¿POR QUE ME LLAMAS ALEGRÍA? /C.D.A. 1/

Su hermosa boca...

EMMA

Era la hora del almuerzo y yo pensaba en como escaparme de ir a la casa de Green pero simplemente no se me ocurría algo... entonces escucho un golpe en la mesa y me sobresalto

— ¿Pero qué pasa Liza?

—Que estas ida Emma, ¿Qué es lo que te pasa? ¿Sigues pensando en cómo librarte de ir a la casa de Green?—asiento agachando la cabeza—Estas perdida—En eso veo como se sienta Matt en la mesa, me mira expectante y se dirige a Liza.

— ¿Sigue pensando en lo de la tarde?—Liza sonríe y asiente nerviosa, desde hace rato estos dos traen algo, pero simplemente ninguno se acerca al otro, es completamente ridículo pero en cierta forma estoy feliz por ellos, aunque no se acerquen.

Estaba pasando por uno de los pasillos cuando me encuentro con la intendente que venía con su carrito de limpieza.

—Emma querida, te he visto muy deprimida ¿Está todo bien?

—Claro que sí, todo está bien, ¿Necesitas ayuda en algo? —me sonríe.

—Tan linda siempre... ¿No sería mucha molestia que llevaras estas cosas al cuarto de limpieza? Claro si tienes tiempo.

—Claro que tengo tiempo es solo que...nada, deme las cosas yo las llevare—No quería ir hacia atrás porque existía la ¡Gran! Posibilidad de que me encontrara con Green y simplemente no quiero, pero ella es muy dulce y no puedo negarle un favor.

Llegue a las canchas traseras y camine lo más rápido posible, al llegar a la puerta la abrí y metí todo, al cerrar la puerta no pude evitar buscar a Green y efectivamente estaba en la pared trasera de siempre pero no estaba fumando estaba haciendo algo en un cuaderno, era un boceto, era yo.

¡Qué lindo!

Pero vi que en el boceto esta triste, o más bien viendo hacia mi cuaderno haciendo nada, literalmente era lo que hacía cuando estaba junto a él en la hora de Ecología pero algo me saco de mis pensamiento o más bien él frente a mí.

— ¿Nunca te dijeron que no se debe de espiar a la gente?—Notaba el sarcasmo en su voz a lo que yo agache la cabeza con pena.

—Lo siento, ya me iba—dije dándome media vuelta pero Green me tomo del brazo acercándome al él para evitar que me fuera.

— ¿Por qué te vas tan rápido? Quédate un rato—Parecía tranquilo y con una voz hermosamente ronca y no me di cuenta cuando me tuvo acorralada ente su cuerpo y la pared del cuarto de limpieza, acariciaba mi mejilla tiernamente y me causaba escalofríos por toda mi espalda, sentía que mis piernas a no responderían en cualquier momento.

—En serio tengo que irme Green —me mira pero no se inmuta, me mira todo el rosto, como si quisiera encontrar algo, cosa que me pone más nerviosa.

—Me decepciono mucho al no verte cuando me desperté y también que nunca me llamaras para saber cómo estaba ¿Por qué no lo hiciste Emma?—lo miro y le pregunto en un susurro.

— ¿Por qué me dejaste de llamar Alegría?

— ¿Por qué tendría que hacerlo cuando tu humor no es el mimo?—tenía mucha razón ¿Qué caso tenia? Es más ¿Qué caso tenia preguntarle tal cosa? Era más que obvio, me avergoncé y eche mi cara hacia un lado, Green seguía acariciando mi mejilla, se sentía tan bien su cercanía.

¿Por qué se acerca? ¿Qué quiere hacer? Oh no...

Sus labios se movían desesperadamente al igual que los míos, como si nunca se quisiera separar y no pretendía parame, sabía que estaba mal, que no tenía que hacerlo pero simplemente no pude separarme, lo extrañaba y quería tenerlo cerca de mí, así que pase mis brazos por su cuello y cerré mis ojos pero al hacerlo libere toda el agua que había acumulado en mis ojos y Green lo noto, se separó un poco de mí solo para tomar aire y limpiar mis lágrimas pero no funcionaba porque yo seguía llorando.

— ¿Pero qué es lo que te hicieron? ¿Por qué lloras? Tú no eres así, dime que es lo que te pasa—pidió tranquilamente pero con un tono demandante, negué y Green pego nuestras frentes—Alegría, dime, por favor—por un momento sonreí por tal comentario.

— ¿Qué es lo que quieres que te diga? —Bien Emma, otra más a tus preguntas estúpidas.

— ¿Qué es lo que te pasa?—pensé por un momento y después le dije aun sin despegar nuestras frentes.

—Fue mi culpa, todo...si yo te hubiera advertido aquel chico no te hubiera embarrado aquella sustancia, ¡Dios! Si yo te hubiera dicho que no fueras a esas peleas no te hubiera pasado nada...no te hubiera pasado nada—dije con la cara empapada de lágrimas, se separó de mí y me miro por unos momentos con el ceño fruncido, estaba por decir algo pero lo interrumpí—No digas nada, por favor no digas nada, solo déjalo como esta—Me limpie la cara para después salir corriendo hacia el frente de la escuela dejando solo a Green con la palabra en la boca, su hermosa boca.