Minutos Antes:
Esperó a la muerte. Al observar el sangriento firmamento se imaginó mil formas del ser más temido en vida, incluso las diferentes maneras en que el alma se desgarraría de su cuerpo experimentando el verdadero pavor. Puede que una esquelética mano lo atravesara, tomara la esencia del Maestro de las Sombras, y al retirarle lo más valioso solo quedaría el cuerpo del color de sus huesos, sin haber cumplido sus propósitos y si el destino era cruel vagaría por los confines de la tierra.
Pero la muerte no llegó.
En cambio, todo a su alrededor se oscureció de inmediato, el escenario bañado en sangre era demasiado claro para la noción de vista que perdieron. Truenos ensordecieron los oídos del ninja, no los vio pero el efecto del sonido lo hacía sentir a milímetros del ataque. Siguió tronando pero eso solo le indicaba una cosa.
- ¡Nocturne! -Gritó-
Y las risa más fuerte estalló en su cabeza. Maléfico, distorsionado, sin ápice de vida humana, era la habilidad definitiva de la Pesadilla Eterna -más conocido por los invocadores y uno que otro campeón, entre esos Zed-.
Buscó a Syndra con desespero pero la ceguera lo desesperaba. Gritó su nombre pero tampoco recibió respuesta dentro de la poderosa tormenta en su cabeza, en su agonía estira los brazos dando fácilmente con la Soberana Oscura aunque, por lo que pudo sentir, ella se tomaba la cabeza con los brazos a la par que temblaba como un niño aterrado.
- ¡Syndra! ¿Qué sucede? -
De nuevo nada, la mujer solo estaba ahí, atemorizada por alguna razón.
¡Eso es! Nocturne era la razón. Provocaba el peor miedo o pesadilla de la maga.
Ella era su objetivo pero no apartaba a Zed, es otro afectado.
En ese momento Zed parece abrir los ojos y distingue solo una cosa en un aparente mundo sumido en la oscuridad. En efecto la peli plateada estaba en posición fetal cubierta por sus delgados brazos intentando proteger de todo el mal del mundo, la tormenta cesó y en cambió escuchó suaves sollozos de la mujer.
- ¿Syndra? -LLamó precavido- ¿Qué sucede? -
Al no responder éste ignora el dolor quejándose con gruñidos al ponerse en pie y cojear con extremo cuidado hacia ella, seguía sin olvidar que estaba frente a la Soberana Oscura pero es que era impropio de la personalidad maligna. No pudo evitar preocuparse por quien si estaba realmente asustado de que le sucediera una tragedia.
La Soberana Oscura no dejaba de parecer una cría indefensa y a la vez el instinto del ninja no le permitía acercarse con total seguridad. No hasta que finalmente levantó la cabeza.
¡Era ella! Syndra fue la que dio la cara en ese momento. Los orbes púrpuras rodeados de un inocente blanco llenos de miedo, incluso sus cejas temblaban al ver al lastimado Zed. De igual manera se preocupó, lo notaba, pero algo, no supo qué, le impedía ponerse en pie.
Abrazándose con el brazo izquierdo se detuvo ante Syndra. Intercambiaron miradas agotadas y a la vez intensas, él estaba a punto de tumbarse pero esperaba por las palabras de la ajena, aquella delicada voz que prometió proteger con su vida.
- Tengo miedo. -Dijo finalmente Syndra-
Dos palabras bastaron para comprender el mayor temor de la Soberana Oscura. Ella misma, en otras palabras, Syndra era la debilidad de la otra. Por eso es que no estaba presente en ese instante, Nocturne encarnaba lo peor para la víctima de su habilidad, amabas sufrían las consecuencias porque incluso la inocente mujer debía estar sufriendo las mismas consecuencias.
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Recuerdos Entre Las Sombras [League Of Legends. Zed X Syndra]
FanfictionNo siempre deseó que fuera de esa manera, por un tiempo quiso que las cosas resultaran diferente. Tal vez, una familia no estaría del todo mal, un amigo que a la vez cumpliría como su más admirable rival de combate, portar algo diferente al yelmo qu...