★Capitulo III: Hilfe★

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Capitulo 3: Apoyo.

Nos dirigimos a mi antigua oficina, ya era algo tarde y nadie nos podría interrumpir allí, a menos que Oikawa quisiera tener sus amoríos allí de nuevo.

Cuando llegamos hice pasar primero al chico y luego ingrese yo, no sin antes asegurarme que nadie nos vaya a interrumpir.

Al voltear y ver de nuevo su rostro mi corazón y pulso se aceleraron precipitadamente, el chico estaba sonrojado hasta los orejas.

-N-no era necesario hacer eso.- dijo balbuceando.

Así que mis medidas de precaución lo habían asustado, que tierno.

-Solo es para evitar ser interrumpidos, no estés nervioso y dime porque querías hablarme.

Trate de no sonar enojado con mi comentario, pero fallé. La habitualidad en que mi tono sonaba me había traicionado.

-Yo q-quisiera que me aconseje para poder mejorar-. Tomó aire, se notaba su nerviosismo- He notado que fallo muy seguido, y n-no q-quiero c-convertirme en una c-carga.

Lo último lo dijo entre sollozos, ¿Qué le sucedía? ¿Por qué decía aquello? Para mí era muy bueno.

No sé porque pero la imagen de él llorando y diciendo que era un inútil había oprimido mi corazón, así que sin preocuparme lo abrace.

Aquel abrazo fue el detonante que despertó todas las emociones que había querido ocultar, y ya no podría reprimirlas más. Ahora me atormentarían hasta la muerte.

Hinata solo se dejó llevar por el abrazo y sollozo tranquilamente en mi hombro, aun no entendía muy bien la causa de que se encontrara llorando.

Poco a poco se fue calmando y se separó de mí, sentí de nuevo la opresión en mi pecho al ver sus lindos ojos, rojos por el llanto.

-¿Me explicarías bien por qué llorabas?

Lo dije con mi voz más dulce y el solo se limitó a bajar la mirada.

-¿Soy patético verdad?- Su mirada se tornó oscura y la voz se le escuchaba rasposa- Nunca podre ser como el pequeño gigante, solo debería rendirme, como todos sugieren.

Ahora si entendía todo, estaba siendo amenazado. Lo había notado pero últimamente él estaba más distante del resto, así que se debía a aquello.

-No, tú eres uno de los mejores soldados ¿Por qué serias patético? Los únicos patéticos son los que te están metiendo esas ideas en la cabeza.

Mi ceño estaba fruncido y mi voz había salido dura, pero no podía evitarlo, me sentía furioso porque él se autodenominara así.

-¿Usted cree eso? P-pero, yo soy bajo y mi única fortaleza es mi entusiasmo ¿Qué tiene de bueno eso?

-Serías un inútil y patético si continuas creyendo aquello, ¿Qué no ves cuan hábil eres? Nadie puede igualarte.

Sus mejillas se sonrojaron y poco a poco fue comenzando a formar una sonrisa en sus labios, ese era el Hinata que quería ver.

-Kageyama-san es más amable de lo que todos piensan, u-usted es muy lindo si se lo propone.

Sonrió ampliamente y con el rojo de sus mejillas sentí deseos de besarlo. En aquel momento quise decirle que solo por el me convertiría en alguien amable y alegre.

-Hinata boke, deja de decir cosas ridículas, yo no soy amable.

Se escuchó una risilla en el lugar y sin darme cuenta también me comencé a reír y. Solo él podía mostrarme una nueva faceta mía.

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