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Ariadna y Andre estaban a su costado, mientras Harry miró hacia abajo, a las tumbas de sus padres y se preguntó si él también estaba destinado a irse al infierno porque no podía sentir nada acerca de sus muertes.

Ariadne se movió primero, inclinándose para poner cuidadosamente un ramo de rosas junto al nombre grabado de su madre.

Había pasado un mes desde que _____ lo había dejado, un mes frío y de oscura soledad en el que había vivido día a día en una neblina de alcohol, hasta que sus primos le habían forzado a visitar las tumbas de sus padres por su aniversario de muerte.

-Ellos no me importan una mierda -le había gritado a los dos cuando le dijeron lo que planeaban. Los imbéciles inteligentes ya lo habían metido dentro del coche de Andre antes de revelar su destino.

-Tienes que obtener un control sobre ti mismo si quieres que _____ regrese... -¡No la necesito! Dijo que me amaba, pero ni siquiera llegue a perder mi mente como mis padres de mierda y ella ya me había dejado.

-¿Hablas en serio? -Ariadne casi saltó del asiento del pasajero frente a Harry mientras lo miró con incredulidad-. ¿Por qué no iba a dejarte después de todas las cosas jodidas que hiciste, la forma en que seguías haciendo que te vea con Henrietta.

-¡NO significaba nada y ella lo sabía! ¡Ella sabía qué tipo de persona era!

Nunca he mentido.

-¡CALLATE! -gritó Ariadne de nuevo-. ¡El hecho de que ella te amaba, solo porque te conocía, simplemente porque no te pidió que cambies, no significaba que no tenías que hacerlo!

Ella estaba a punto de llorar después de hablar, después de haber recordado la última vez que había visto a _____. Fue sólo un día después de esa noche desastrosa de la fiesta de admiradores y Ariadna nunca había visto a alguien tan roto en su vida.

-Andre y yo estuvimos allí cuando nuestros padres se enteraron de lo que habías pasado. Nos sentimos tan culpables por no saber lo que estaba pasando que sólo... sólo queríamos que hicieras lo que pensabas que era la mejor manera de dejarlo atrás.

Ariadne miró a Harry suplicante. -Pero nunca lo pusiste detrás de ti, Harry. Mantienes dejando a su enfermedad y sus consecuencias dando forma a tu vida y a las decisiones que tomes. Sigues tratando de cubrir tus apuestas, pero aquí está la verdad, Harry. No hay manera de saber con certeza el futuro. Todo lo que puedes hacer es, hacer lo mejor cada momento, y para ti, eso significa amar a _____ de la mejor manera que puedas.

El rostro de Harry estaba blanco por el dolor, pero podía ver que llego a través de él, que después de todos estos años finalmente consiguieron llegar a través de él. Ariadne quería ser feliz por eso pero no podía, a sabiendas de que todo esto se produjo a expensas de la angustia de _____.

-Trata, por favor, por favor, por favor, trata de recordar cómo el tío y la tía eran antes de su enfermedad. Trata de recordar lo felices que eran y lo feliz que estabas con ellos...

Harry cayó de rodillas lentamente. No sabía cuándo comenzó a llorar. Sólo sabía que lo estaba haciendo. Era como si una sombra pesada había sido arrancada de su mundo y el cielo era azul de nuevo.

Se acordó de los días felices de los que Ariadne habló de y que los que él se había obligado a olvidar porque los últimos años con sus padres se hicieron cada vez más insoportables y dolorosos.

Su padre nunca se quejaba de las horas que su madre pasaba mirando por las ventanas de las tiendas, sólo para volver a la primera tienda que visitaron y comprar un solo artículo para el viaje del día.... Su madre hacia todo lo posible para leer los artículos de negocios ocasionales de su padre a pesar de que todo el mundo sabía que ella odiaba la lectura y que lo más que había leído eran recetas de la cena...

La Estrella Que Todavía AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora