Evan

Thought of Evan.

El amor te atropella, te pasa por encima sin fijarse el daño que te hizo al hacerlo. Pero a veces es inevitable, solo pasa y ya. Llega una persona con mirada de estrellas que te deja desorientado, que con lo más mínimo que haga te hace sentir en las nubes, y antes de que te des cuenta ya te has enamorado.

A veces uno lucha para que esto no suceda, yo lo hacía, yo reprimía todo lo que sentía, reprimía cualquier pensamiento fuera de lo normal. Entonces me di cuenta que no servía de nada, por más que me esforzara no podía sacarla de mi mente, cualquier intento de alejarla fracasaba, cualquier intento de olvidarla era en vano. Nada sirvió. Juré no volver a caer, juré que esto jamás me volvería a pasar, pero mírenme aquí, pensando en ella en todo momento, suspirando sin razón aparente. Es bastante estúpido, apenas si la conozco y ya la quiero. Que patéticas palabras. No sé cómo lo hizo, no sé cómo se escabulló en mi vida, no sé cómo hizo para derribar la muralla que había al rededor mío impidiendo que cualquier persona se me acercase, no sé cómo termine queriéndola de esta manera, no sé cómo dejar de pensarla, no sé cómo evitar salir herido de nuevo, pero ¿Saben? Tal vez... Y solo tal vez me arriesgaré. Solo una vez más.

Qué patético ¿No?, que estúpido y patético que soy. Seguramente soy la persona más estúpida en la tierra, y me frustra, me frustra que me vuelva loco. Me hierve la sangre cuando escucho su risa y veo su sonrisa, por qué me encanta. Me dan ganas de no volver a verla, por qué cada vez que lo hago las ganas de besarla me invaden. Me dan ganas de salir corriendo cuando veo su radiante sonrisa, por qué odio que me haga sentir cosas cuando lo hago. ¿Ven lo estúpido que soy? Me contradigo. Mi mente está llena de contradicciones. Cada día deseo abrazarla y que se quede conmigo, besarla hasta que me duelan los labios, hacerla mía y que nadie más pueda tenerla... Y eso me enfurece, por qué eso era lo que menos quería, no quería sentirme así de nuevo por alguien...

Y por fin lo estoy aceptando, lo acepto porque por primera vez en mucho tiempo ya no lo resisto, no puedo más. No voy a tragarme más mis sentimientos, voy a romper el candado que mantenía cerrado el cofre imaginario donde los guardaba.

Últimamente he estado pensando... Me gustaría intentarlo, así que le daré el poder y el permiso de destruirme. En sus manos está quererme o destruirme como todos lo han echo... Solo espero que esta vez sea diferente.

Ahora es cuando, lo necesito más que nunca. Mi madre no va a estar dentro de poco y no quiero quedarme solo. No. Me rehuso. Antes pensaba que la soledad era lo mejor pero me está matando. Mi madre lo desea, mi corazón lo desea, yo lo deseo.