En estas fechas siempre toca ordenar los destrozos del año y pagar las facturas del paso del tiempo. No ha sido mi mejor año ¿Para qué vamos a mentirnos? Pero también sé que no será el peor. Cada vez estoy más segura de que a medida que creces todo se vuelve una mierda, alguien me dijo una vez que crecer es aprender a despedirse, y que razón tenía. Daria cualquier cosa para volver unos años atrás, donde en estas fechas simplemente tocaba escribir la carta a los reyes magos y mentir diciendo que te habías portado bien durante todo el año. Ahora las mentiras son de otro tipo, y duelen el doble. Volver a aquella ilusión de ver la mesa llena, donde no había ninguna silla vacía, donde la felicidad reinaba y lo único que me importaba era terminar de comer rápido e ir a abrir los regalos. Esa ilusión de un niño el día de reyes, esa que ya no va a volver. No odio la navidad, no es eso, pero cuando te falta gente en la mesa ya queda poco por celebrar. Pero ese no es el tema. El tema era hacer un balance del daño, del año que ha pasado. No ha sido fácil, no lo ha sido, si hecho la vista atrás, justo hace un año me doy cuenta que hay gente que ya no está, gente que no puede volver. Gente que se fue sin despedirse, en el peor momento y de la peor forma. También ha llegado gente nueva, gente por la que vale la pena sonreír una y mil veces. También falló quien no iba a fallar nunca y aún no he logrado perdonarle, he intentado no pensar en ello, pero hay heridas que no se curan por muchas vendas que te intentes poner. Ha sido un año de eso: De heridas, de cerrar antiguas cicatrices y construir unas nuevas que aún hacían más daño. Un año de amigos que nunca se iban a ir y ya no están, de amigos que como si no estuviesen, amigos que dolieron muchísimo más que cualquier desamor, mucho más. Un año de decepciones, donde no todo ha sido malo, pero la recta final está siendo demasiado cuesta arriba, y ya sabéis como soy.... Siempre me quedo con lo malo e intento aprender de lo bueno, cuando en realidad debería ser al contrario. Pero soy imbécil, y no creo que vaya a cambiar ahora. Me gustaría darle las gracias a toda esa gente que ha compartido una cerveza conmigo este año, a toda la gente que me apuñaló por la espalda por hacerme fuerte, a quien me mintió por hacer que desconfíe de todo el mundo. A quien se marchó porque hay despedidas que son necesarias, a quien se quedó por qué no supo cómo irse y a quien se quedó porque no tenía donde ir, a la gente que me juzgo sin conocerme por enseñarme a conocerme a mí misma, y saber que valgo mucho más que todo eso. Gracias a toda la gente que me ha hecho daño, gracias por hacerme fuerte. A la gente que me prometió un para siempre, quien iba a decirme que durarán tan poco tiempo, a quien solo me buscó cuando quiso algo de mí, quien me dejó sola cuando más le necesitaba, quien estuvo a mi lado solo por interés, quien vino buscando un sitio donde pasar el rato y luego irse, quien me demostró que quien menos te lo esperas te puede decepcionar. Gracias a la gente que se marchó y quiso volver después, pero conmigo ya no funcionan las segundas partes. Feliz año a todos, ah... E iros todos a tomar por el culo.
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Querido Diario.. (Ana y Mia)
Teen FictionBueno, esto en realidad no es una novela.. Es algo que esta dedicado a todas esas personas que sufren la enfermedad de la anorexia, o simplemente no estan a gusto con su cuerpo, no estoy segura de que muchas personas lo lean, porque no soy escritora...