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Su primer beso.

Parecía irónico que en los cuatro años que había estado en compañía de la estrella de rock más promiscua del mundo, _____ sólo estuviera teniendo su primer beso ahora.

Pero no se quejaba no cuando era Harry dándole a _____ su primer beso. Sus manos le tomaron la cara como si fuera la cosa más preciosa que había tenido nunca. Sus labios eran cálidos cuando cubrieron los de ella una y otra vez, cada beso más profundo y más hermoso que el resto.

Harry seguía temblando, una parte de él todavía aturdida por la realidad de

tener _____ en sus brazos.

Después de todo lo que había hecho, ella todavía estaba aquí. Después de todo,

había venido a él...

Él levantó la cabeza para mirarla. -_____...

Lo miró como si él fuera todo lo que ella hubiera deseado, lo que hizo a Harry querer maldecir de nuevo quiso maldecirse a sí mismo porque, maldita sea, él quería que esto fuera verdad.

Pero no lo era.

-Te amo.

Ella comenzó a llorar.

Quería limpiar las lágrimas de sus ojos, quería besarlas lejos, quiso prometerle que todo iba a estar bien otra vez. Pero no lo hizo. Porque él era un hijo de puta, siempre sería un hijo de puta, y necesitaba que entendiera eso.

-Harry, yo...

-No. Tengo que...

-Lo sé.

Las palabras lo dejaron inmóvil, el significado detrás de ellas lanzó a Harry en un abismo de los recuerdos más oscuros del tipo que había pasado tantos años tratando de enterrar en el olvido.

_____ se obligó a mirarlo a los ojos, incluso si eso significaba que por tan sólo unos segundos, ella necesitaría acojonarle, lo que le obligaba a enfrentarse a la verdad de su pasado.

-Lo sé... Sé que cuando eras joven, tu madre te obligaba a ti y a tu padre a mirarla...

Sus palabras lo redujeron, lo que obligó a Harry una vez más hacer frente a la

horrible verdad de su pasado.

En ese instante, él ya no era Harry Styles, la estrella de rock que cada chica amaba y la estrella de rock que amaba a todas las chicas que llegaban a sus manos.

En ese instante, era el joven Harry, forzado por unos padres disfuncionales a aprender la jodida experiencia de lo repulsivo que el adulterio podría ser. Un padre con una obsesión que bordeaba el límite... Una madre con esquizofrenia...

Era como algo hecho en el infierno y había vivido en ese infierno casi toda su vida, con tantas noches que pasó durmiendo en los sofás de las casas de sus amigos, en discotecas en cualquier lugar, pero no en casa, donde su madre obligaría tanto Harry como a su padre a verla copular con sus amantes.

Unas manos suaves ahuecaron su cara y él se quedó sin aliento, con los ojos dilatados. No se había dado cuenta que no había respirado hacía tiempo.

-Harry está bien -susurró ella, su corazón lloraba por el dolor que vio en su

rostro.

-No está bien -rechinó-. Estoy jodido, siempre estaré jodido y es por eso

que no puedo ser alguna vez el hombre...

-Pero ya lo eres.

Las palabras le fallaron con las emociones que brillaban en sus ojos.

La Estrella Que Todavía AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora