✨Ya no estás solo✨ (Fedix)

Capitulo 3/ Ese chico...

Pasaron los días, y Fede seguía teniendo el mismo sueño pero cada ves que tenía ese horrible sueño siempre aparecía ese chico...

Ese chico...

Siempre con una sonrisa tan cálida que lo hacía olvidarse de sus problemas, el que siempre secaba sus lágrimas, el que siempre le ofrecía su ayuda. Lo malo es que al despertar no podía recordar mucho sobre su apariencia, solo ese sedoso cabello rosa.

Su vida en la escuela no había cambiado mucho, los bullys siempre al asecho para encontrar cualquier oportunidad para aprovecharse de él y su amiga Abby. Fede no podía comprender cómo es que Abby podía seguir siendo una chica tan alegre y optimista a pesar vivir su misma situación.

Se encontraban en la hora del almuerzo, con el único detalle que los bullys decidieron comer de más ese día y les quitaron el suyo, pero igual ese día Abby había ido preparada y llevo un sándwich extra.

Abby: Wow Fede, ¿Otra ves ese chico?~dijo entregándole la mitad del Sandwich

Fede: Si...por alguna razón el siempre aparece en mis sueños.

Abby: Oohhh ¡ya tengo un nuevo ship!

A Fede no le hacía mucha gracia ser emparejado con un personaje que probablemente no existía pero igual no le extrañaba viniendo de su amiga fujoshi

Aunque pensándolo bien ¿Ese chico de verdad era ficticio?

Se acordó de aquel día en el que se había devuelto al salón y vio como dos chicos estaban a punto de golpear a otro. Pero se pudo defender bien de ellos y vio algo muy peculiar en el.

Su cabello rosa...

Fede se quedo inmerso en sus pensamientos pero la campana para entrar a clases lo saco de ellos. Así transcurrió el resto del día, y al finalizar todos se fueron a sus casas, claro Abby y Fede no podían dejar la escuela sin que los bullys hicieran de las suyas una ves más.

Al siguiente día ya era sábado y a Fede lo aliviaba no tener que ir ese horrible lugar al que llamaba escuela. Sus padres lo mandaron a la tienda a comprar unas cosas a la tienda así que fue con la lista que le habían dado. No tardó mucho en hacer las compras y se encaminaba a casa con la bolsa en mano leyendo la lista de nuevo para asegurarse de que no se le había olvidado nada. De repente pasando por un callejón escucho unas voces, así que asomó levemente a ver lo que ocurría.

¡No lo podía creer! Era el chico de otro día, pero esta ves no se podía defender. Las personas que lo golpeaban esta ves eran mucho más fuertes, además ya estaba bastante golpeado y parecía que no tenía fuerza suficiente para defenderse.

"Vaya, vaya con que otra ves nos encontramos Rosita"

"Te habíamos dicho que no te aparecieras por aquí"

"Por acá no nos gustan los desviados enfermos como tú"

???: Y-Ya me iba, s-suéltenme.~dijo con dificultad.

"¿Por qué haríamos eso? Déjanos divertirnos un poco"

Fede entró en pánico ¿Qué debía hacer? No lo podía dejar ahí solo pero esos tipos tenían mucha más fuerza que él y los harían pedazos. Esas ideas rondaban por la cabeza de Fede pero tenía que tomar una decisión rápido, esos tipos volvieron a golpear al chico quien no podía oponer resistencia. Finalmente se decidió.

Fede: ¡Hey! ¡Déjenlo tranquilo!~ grito captando la atención de todos los presentes.

El chico, al cual lo seguían agarrando por el cuello de la camisa, lo miraba perplejo.