¿Quién eres tú?

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Capítulo: 6

Narra Ally:

Sentí como mi rostro se empapaba de un líquido, produciendo que mis ojos se abrieran de manera lenta. Al tenerlos abiertos, visualice a un sujeto con un vaso en su mano, he de suponer que el contenido ya lo había derramado por mi cara para que pudiera despertar. Al mirar los ojos de aquel imbécil un gran escalofrío recorrió mi cuerpo y los recuerdos al salir de la fiesta volvieron a mí. ¡NO PUEDE SER, ESTE ES UNO DE LOS GORILAS QUE ME HABÍA SECUESTRADO! Quería llorar, tenía mucho miedo, pero no me lo permití, no iba a permitir que me vieran vulnerable y débil, así que intenté pararme del frío suelo en el que estaba tirada, pero algo me lo impidió, ¡Tenía mis manos y pies amarrados!

—¿A dónde crees que vas princesa?— me dice el gorila que tenía enfrente de mí. Se acercó desafíante a mi rostro y antes de que haga algo le escupí en toda su horrorosa cara.

—¡ERES UNA PUTAA!— me gritó mientras se limpiaba la saliva que le había caído debajo de su ojo izquierdo. Su grito produjo un sobresalto en mí. Estaba a punto de golpearme con su puño, así que instintivamente cerré mis ojos esperando el impacto, pero nada llegó. Entreabrí uno de mis ojos y mi corazón se acelera al ver lo ocurrido. El chico que ayer me besó estaba ahí, todavía tenia su antifaz puesto al igual que yo, habia golpeado al mutante que ya se encontraba inconsciente en el suelo a unos metros de mí.

Narra Matt:

Sabía que Erika estaba detrás de todo esto y no le tenía miedo a una simple mujer loca. Tenía que salvar a la chica Batman que ahora se encontraba en el suelo, amarrada de manos y pies, yo fui el que la metió en esto y no la podía dejar sola, no ahora. Rapidamente me acerqué a ella para poder quitarles las estúpidas cuerdas que le impedían moverse como de costumbre.

—¿Quién eres?— me preguntó intrigada a lo cual yo hice caso omiso a su pregunta mientras intentaba desamarrarla, cosa que se me estaba haciendo difícil, era un nudo bastante complejo. Recordé que el traje tenía un pequeño bolsillo en donde había echado mi navaja, que siempre llevaba conmigo para usarla frente a cualquier inconveniente, rápidamente la saqué y corté las cuerdas que afirmaban sus muñecas, quedando rojas por la presión que éstas le produjeron.

—Ya lo sabía Jacinta, tú nunca me fallas— dije en voz alta para acto seguido darle un beso a mi preciosa navaja.

—¿Le pones nombre a una navaja?— me preguntó la chica sorprendida, para luego reír.

Realmente ésta chica me sorprendia cada vez más, no se veía para nada asustada, cosa que estarían otras mujeres en su lugar.

—Duh, ¿Y quién no?— dije en un tono gracioso para alivianar un poco la situación en la que nos encontrábamos. En cualquier momento podía entrar alguien y podría ocurrir cualquier cosa.

Me aproximé a sus pies para cortar las cuerdas que tenía ahí pero un estruendoso sonido interrumpió mis acciones, haciendo que los dos diéramos un brinco de la impresión. Al darme vuelta, Erika se encontraba con una pistola y había disparado a unos metros de donde estábamos.

—Joder— murmuré— me he llevado un buen susto— confesé, mientras rápidamente escondía la navaja, mi acompañante ponía sus manos tras su espalda para que la loca de patio no notara que éstas estaban desamarradas.

Erika se acercó desafíante hacia nosotros y apuntó con su pistola a la chica, un escalofrío recorrió mi cuerpo, no le podía pasar nada, no me lo perdonaría jamás.

Observé como la chica que se encuentra conmigo se removió inquieta, pero no logré entender el por qué y luego me dí cuenta que había logrado desamarrar las cuerdas de sus pies.

—¡QUEDATE QUIETA ZORRA DE PLÁSTICO!— gritó Erika furiosa a lo cual, sin querer, una carcajada salió de mi boca y de la chica batman. Erika, Al percatarse de de lo que había dicho se avergonzó, sabía que ella es la que tiene más operaciones que un cuaderno de matemáticas.

La chica que se encontraba conmigo me mira haciéndome señas y entendí a lo que se refería, quería que distragera a la zorra de Erika.

—Oye Erika— le llamé mientras me levantaba del piso.

—¿QUEÉ?— respondió mirándome con un deje de furia en sus ojos y ahora apuntándome a mi con el arma. Arma la cual dudaba que supiera utilizar.

—¿Te dije que lo maravillosa que te ves esta noche?— mentí, para luego dedicarle una sonrisa de lado. Su mirada de inmediato se ablandó y bajó el arma con la que anteriormente me estaba apuntando.

—¿En serio?—me preguntó sonrojada.

—¡Claro!— mentí nuevamente, sonriendo falsamente—¿sabes cómo se llamaría nuestra hija?— pregunté.

­—¿Cómo?— me pregunta intrigada.

—Se llamaría rrita Lazo— dije aguantándome la carcajada.

—¿Qué?— me preguntó confusa.

—Tienes que decirlo al revés— aclaré para luego soltar una carcajada (Lazorrita).

—Es que será un ejemplo de su madre— volví a reír a lo cual ella me miró furiosa y volvió a apuntarme con el arma dispuesta a disparar esta vez. pero de repente una mano la toma de su hombro y la da vuelta, era la chica batman, la abofeteó para acto seguido darle una patada al arma haciendo que ésta caiga lejos, la tomó de su cabello y le jaló a su rostro.

—Para que aprendas a no meterte conmigo, zorra— le susurró en el oido, para acto seguido tirarla al piso y empezarla a patear repetidas veces. La verdad, estaba admirando la función, no sabía que de verdad era una chica superhéroe, pero noté que esto se estaba saliendo de control así que me acerqué para detenerla.

Hola querid@s lector@s. Bueno, les escribía este apartado al final del capítulo para agradecer a ustedes, por leer mi novela. Ya llegó a más de 100 leídas y eso para mí es algo totalmente nuevo, ya que esta es la primera novela que estoy escribiendo y tengo el honor de compartirla con tod@s vosotr@s y la terminaré por ustedes, por las que la leyeron desde un principio, y por las que han llegado hace poco.  Mis más sinceras palabras,,,,

akrs ❤

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2017 ⏰

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