~ Amor A Primera Vista.

"Fiesta de disfraces" (parte 1/2)

Capítulo 4:

Narra Matt:

Me desperté al sentir unos leves rayos de sol entrando por mi ventana, tomé mi móvil que se encontraba en mi mesita de noche, exactamente al lado de mi cama. Lo prendí y miré la hora en él, 07:00a.m.. Me levanté de la cama, para acto seguido estirar mis brazos hacía arriba sintiendo un leve dolor en la parte baja de la espalda, ya era hora de cambiar de colcha. Entré al baño e hice mis necesidades básicas, tomé una ducha de unos minutos, al terminar, salí con la toalla alrededor de mis caderas y el cabello húmedo. Me vestí con lo primero que encontré en mi armario, me peiné el cabello ligeramente hacia arriba con mis propias manos mientras me miraba en el espejo, lavé mis dientes y fui a la cocina de mi apartamento.

                      (...)

Me encontraba terminando de tomar mi desayuno, que consistía en unas tostadas y un tazón de cereal, a decir verdad, estaba muy bueno, a pesar que no haya hecho ningún esfuerzo al hacerlo. Al terminar, dejé la vajilla en la cocina, tomé mi mochila, un poco de dinero, mi móvil y las llaves de mi deportivo, ya estaba listo para ir a la universidad. Salí de mi apartamento, bajé por el ascensor y mientras éste bajaba sentí como mis nudillos ardían por la paliza que le había pegado ayer a ese idiota, aún así ardían poco, pero no me arrepentía de haberlo hecho. Las puertas del ascensor abrieron y salí dejando entrar a una anciana con muletas. Salí al estacionamiento luego de saludar al portero del edificio y como de costumbre busqué el lugar donde aparqué el coche el día anterior. Una vez llegué a él, desactivé la alarma, encendí el motor y empecé a conducir a la universidad pensando en Alex, ¿faltará otra vez o irá como me lo confirmo en el mensaje de ayer?

Ya me encontraba caminado por los pasillos, buscando la sala de química. Estaba por desistir y preguntar a alguien, pero me percaté de una puerta abierta donde iban entrando un par de alumnos, me asomé atrás de ella y leí: "Química AC". Era mi clase, entré y el salón estaba casi vacío, por suerte, había llegado a tiempo. Instintivamente me fui a las mesas al fondo, en un rincón. Al pasar un par de segundos, el salón poco a poco se comienza a llenar hasta que quedó solo un asiento vacío, el que estaba a mi lado. Estaba tan centrado en mis pensamientos que no me percaté cuando el profesor había ingresado, es más, ya había empezado con la clase, pero no le tomé mucha importancia. Luego de unos minutos mirando a través de la ventana, traté de escuchar lo que el profesor explicaba mientras miraba mis manos tatuadas. Escuché unos suaves golpes en la puerta, el: "adelante" del profesor y el sonido de la puerta abriéndose, había entrado alguien, pero no me interesó saber quién, yo seguía con mi mirada en mis manos, admirando cada tatuaje y recordando el significado de estos.

—Señorita Ally.— escuché hablar al profesor.

Al escuchar ese nombre, rápidamente quito mi mirada de mis manos para buscar por el salón a la recién nombrada, con la esperanza de que esa "Ally" sea la que yo conozco. Miré a todos los asientos hasta que llegué a la puerta, era ella, era la hermosa Ally  que yo conocía. ¿Espera, qué? ¿Hermosa? ¿Qué estoy diciendo?

—Lo siento, profesor, tuve un problema con mi auto, no volverá a pasar, se lo aseguro.— habló nerviosa mordiendo su labio inferior.

—Espero que así sea, vaya a tomar asiento, por favor.— terminó por decir el profesor.

Mi pulso se empezó a acelerar de una manera increíble al darme cuenta que el único asiento libre era el que estaba a mi lado, ni siquiera sabía que compartía clases con ella. Noté como quedó paralizada en medio de las mesas al darse cuenta que el único asiento vacío era el de mi lado, sacudió su cabeza y emprendió sus pasos nuevamente acercándose cada vez más, hasta que por fin, se encontraba a mi lado.

                               ******************

Las clases transcurrieron de manera rápida y ya, nuevamente, me encontraba en los pasillos de la universidad dispuesto a salir de ésta, pero, por ir distraído mirando mi correo, choqué con el hombro de alguien.

—Cuidado por donde caminas.— habló. Rápidamente reconocí esa añorada voz.

—Alex, ¡amigo!, ¿cómo estás ?— le pregunté. Su rostro de enfado se esfumó como si nunca hubiera existido y sus labios formaron una amplía sonrisa.

—¡Matt!— me saludó con con evidente alegría— Estoy muy bien ¿y tú, hermano?

Me alegraba muchísimo ver a Alex nuevamente, me hacía falta hablar con alguien, y que mejor, que con mi hermano de distinta sangre.

—Bien.— respondí.

—Oye, Matt, ¿irás a la fiesta de disfraces de esta noche?

—¿Cuál?, no sabia que habrá una.— respondí incrédulo. En mi antigua universidad siempre era el primero en enterarme de las fiestas.

—Así es, es hoy a las 10:30p.m., se hará en el campo de fútbol de la "u".— dijo refiriéndose al campo de fútbol de la universidad.

—Bueno, si iré.— accedí al recordar las consecuencias de haber dicho que no, conociendo a Alex es capaz de llevarme forzado...