La cena con un héroe (Parte 4)

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Me fui  a lo de Jack y al entrar el me dijo esto:

-¡Wau! Te ves...

-¿Increíble? -Salió y dijo Molly Brown.

-Más que increíble... Me encanta tu vestido -Me insinuó Jack.

-Y ¿Tú? Realmente te ves muy bien en ese traje. -Se lo dije de vuelta aunque ya se lo había dicho antes.

-Gracias.

- Y... Molly, Molly Brown. -Ella vestía un vestido negro muy elegante con lentejuelas brillantes. Su cabello pelirrojo se veía muy bien, además de esas plumas negras que llevaba en el cabello.- ¡Te ves muy bien!

-Gracias querida Clarisse, tú si que eres muy amable. ¿Acompáñame a la fiesta quieres?

-¡Con un gusto!- Le respondí.

Jack, ella y yo nos dirigimos hacia el la gran escalera de primera clase.

Al ingresar un guardia le dijo a Jack.

-Buenas tardes señor.

Jack asiente y nos vamos.

-Bueno señoritas, las dejo aquí ya que acordé con Rose que nos encontraríamos aquí.

-Okey, nos vemos Sr. Dawson. -Le dijimos la Sra. Margaret Brown y yo.

-Yo también te dejo querida, nos vemos a la hora de la cena.

Entonces como me había quedado sola me quedé parada en un rincón.

Vi como Jack no sabía que hacer. Ni como comportarse como un caballero. Copiaba todo lo que hacían los demás hombres de allí. De pronto el alzó la mirada y vio a una hermosa muchachita con un vestido muy elegante, uno de los más caros de todos. Pues esa era Rose. Ella sonrió al verlo.

Entonces Jack la toma de la mano y se la besa.

-Lo vi en una película, siempre quise hacerlo.

Ambos rieron.

Luego yo fui a recorrer el sitio. Al ir caminando me topé con un caballero un poco más alto de mi estatura y al decir verdad de rasgos faciales muy hermosos.

-Perdón -Le dije quedándome mirándolo- Lo siento...

-No, no hay de que disculparse -Me dijo aquel hombre, luego seguimos cada uno nuestro rumbo.

Seguí recorriendo todo el salón, cada rincón de allí. Luego me detuve ya que sentía una mirada pesada detrás de mí, persiguiéndome.  Di media vuelta y encontré a ese hombre con el que me había topado, de nuevo.

-Lo siento Señorita... -Dijo nervioso y tartamudeando.

-Señorita... Se le ah caído esto y le eh venido a traerlo. -Era mi pendiente así que lo tomé.

-Gracias...

-Una señorita así como usted no debe andar sola, su esposo está en el salón de caballeros o...?-Dijo él.

-No, no. No tengo esposo, si prometido.

-Ah.. Bueno entonces con más razón no debe estar sola.

Yo me sonrojé.

-Edward Jones, encantado.

-Clarisse Watson, un gusto conocerlo. -Nos dimos un apretón de mano. (Saludo)

-Y ¿Qué hace por aquí sola?

-Recorriendo el lugar...

-Qué ¿No ah venido antes?-Preguntó él.

Titanic: El barco de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora