8 | Just wow.

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Los mensajes de Dalas nunca llegaron, me sentía decepcionada por una parte, pero por otra no me preocupaba en lo absoluto, sabía que no debía dejarme llevar por la emoción, menos engancharme a él. 

 Era lunes, Me levanté a las 10:00 AM ya que se me había dado la gana. Me puse una musculosa blanca, con unos jeans bien apretados a mis piernas, desayunaría afuera, como siempre, me gustaba tomar desayuno en la ciudad, no todo era tan malo después de todo. En mi mochila ya estaban todos mis cuadernos y lo que necesitaba en el día. Como últimamente el clima ha estado raro, me puse uno de esos gorros de lana bien bonitos. De costumbre revisé Whatsapp y Dalas aún no se hacía presente, Quizá lo del otro día fue todo. 

 Me posé en mi cafetería favorita, ya que esta tenía segundo piso y daba a una plaza hermosa -Sí, a la que llevé a Dalas.- Pedí mi café con leche y un pie de limón. Luego de unos minutos el mesero vino con mi orden. Fue muy mágico, este era de estatura mediana, tenía unos ojos maravillosos, entre verde, celeste y gris. Cuando ya se iba, sin pensar le tomé de la muñeca y le detuve para que no se fuera. —Eh... ¿Podemos hablar? —El chico fue y se sentó frente mío, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja, realmente era muy bonito. 

 —Dime Kell, linda.~ —Dicho eso el chico me guiñó un ojo,  tenía el pelo largo y de un castaño brillante. —Ahm, ¿Quieres pie? —Ambos nos largamos a reír, ya que esta era una situación completamente nueva. —Soy Amy, por cierto. —Le dediqué una sonrisa, me vibró el celular, lo saqué de mi bolsillo y para mi sorpresa era Dalas que me había enviado un mensaje justo ahora. Tuve un par de sentimientos encontrados, sin embargo opté por dejar el celular de lado, y seguir hablando con Kell. 

 — ¿Tienes novio? —Me preguntó de repente, pensé un poco en decirle mi situación, pero preferí que no. —No, no tengo novio.~ —Le sonreía a Kell a cada rato, y el me hacía lo mismo, por suerte ya había salido del trabajo ya que yo fui su último servicio del día.  Luego de conversar un buen rato, nos dimos los teléfonos, y ya que nos entreteníamos tanto juntos, este decidió por irme a dejar al instituto. 

  Una vez en la puerta del instituto, y ya sin Kell, decidí ver el mensaje de Dalas, por lo que él me vendría a buscar a la salida. Así que me entré queriendo poder negar que estaba emocionada por todo lo que ocurrió y ocurriría hoy. 

 Las clases pasaron rápidas, por lo que mis cuadernos estaban con garabatos dibujados y no le presté mucha atención a todo durante la jornada. A la hora de salida recibí  una llamada de Dalas.  

Dalas: ¿Aló? ¿Amy?

 Yo: Sí, salgo en un segundo. 

 *Colgué* 

 Al salir, miré hacia todos lados, sin embargo el chico de ojos almendra me tomó por sorpresa y me besó de imprevisto, junto a un gran abrazo. Me costó responder, ya que el beso era con mucha fuerza, pero logré tomarle el ritmo. La gente nos miraba, ya que era raro que me besara con alguien, o que saliera con alguien fuera del instituto. 

 —Amy, vamos a mi apartamento, ahora.—Dalas se empeñó en no sonar desesperado, sin embargo lucía exaltado por algo, supongo que simplemente estaba feliz, o quería compensar lo de la tarde. 

  — Amy, quiero que esta vez yo mande en la cama. —Me susurró seductoramente al oído, y de paso  me mordió un poco la oreja, todo mientras me dirigía al auto de aquel castaño que me volvía loca. 



*Nota de autora*: Ehm... Gracias por todo ^^ Me alegra que les guste la novela, quizá no suba tan seguido capítulos pero es porque estoy de vacaciones. Eso, gracias por los apoyos 7w7<3

¿Por qué él? | Dalasreview.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora