Uno de los chicos que está en el grupo se acerca a mí intimidante y me mira directo a los ojos. Cuando está a apenas diez centímetros de mí, me agarra de los hombros y me empotra contra unas de las taquillas de la fila derecha. Yo gimo de dolor al poder sentir el frío trozo de metal clavándose en mi espalda.
—¿Qué, Diana? ¿qué? —me dice el chico.
Me aprieta más fuerte los hombros y yo solo pongo una expresión de dolor en mi rostro. Mis hombros se encojen y siento como los relieves de la estructura metálica de la taquilla me hacen más daño.
—Espera —dice una de las chicas.
La misma se acerca y el chico de antes me suelta. Sus ojos verdes del chico me miran otra vez, pero de forma diferente, con una expresión de ¿dolor?
—Bueno, Diana... —Me coge del pelo y tira de él hacia abajo—. ¿Qué te parece si jugamos a un juego?
La gente del pasillo comienza a rodearnos y aplaudir para que Heidi (la chica) me hiciese sufrir.
—Te voy a contar un secreto... no eres nadie, ¿vale? —me miró sonriendo y yo le escupí en la cara.
—¿te digo yo uno? —cosigo pegarle un codazo y me suelta. Sus amigos van a ver cómo está mientras que yo me coloco un poco mi pelo—. Deja de ser tan chula y aprende a defenderte, ¿vale?
Heidi mi mira y veo que su grupo comienzan a parecerse más a toros que a adolescentes. Me comienzo a tambalear un poco y mis manos tiemblan. La sangre comienza a hervir y mis oídos se taponan.
Empiezo a correr.
Mi corazón va a mil por hora. Cruzo el primer pasillo y giro a la derecha donde hay unas escaleras que van hacia la segunda planta. Cuando estoy en la parte de abajo del edificio voy hacia las aulas de historia y geografía. Paso todas las clases y voy directa a los vestuarios de chicas.
—¡No puedes huir! —me grita una de las chicas.
Entro a los vestuarios femeninos y me paro un momento. Miro a la derecha y después a la izquierda. Observo cada rincón y me acuerdo de donde está la pequeña salida que encontré años atrás.
Paso por las duchas y me acerco a un banco de madera que hay al lado de un mueble mal hecho, el cual, empujo con todas mis fuerzas. Poco a poco se ve un agujero en la pared y me escabullo por este.
—¡Ahí está!
Al escuchar sus voces comienzo a correr hasta el bosque de Grass Black que se encuentra detrás del colegio. Mira rápido hacia atrás y las veo salir del mismo agujero pero es tarde, ya estoy entre los arbustos y no me pueden ver.
El grupo vuelve a estar completo por chicos y chicas otra vez y están buscando por todas partes.
—Esa está muerta mañana —dice Heidi dando una patada al suelo.
Todos se van rodeando el instituto y yo me siento en el suelo lleno de hojas y con el corazón desbocado comienzo a respirar mejor.
Te tenían que haber cogido
—Cállate. Estabas tardando mucho en decir alguno de tus comentarios...
Trago saliva y cierros los ojos. Escucho como el piar de un pájaro se aleja y una brisa empieza a mover las ramas de todos los árboles del gran bosque de Grass Balck.
—¿Por qué les tienes miedo? —pregunta alguien a mis espadas.
Me asusto y me giro rápido levantándome. Le veo sentado en el suelo con las piernas cruzadas. Tiene unos vaqueros negros desgastados con una camiseta de cuadros roja. Sus ojos verdes brillan mucho y está atentamente observando una hoja naranja pálida.
—¿Quién eres...?
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¿quién será? bueno, espero que os guste y por favor, puntuar y comentar , por favor. Un beso <3.
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In the Shadow {Harry Styles}
Novela Juvenil"Eres un monstruo..." dijo asustada. "Todos lo somos." contestó con una sonrisa y le acarició la mejilla. "Todos menos tú; tú eres un ángel."