—Te he hecho una pregunta. —insisto.
Me mira y sonríe, ladea un poco la cabeza y contesta vacilante:
—Yo te hice una a ti también —coge una piedra y la observa detenidamente y rompe la hoja que tenía en pequeños cachos—. Contestas tú.
Algo aturdida intento recordar qué pregunta me había hecho y cuando ya doy con ella pienso mi contestación y la suelto:
—No les tengo miedo —digo en voz baja. Me está molestando su actitud y quiero irme, pero mi cuerpo no me lo permite, mis cerebro quieren quedarse observando sus perfectos ojos verdes que, sin lugar a duda, son un tanto peculiar. Tanto él como su forma de hablar, de verstir y su forma de ser son... diferentes.
Me cubro con mis brazos como si de esta forma me fuera a proteger de algo, él me mira con una media sonrisa y coge otra piedra más. Mi respiración es lenta y pausada.
¿Tienes miedo, Diana?
—¿Y por qué huías de ellos? —dice finalmente.
—Tan solo quería que me dejasen en paz, nada más.
—Para que te dejen en paz tienes que dejar de tenerles miedo.
Tira la piedra y se levanta. Saca de su bolsillo un caramelo que parece ser de limón. El sonido que produce al desenvolverlo hace que deje de pensar en todo y solo me concentre en como se lleva ese dulce caramelo a la boca y lo saborea. Me mira y puede comprobar que estoy observando fijamente a sus labios y saca otro caramelo de su bolsillo y me lo ofrece. Esta vez es de piña y yo lo acepto, pero no me lo como, no puedo ni tomarme un simple caramelo, pero en lo más profundo de mí, se lo agradezco. Hay un silencio durante unos diez segundos, pero a mí me parecen minutos.
—¿Puedes contestas tú a mi pregunta ya?
—Tiempo al tiempo, ángel, tiempo al tiempo.
¿Ángel, de qué va?
Levanto una ceja y me fijo bien en él de arriba a abajo dándose a notar de que le estoy haciendo una especie de... inspección. Su cabellera castaña rizada de color chocolate hace que me acuerde de una foto que me enseñó Miraim (madre de pega) de Nelson (padre de pega). Era mucho más joven y tenía un aire a un militar o algo parecido.
Normalmente llamo a Miriam y Nelson "mamá y papá" pero cuando no es así o estoy cabreada y mal, es decir, casi todos las veces, digo cosas como "madre de pega" o algo así.
—La gente te tiene miedo —digo después de un largo rato mirándolo.
—¿Y por qué tú no? —pregunta inquietado y algo sorprendido.
—Porque yo no veo maldad ni nada parecido en ti... no encuentro nada de lo que hay que temerte.
Se ríe.
—La gente piensa que mato a gente. Piensan que soy un asesino, que solo quiero todo el mundo muera —esboza una sonrisa y muestra sus dientes blancos—. La gente no tiene ni idea de nada.
Y en eso tiene razón. La gente es incrédula, no sabe absolutamente nada. Juzgan por juzgar y hablan por hablar. no se molestan en conocer a nadie, solo piensan en ellos mismos. Hipócritas. Así se les define. Se piensan que tienen en mundo en su mano, se piensan que solo ellos son los importantes, se piensan que los demás no valemos nada.
Yo sé que no valgo nada, pero muchas persona si valen; más que el oro.
—La gente solo sabe ser estúpida.
Asiente y se acerca a mí. Coloca su frente con la mía y no puedo evitar sentirme algo incómoda y nerviosa. ¿Que va a hacer? ¿Por qué él si me cae bien? Millones de preguntas se me pasan por la cabeza pero en realidad solo puedo concertarme en cada rasgo de su cara.
—¡Diana! —alguien grita por detrás.
Asustada me soy la vuelta y veo a Niall con la chica pelirroja —cuyo nombre aun no sé—. Les miró y espero a que estén delante mía.
—¿Qué haces aquí? —pregunta Niall.
—Estaba aquí con... —me giro señalando delante mía, pero ya no hay nadie.
—¿Con quien? —la chica me pregunta juntando sus manos.
Miro a todos lados. No le veo por ningún lado.
—Con... con nadie.
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Espero que os haya gustado. Muchísimas gracias por todas las personas que leen esta historia. Significa mucho para mí, de verdad. Espero que votéis y comentéis, eso ya sería un sueño. Un beso, gracias por todo, de verdad. xx.
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In the Shadow {Harry Styles}
Teen Fiction"Eres un monstruo..." dijo asustada. "Todos lo somos." contestó con una sonrisa y le acarició la mejilla. "Todos menos tú; tú eres un ángel."