♠ Capitulo VII: Unsere Zerstörung ♠

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Nota: Adelanten la parte inicial del vídeo y escuchen detenidamente la música.

Capitulo final: Nuestra destrucción.

La familia de Hinata vivía en Nagasaki, la cuidad estaba rodeada de zonas montañosas y el comercio abundaba, pero la familia de él vivía apartada del bullicio que había en la cuidad.

Hinata me dió un pequeño recorrido antes de ir a la casa de su familia. Aparte del bello paisaje que había y ciertas zonas famosas, me señaló una fábrica de armas.

Aquello sobresalía mucho porque se suponía que era una ciudad comercial, quizá había una mina cerca que permitía su fabricación.

Olvidándome de aquello, me dediqué a ver la figura de Hinata entre el vaivén del viento y la belleza de los árboles.

Había visto distintos paisajes, viajado a diferentes partes y conocido lo agraciado que era el mundo, pero viendo a Hinata me daba cuenta de que lo más espléndido que he llegado a ver es su sonrisa.

No podía pedir nada más, solo con tenerlo a mi lado bastaba. Así mi vida estaba completa.

Llegamos a una zona rodeada de árboles y donde las casas eran más sencillas que la de la cuidad. Allí había crecido Hinata, rodeado de la naturaleza y sin ningún riesgo que ofrecían las grandes ciudades.

Caminamos durante varios minutos hasta que el me indicó que ya habíamos llegado y cuando alce mi vista para observar su hogar, me quede maravillado.

Su casa no era lujosa, pero tenía un gran encanto. Alrededor había diferentes flores y árboles, varios de ellos eran cerezos. Se podía ver que tenían un huerto en la parte trasera, esa debía ser la razón de que Shoyo sabía tanto sobre plantas.

Antes de que llegáramos a tocar la puerta, una pequeña silueta se lanzó sobre el peli naranja y lo tiró al suelo. Por un momento llegué a pensar que se trataba de algún animal, pero al percatarme de su cabellera sabía que era Natsu, la hermana de Hinata.

-¡Natsu, basta, me estas asfixiando!- dijo Shoyo cuando vio que su hermana no iba a parar de abrazarlo.

-Te he extrañado hermano, ¿Tú no me has extrañado?- respondió la pequeña.

-Por supuesto, pero creo que deberíamos ingresar a la casa primero.

Luego de la pequeña charla, ella se apartó de Hinata y corrió rápidamente a avisarle a su madre sobre la noticia. ¿Me había ignorado?

-Tranquilo, ella es así. Creo que somos igual de despistados-. Soltó una risa.

-Se parecen más de lo que crees- dije

Procedimos a ingresar y al instante apareció la madre de Hinata. Al verla me pregunte si toda su familia tendría las mismas características o solo era mi parecer.

La mujer lucia muy joven como para tener dos hijos y al igual que los hermanos, tenía cabello naranja y ojos café.

-Shoyo, cuanto tiempo-dijo y comenzó a abrazar al peli naranja.

Toda la familia estaba reunida y se encontraban en un momento lleno de alegría, y yo sentía que estorbaba.

-¡Paren! No estamos solos, no ignoren a Kageyama- dijo deteniendo el reencuentro.

Fue en ese instante que su familia se dio cuenta de mi presencia, sus ojos se posaron en mí y yo no sabía cómo reaccionar. ¿Qué pensarían de mí, de nosotros?

-¿Él es el famoso Tobio?- dijo la mamá de Shoyo.

-S-sí, lo traje para que lo puedas conocer-. Respondió nervioso.

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