Bien...como quieras Emma.

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—Hey...vamos, te llevare a tu casa—Me acaricio la espalda esperando mi afirmación. Fuimos hacia la salida, no dije nada en todo el camino, porque en realidad no tenía nada que decir y Matt tampoco decía nada, para lo único que abrí la boca fue para darle la dirección, al llegar a mi casa trate de sonreír pero no pude y Matt o vio—Tranquila, entiendo por lo que estás pasando, no tienes por qué agradecer— eleve un poco la punta de mis labios y salí del auto.

Al entrar sentí la soledad invadirme, subí hacia mi habitación y al sentarme en la cama lo primero que veo es la pintura de Green que al instante me hace llorar, quería gritar, pégale a alguien.

¡Quería destrozar ese cuadro!

Pero simplemente no podía, me invadían más los recuerdos hermosos que las injusticias de su padre, en eso suena mi celular, la verdad no quería hablar pero al ver el identificador de llamadas lo descolgué al instante y comencé a llorar de nuevo.

—Te necesito— no tuve que decir nada más ya sabía que vendría hacia a mi así que solo espere en la soledad de mi cuarto.

Tocaron la puerta y fui rápidamente a abrir, al ver a la persona que estaba detrás de la puerta me eche a sus brazos a llorar.

—Emma, linda ¿Pero qué paso?

—Su padre...las peleas, fui y la cosa de las manos...—No salía nada coherente de mis labios.

—A ver...vamos a la sala y me platicaras todo desde el principio.

Media hora después estaba acostada con la cabeza en las piernas de Liza sin decir nada, ella respira pesadamente mientras me acaricia el cabello.

—No quiero decir te lo dije pero...no te lo diré por más que quiera porque estaría equivocada, sé que Green te hacia mucho bien y tú a él y es de demasiado injusto que su padre te aleje de él.

—Pero él tenía razón yo le pude haber dicho que no fuera y me hubiera hecho caso y todavía fui y no dije nada al ver lo que se colocaba aquel chico, todo es...

—No te atrevas a decir eso Emma, tú no tienes la culpa de nada, Green ya asistía a esas peleas mucho antes de conocerte así que tú no tienes nada que ver en ese punto y en lo de él chico, tú jamás pensaste que lo usaría para atacar a Green así que tampoco es tu culpa ¡Nada es tu culpa! — no me convenció yo ya estaba convencida de que todo era mi culpa así que solo asentí para tranquilizarla.

Ya habían pasado las dos semanas de intermedio en la escuela, hace unos días Green había salido del hospital y lo supe porque me empezó a llamar y supongo que no vino a buscarme porque le dijeron que tenía que guardar reposo y mientras él reposaba yo me consumí en llanto y tristeza, quería verlo y besarlo hasta cansarme, quería ver sus ojos, o con solo verlo me conformaba, pero no podía, sabía que su padre no me dejaría.

De nuevo en la escuela, no he visto a Green, a lo mejor no vendrá por que todavía debe de guardar reposo, no lo sé, no iba de buen ánimo, no pensaba en nada que no fuera irme de la escuela a mi casa y llorar hasta quedarme dormida, Liza y Matt estuvieron cuidándome, solo que en días diferentes, parecía que se turnaban, pero sorprendentemente ni uno sabía algo del otro, pero bueno eso no viene al caso, entre a Física Cuántica que fue remplazada por Química y cuando entre vi a Green al fondo, me altere y me fui hacia el otro lado del salón, no sé si me vio ya que traía unos lentes de sol y no sé hacía donde miraba pero, en sí, su cabeza entraba dirigida hacia la ventana, se veía hermoso, hace mucho que no lo miraba, pero creo que lo mire demasiado porque se giró hacia mí, no necesariamente para sonreírme ya que sus labios eran rectos y se veía que su entrecejo estaba arrugado, de inmediato baje la mirada, vi por el rabillo del ojo como tomaba su mochila y comenzaba a acercarse, pero rápidamente alguien se sentó enseguida de mí, eleve un poco mi mirada y vi a Matt guiñándome el ojo, le agradecí internamente y sonreí un poco pero al ver como Green nos miraba y como se iba de nuevo al lugar de donde estaba y no necesitaba voltear porque sentía su mirada de furia y pensaba en las diferentes maneras en las cual Green podría matar a Matt después de clases.

Todo el día y toda la semana estuve evitando a Green, me llamaba y no le contestaba, odiaba eso de él en este momento ya que cuando quiere puede ser el más terco y perseverante del mundo, todo iba bien hasta que llegamos a la hora de Ecología la profesora llego haciendo parejas y como tengo la mejor de las suertes (lean el sarcasmo) me toco con Green pero cuando nos nombró levante la mano.

—Disculpe pero quiero otra pareja.

— ¿Cuándo me ha visto hacer un cambio?— respire pesadamente porque eso era cierto era una de las maestras más estrictas del instituto así que solo asentí y me quede callada, cuando termino de hacer las parejas ordeno que nos sentáramos con nuestras respectivas parejas así que fui y me senté junto a Green pero no dije nada, solo agache la cabeza hacia mi cuaderno haciendo como si estuviera leyendo.

—No estás leyendo— me encogí de hombros aun sin mirarlo, vi como jugaba con su lápiz— ¿Qué es lo que tienes? ¿Por qué me evitas? ¿Por qué nunca me visitaste? ¿Por qué no contestaste mis llamadas?— no dije nada—Bien...como quieras Emma— dijo con indiferencia haciendo que mí corazón se achicharrara y se quemara haciéndolo ceniza seguida de una lágrima recorrer mi mejilla.

¿POR QUE ME LLAMAS ALEGRÍA? /C.D.A. 1/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora