugar de eso los encuentro a punto de terminar su relación! Ayer se veían tan felices, ¿qué ocurrió?
—¡Él tiene la culpa! —gritaron al unísono señalando al otro de manera efusiva sin dejar de ver al ruso y con la respiración agitada, tenían buen rato gritando.
Otabek amablemente sentó a los 3 involucrados cada uno en un sillón diferente para luego acomodarse a lado de su pareja. Ya tranquilos y después de bastante rato Yuri por fin rompió el silencio y habló.
—¿Yurio donde está tu novia? Se supone que nos la presentarías hoy.
Yurio sintió la mirada afilada de Otabek. No tenía que verlo directamente para saber que estaba molesto, olvidó ese pequeño detalle, en todo momento se refirió a él como pareja sin especificar género y ahora todos tenían un gran signo de interrogación en la frente.
—Creí que ya les habías contado —dijo Otabek en un murmullo audible sólo para su amado.
—Les iba a decir en el aeropuerto — murmuró en su defensa, esperando que el otro comprendiera —Yo nunca dije que fuera una mujer — habló en voz mas alta tras dar un largo suspiro.
Papá y mamá se miraron sorprendidos, sin dar crédito a la reciente declaración de su bebé.
—¡Qué? Creí que hablabas de una chica y una de tu edad, ¿Cómo puedes hacernos esto a tu madre y a mí? —Exclamó Yuri exagerando inconscientemente su reacción.
'¿Dijo madre?' pensó Víctor, le sorprendió la expresión pero no le tomó importancia por el momento, ya lo hablaría más tarde, solo había un comentario que hacer a su prometido.
—Cariño, se te olvida un detalle... —Yuri lo miró sin comprender—Nosotros también somos hombres, somos los menos indicados para decir algo.
—Perdón, tienes razón —declaró apenado por su torpe comentario— Pero la diferencia de edad... son... 4 años me parece, ¿Cómo es posible?
—Cariño... de nuevo te recuerdo que soy 4 años mayor que tú y eso no es un impedimento —mencionó Víctor avergonzado de los absurdos comentarios de su prometido.
En este punto todos los presentes comenzaron a soltar pequeñas risas hasta convertirse en carcajadas: Yuri hablaba en serio como si nunca hubiera analizado su propia relación, al darse cuenta de eso se empezó a rascar la cabeza y sonrojarse un poco en señal de vergüenza.
Yurio hizo a un lado el tema de su relación para intentar averiguar qué estaba pasando con ese par, les pedía una explicación y cada vez que intentaban dar sus razones, sus palabras eran atropelladas por las del otro para terminar en una guerra de palabras a grito abierto, al grado de tener que separarlos o el pobre florero sufriría las consecuencias.
En vista del éxito no obtenido los niños tuvieron que mandar a dormir a sus padres a habitaciones separadas para evitar la matanza bajo la siguiente amenaza:
—¿Están seguros de que se quieren separar? —No hubo respuesta— entonces, más les vale que piensen en 3 cosas por las que vale la pena seguir juntos... No. Mejor que sean 5... esperen, mejor 6, sí, 6 cosas y que sean buenas. Regresamos en unas horas.
Con esto Otabek se sintió arrastrado del brazo hacia la puerta. Salieron rápidamente para darle espacio a los padres. Estos compartieron mirada unos minutos como tratando de encontrar esas 6 razones en sus rostros, forzaron una sonrisa y entraron a la habitación designada.
—¿Por qué les pediste 6 razones? —preguntó intrigado el kazajo.
—3 son pocas y 5 son suficientes pero, si son capaces de encontrar 6 es que de verdad quieren resolver su situación.
—Muy listo mi amor —mientras, rodeaba con el brazo el cuello de su pareja y besaba su frente.
—Gracias. Ahora acompáñame que hay que comprar mucha comida —Se separó del abrazo.
—¿Cómo de cuánta estamos hablando? —Empezaron a caminar al elevador.
—Para 3 días, va a ser un largo fin de semana.
—Y yo qué quería pasarlo contigo—su tono era de sentirse algo decepcionado.
—Entonces ayúdame para terminar pronto.
—Que se le va a hacer.
Se había resignado, sabía que no tenía opción. La operación evitar el divorcio de papá y mamá había comenzado.
Continuará...
Bueno este es mi primer Fic, es solo la introducción por eso es corto, seran mas largos conforme se desarrolle la historia.
Este Fic esta dedicado a todas las personas que me animaron a escribir algo, espero que les guste.
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Recuérdame por qué te amo (12 Razones Para Amarte)
Hayran KurguYuri y Víctor se encuentran viviendo felizmente juntos en Rusia... o eso parecía. En medio de 'La discusión' de sus vidas y al borde de la separación Yurio en compañía de Otabek tomarán el papel de psicoterapeuta. Escucharán las causas irracionales...